Silvia Catalán: "Fue una brutalidad cómo mataron a mi sobrina en el Congo"
Vecina de San Juan cuenta detalles de la trágica muerte de Zaida Catalán, quien fue degollada por opositores al gobierno congoleño.
Silvia Catalán (70) tiene rabia, impotencia y pena. Sus ojos vidriosos delatan la tristeza por haber perdido a una de sus sobrinas de la manera más trágica posible.
Zaida Catalán Morseby (36), funcionaria de Naciones Unidas, se encontraba en la República Democrática del Congo realizando labores humanitarias, en un país que se encuentra, hace varios años, sumido en una sangrienta guerra que ha significado la muerte de miles de víctimas.
La milicia Kamwina Nsapu, opositora al gobierno congoleño y conocida por la brutalidad de sus actos, secuestró a Zaida y a otras dos personas, el 12 de marzo pasado.
"Cuando nos enteramos que Zaida se iba al Congo muchos de mis hermanos se preguntaron por qué se iba allá. Sabemos que es un país complicado por la violencia, pero ella siempre fue así: humanitaria, linda, muy de piel, buena. Ella partió a principios de año", describe Silvia en su hogar de la avenida San Juan, en la comuna de San Antonio.
En uno de los sillones de su casa, esta mujer, al borde de las lágrimas, cuenta que la última vez que tuvo contacto directo con su sobrina, hija de su hermano Mario Catalán González, un exiliado chileno radicado en Suecia desde 1975 y que murió hace un par de años, fue en la Navidad de 2016.
"Me mandó un mensaje desde Suecia. Pasó las fiestas de Navidad y Año Nuevo con su mamá (María Morseby) y su hermana (Elizabeth, de 30 años) y ella me mandó un mensaje que decía "Feliz Navidad, tía", recuerda Silvia con la foto de su rubia sobrina entre sus manos.
Encontrada muerta
Zaida Catalán era la hija mayor del matrimonio de Mario y María. Estudió leyes en Estocolmo, Suecia, y su interés tanto político como humanitario, heredado de su padre, la llevó a realizar trabajos para las Naciones Unidas.
"Cuando tenía cinco años vino su familia para acá, a mi casa. Compartimos, era una niña hermosa, linda, muy simpática. Luego yo viajé a verlos y la última vez que nos vimos fue para el funeral de mi hermano", agrega.
Zaida viajó hasta el Congo llevando paz, como diría su tía, pero la violencia fue más fuerte y el reciente lunes su cuerpo fue encontrado decapitado en una fosa. "Fue una brutalidad cómo mataron a mi sobrina en el Congo", dice con rabia y pena Silvia Catalán.
36 años tenía Zaida al momento de su cruel muerte en el Congo.