Carolina Bustos Muñoz

El cementerio Parroquial de San Antonio nuevamente fue blanco de la delincuencia. Cerca de las 21.30 horas del miércoles, desconocidos intentaron robar especies desde una bodega ubicada al interior del camposanto.

Como no lograron efectuar el atraco, ya que fueron descubiertos por el nochero, no encontraron nada mejor que atacarlo con piedras y postonazos.

Al enterarse de lo ocurrido, el párroco de San Antonio, Vicente Véliz, se dirigió de inmediato hasta el lugar para realizar la denuncia a Carabineros.

"Apenas llegué al cementerio llamé al plan cuadrante. Me dijeron que en media hora estarían acá pero al final nunca llegó nadie", dijo el sacerdote con algo de molestia.

Según Véliz, los antisociales antes de marcharse amenazaron con regresar. "Yo no sé qué quieren porque en esta bodega no hay nada de valor".

Mientras narraba lo ocurrido a Diario El Líder, el religioso fue duramente increpado por un sujeto que estacionaba autos a la salida del recinto ubicado en la parte alta de San Antonio, quien lo acusaba de impedirles trabajar. "Esto es lo que debemos aguantar a diario. Este es el mismo señor que estaba en un asado al interior del cementerio hace unos días. La gente ya no quiere venir porque es amedrentada por estas personas. A mí no me tienen ni un respeto. He golpeado hartas puertas, pero nadie me ayuda con esto".

-¿Por qué lo acusan de no dejarlos trabajar?

-La Seremi de Salud prohíbe que los trabajos que se hagan en el cementerio sean realizados por gente que no tenemos contratada. Antes la familia podía traer a alguien o contratar a personas externas para que hicieran el hoyo, pero hoy eso no se puede hacer. Nosotros debemos cumplir con las normativas que la Seremi estipula.

Añadió que "algunos me dicen que estoy poniendo en riesgo mi vida, pero sabe, no tengo miedo. Si esto va a significar incluso una venganza de muerte, no me importa. Lamentablemente en Chile cuando muere alguien se activan las leyes. Más que un mártir haría un servicio".

Carabineros

Por su parte, el comisario de San Antonio, mayor Edgar Salas, indicó que hace unos días se reunieron con el párroco y con diversas autoridades para analizar el tema. "En esa reunión se llegaron a algunos acuerdos".

En cuanto a la queja del párroco sobre la nula respuesta de los efectivos ante su llamado, el oficial señaló que "voy a verificar la situación y ahí podré dar una respuesta".

Liria Menares supervisa estrictamente el Facebook de su hija de 12 años. Sólo con esa condición le permitió unirse a esta red social.

"Yo lo pasé mal cuando chica, por eso cuido a mis hijos con garras y dientes", confesó esta cartagenina.

La noche del miércoles, y mientras se encontraba junto a sus dos hijos menores, un llamado de la menor de 12 años la alertó de que algo no andaba bien.

"Mi hija venía pálida. Me pidió que sacara a sus hermanas porque tenía que mostrarme algo feo", contó.

Según el relato de Liria, hace unas semanas un hombre que aseguraba llamarse "Fabián Córdova" le mandó a su hija una solicitud de amistad desde un perfil falso en Facebook. "Ella lo encaró, pero como se le acabó el internet del teléfono y yo no se lo cargué, ahí quedó todo. Ayer (miércoles) ella necesitaba internet por eso se lo volví a cargar. Ahí se percató que este hombre le había mandado un video en donde se masturbaba", afirmó, muy preocupada, la mujer.

A primera hora de ayer interpuso una denuncia en la PDI, pero de igual forma afirmó sentirse muy asustada. "Por esto nunca quise dejarla tener Facebook. Anda mucho degenerado acechando a niñas chicas y muchas no deben decir nada".