Raúl Abarca Pailamilla
Como todos los años, la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) entregó un adelanto de los resultados del Mapa Nutricional 2016, estudio que permite conocer el perfil nutricional de cuatro niveles educacionales (prekínder, kínder, 1° básico y 1° medio) de establecimientos municipalizados y particulares subvencionados, y que en su más reciente edición, revela que los estudiantes de 1° medio son los que presentan mayor sobrepeso.
En los últimos 6 años, este nivel es el que más ha incrementado su medición, pasando de 36,1%, en el 2011, a 45 %, el 2016.
Para Marcela Reyes, nutricionista que tiene su consulta en la oficina 709 del edificio Flanagan, ubicado en calle Blanco Encalada, este aumento se debe principalmente "a que vivimos en ambientes propicios para el sobrepeso y la obesidad. La falta de tiempo y la poca organización de las compras de alimentos provocan que sea más sencillo comprar 'comida rápida' o bien dar dinero a los niños, en vez de cocinar en casa".
En esta primera entrega del Mapa Nutricional 2016, la Junaeb destaca que prekínder aumentó en un 1,1% su nivel de obesidad respecto al estudio anterior, pasando del 22,8% al 23,9%; mientras que el 26,4% de los alumnos de kínder y 1° básico tiene sobrepeso.
"Hay que tener en cuenta que un niño obeso será un adulto obeso y con esto todo lo que conlleva la mala alimentación, como son las enfermedades cardiovasculares, depresión, alteración en el sueño, dolores articulares, diabetes, resistencia insulínica, todas enfermedades que se manifiestan cada vez a más temprana edad", advierte la especialista Marcela Reyes.
Falta de actividad física
Jessica Quiroz, nutricionista del centro de salud EB de Llolleo, explica que hoy tantos los niños como los adolescentes son más sedentarios que las generaciones anteriores. Esto, para la especialista, tiene que ver con las nuevas tecnologías y la falta de promoción de actividad física.
"Antes los niños pasaban su tiempo libre realizando juegos más activos que estaban basados en un mayor desgaste físico, mientras que hoy ocupan un tiempo extenso sentados frente al televisor, celular o juego electrónico. Con la inactividad, el sobrepeso u obesidad aumenta", detalla Quiroz.
Para disminuir estos altos índices de obesidad, Marcela Reyes recomienda que "lo importante es llevar una alimentación sana, equilibrada en cuanto a porciones y adecuadas a la edad de los niños y a la calidad en los alimentos. Se debe consumir en forma diaria frutas y verduras, pescados, legumbres y lácteos con un bajo contenido de grasas. Hay que evitar alimentos ultra procesados que poseen un alto contenido de azúcar, grasa y sal. Súper importante es fomentar la actividad física".
Quiroz, por su parte, resalta que "el factor familiar es gravitante, ya que si la madre y el padre son obesos, hay un alta probabilidad que sus hijos también lo sean. Los hábitos de los niños tienen mucho que ver con los de sus progenitores. Los padres son los responsables de la buena alimentación de sus hijos".