Vecinos de Bellavista confesaron vivir atemorizados por culpa de los robos
Tres víctimas de robos decidieron dar a conocer sus testimonios. Para ellas, el consumo de pasta base sería el responsable de todos los ilícitos que ocurren en el sector.
A eso de las 20 horas, Lucía M.caminaba hacia su casa ubicada en el sector de Las Planicies de Bellavista cuando fue interceptada por un sujeto que, tras amenazarla con un cortaplumas, le robó su teléfono celular.
Según lo relatado por la mujer de 39 años, este es el tercer robo que sufre en menos de dos meses, aunque para ella, lo más triste de la situación, es que el autor del asalto era alguien a quien ella conocía muy bien.
"Cuando se acercó a mí para robarme, supe de inmediato que era el hijo de mi amiga. Ella me había dicho que andaba metido en la pasta base y que se lo habían llevado preso varias veces por andar robando, pero que no podía hacer nada porque el cabro estaba enfermo", detalló Lucía, quien es madre de dos niños que ya no quieren salir a la calle a jugar con sus amigos.
"El otro día estaban jugando a la pelota cuando fueron testigos del robo de una bici a otro niño del sector. Por culpa de eso, mis hijos nunca más quisieron salir a jugar a calle", dijo, con rabia, Lucía M.
Cloro y shampoo
Sandra también ha sido víctima de la delincuencia. Para esta vecina de calle Litoral, los robos que ha sufrido no han sido tan graves, pero de igual forma, aseguró sentir mucho temor.
"Afortunadamente no me han robado grandes cosas, pero igual uno se siente insegura porque los delincuentes andan al acecho, además que si se los llevan presos, al otro los jueces los dejan libres", comentó Sandra.
"El otro día, dejé un cloro y un shampoo en la ventana del baño de mi departamento que está en un primer piso. No pasó ni media y ya se los habían robado. Todo esto es culpa de la pasta pase porque los 'angustientos' roban cualquier cosa que puedan vender rápido o cambiarla por droga", agregó la víctima.
Isabel también vive en pasaje Litoral. La primera vez que se metieron a robar a su departamento, ella logró recuperar algunas especies. "Yo andaba en la feria buscando otra cosa, cuando de repente veo que estaban vendiendo mi cartera. Le revisé los bolsillos y todavía tenía las boletas de las compras que yo había hecho en el super".
En el segundo robo, tuvo menos suerte, porque hasta el día de hoy no sabe nada sobre su televisor plasma. "Esa vez rompieron la chapa de la puerta y se llevaron el plasma. Yo sé quién fue, pero no me atrevo a denunciar porque es gente peligrosa", dijo, con temor, Isabel.
Ninguna de las víctimas ha denunciado los robos, por temor y porque al final "nadie los detiene".
"Estos cabros están enfermos y mientras no se les trate, jamás van a dejar las drogas. A veces andan por la población como zombies y eso igual da pena, sobre todo por sus familias, porque la mayoría es gente de esfuerzo que al final no pudo luchar contra la droga. Aquí hay un vecino que tiene a sus dos hijos metido en la pasta. Imagine el calvario que vive ese caballero", sostuvo Lucía.