El drama del joven que sobrevivió a la "masacre" en que mataron a su tía
Felipe Manríquez quedó parapléjico luego de recibir dos balazos en enero pasado.
Hace sólo una semana Felipe Antonio Manríquez Carrillo (23) volvió a la casa de unos familiares, en la población 30 de Marzo de San Antonio, tras permanecer por más de un mes internado en un hospital. El 27 de enero pasado, él fue uno de los tres sobrevivientes de la "masacre" a balazos que sí le costó la vida a su tía Esperanza Carrillo (46), quien falleció víctima de los disparos que un hombre descargó en su contra en un violento hecho registrado en la comuna de San Pedro, provincia de Melipilla.
Aquella vez, Felipe recibió dos impactos de bala que lo dejaron gravemente lesionado y en riesgo vital. También resultaron heridos por los disparos el esposo de Esperanza Carrillo, Álex Quijada, y un amigo suyo, Yerson Rojas (23). Todos ellos viajaban en una camioneta que fue interceptada por el sujeto acusado de ser el autor de estos delitos, que hoy está en prisión preventiva.
El regreso a casa ha sido feliz pero a la vez triste. A la muerte de su tía Esperanza, se suma que Felipe quedó parapléjico (no puede mover sus piernas) y su familia pasa por un penoso momento económico.
Ayer, recostado en la cama que tiene en la vivienda de calle Brisas del Mar 1670, Felipe relató su verdad a Diario El Líder sobre los aterradores hechos que vivió aquel 27 de enero.
"Yo me fui a San Pedro a la casa de mi tía para trabajar en las frutillas", contó sobre la razón que, a principios de enero, lo llevó a marchar de San Antonio.
Recordó que la tarde del 26 de enero, él, sus tíos y Yerson compartieron un asado y luego decidieron irse a la playa de Matanzas.
En el camino debían pasar a la casa de Yerson para juntar las cosas que llevarían al paseo. "De vuelta, estaba este tipo con la camioneta atravesada en el camino y en sus manos tenía una pistola y un revólver. Se atravesó y empezó a disparar en contra de nosotros", recordó.
Felipe recalcó que ignora si sus tíos tenían algún problema con el acusado del crimen, pero insistió en que esa noche nadie le hizo algo al atacante.
"El tipo se bajó de la camioneta a disparar. Le llegaron impactos de bala a mi tío (Álex Quijada), se bajó mi tía por el otro lado y salió corriendo hacia atrás de un camino. Cuando vi que le llegó un disparo a mi tía, me bajé a socorrerla y sentí el primer impacto, que fue como si me pegaran un combo en la guata, pensé que la bala me había rozado, di tres pasos más y sentí de nuevo (un golpe) y me caí. Mi tía y mi tío ya estaban tirados en el piso. Se bajó Yerson y también le disparó en cinco ocasiones; y por eso perdió un riñón", narró sobre los actos que se le imputan al "Topín", un vecino de San Pedro.
"El tipo se subió a un tractor y empezó a balbucear cosas: que mató a todos los perros. Cuando él pasó por mi lado, dijo que el perro más duro que le salió era mi tío (Álex Quijada). Además le pegó patadas en la cara a mi tía cuando estaba baleada en el suelo".
Más tarde, llegaron los carabineros y las ambulancias. Felipe, ayudado por un policía, yacía en el suelo y desde ahí vio cuando tapaban con una carpa naranja el cuerpo de su tía Esperanza. "Quería llorar pero no pude", confesó al rememorar tan gris escena.
Eva Carrillo, tía de Felipe y hermana de la víctima fatal, tildó estos hechos como "una masacre", por lo que anhela que la justicia condene duramente al autor de estos crímenes.
"Esto fue una masacre porque un hombre se bajó a matar a cuatro personas. Quiero que se haga justicia, que él pague por el homicidio de mi tía y por cómo nos dejó a mí, a mi tío y a Yerson", agregó el joven de 23 años.
Felipe, quien espera ir a la Teletón y recuperar de alguna forma la capacidad de caminar, se lo ha llorado todo en estas últimas seis semanas. Su mamá, Juana Carrillo, lo cuida día y noche porque él aún está conectado a una sonda, pues perdió su uretra y permanece postrado en la cama. "Para él es un dolor grande saber cómo está", explicó su tía Eva.
En este complejo momento, muchos familiares han estado apañando a Felipe. A ellos se sumaron sus amigos Edison Galleguillos y Damián Cáceres, y su polola Nelly.
Para peor, sus padres están cesantes y Felipe requiere costosos medicamentos, guantes quirúrgicos, un catre clínico, mantillas y pañales para usar diariamente. Por eso hoy, a las 20 horas en la sede vecinal de la población 30 de Marzo, realizarán una lota benéfica para reunir fondos.
"La gente que pueda cooperar con premios, donar mantillas para la cama, sondas, guantes quirúrgicos, leche Ensure, puede comunicarse con mi hermana Juana al número 974631584", sostuvo Eva.
"Espero que vayan a la lota de mañana (hoy) en la sede de la 30 de Marzo", dijo Felipe, quien ha demostrado entereza para enfrentar el peor momento de su juvenil existencia.

