Surge una luz de esperanza en la angustiosa búsqueda de carnicero perdido hace 14 meses
Mario Quiñones salió de su casa en Algarrobo el 16 de enero del 2016 y nunca más volvió. Por primera vez desde entonces, una de sus hermanas cree que pudo ser visto en el norte del país. La fe está intacta.
Un año, dos meses y veinte días han pasado desde que el conocido carnicero Mario Quiñones Salas desapareció misteriosamente en el sector de El Litre, en la comuna de Algarrobo.
El 16 de enero de 2016 el trabajador salió de su casa y nunca más regresó. Eran cerca de las tres de la tarde. En ese instante tenía 51 años y una severa depresión.
Las primeras horas fueron de desesperación total para su círculo más íntimo. Sus familiares pensaron que había "cometido una locura" en referencia a un posible suicidio.
¿en chañaral?
A pesar de las sospechas y la larga búsqueda, no hay pistas de que haya tomado esa fatal decisión. Por el contrario, su familia cree que se mantiene a salvo en algún rincón, tal vez no del Litoral Central, pero sí de alguna ciudad del país.
Hace una semana habría sido visto en Chañaral, en la Región de Atacama, donde un ex pololo de su hija lo habría divisado sin poder tomar contacto con él, según contó Myrian Quiñones Salas, una de las hermanas de Mario. Son siete en total.
"Hemos tenido varios llamados de distintas partes, pero hasta ahora ninguna pista ha sido acertada. La última llegó hace pocos días, donde lo vio este niño (la ex pareja de la hija del extraviado), que lo conocía bien", indicó la mujer.
La sospecha, no confirmada hasta ahora, es un gran alivio para sus oprimidos corazones.
"Tengo toda la esperanza de que está en buenas condiciones. Todos los días estoy pidiendo por él, entregando una luz para que esté mejor. Yo era como su mamá, estaba con él siempre", agrega con la voz entrecortada por la pena. La angustia de no saber dónde está es demasiado grande como para seguir su existencia con normalidad.
Myrian cuenta que desde ese horrible 16 de enero, "la Policía de Investigaciones ha buscado en las morgues sin ningún fruto. Eso también me da ánimo", confiesa.
Tristeza tremenda
"Cuando aparece un cadáver llamamos de inmediato y cada vez nos han dicho que no es él. Lamentablemente todos los días desaparecen demasiadas personas y no hay suficiente personal en la PDI como para seguir adelante con las búsquedas. Es una pena tremenda que no le doy a nadie", prosigue la hermana.
"Fuimos también a la Policía Marítima, pero no se puede iniciar una búsqueda con buzos si no hay ningún testigo confiable que diga que lo vio lanzándose al mar. Hacer un operativo como ese es muy caro, se gastan muchos recursos movilizando barcos y cosas así. Igual, en la costa (de la provincia de San Antonio) hay muchos lugares como para que se tire (al mar) sin que lo hayan visto", reclama.
Mientras el trabajo de los policías sigue sin entregar resultados, la familia se ha acercado a "canalizadores". No pierden la fe.
"Solo una persona nos dice que está fallecido en alguna parte de la Quinta Región, pero el resto señala que está con vida", afirma Myrian sobre las visiones de las clarividentes consultadas por la familia.
"También nos han dicho que Mario probablemente no sabe quién es, que olvidó todo", añade.
Depresión
El relato de estas videntes concuerda con el diagnóstico que hace Myrian respecto de cómo estaría la salud de su hermano.
"El sufría de depresión y un año antes de desaparecer tuvo un accidente y su cerebro se llenó de hematomas. Estuvo muy mal y lo operaron en el Instituto de Neurocirugía. Después de eso quedó más débil, se le olvidaban las cosas y empezó a tener ilusiones de que lo estaban persiguiendo y lo querían matar, que es algo que no tiene sentido para nosotros", finalizó.
Hoy, cuando se suma una nueva jornada más a la cuenta de días de extravío, Myrian probablemente despertó pensando en dónde está su hermano. Ojalá pronto tenga la seguridad de amanecer conociendo su paradero. Cualquier información será bien recibida al +56 9 8260 7823.
52 años tendría hoy Mario Quiñones, un conocido carnicero de la comuna de Algarrobo.