¿Cómo se hizo?
Otra vez San Antonio salió mal parado en un estudio a nivel nacional. Esta vez se trata del análisis que hizo un grupo de expertos en 27 ciudades de Chile para medir cuáles están mejor equipadas para "brindar oportunidades de progreso a sus habitantes", según consignó ayer diario El Mercurio de Santiago.
Los tres primeros lugares los ocupan Punta Arenas, Valdivia y Osorno. La comuna puerto, en tanto, está en cerrando el listado. Solo superó a la vecina comuna de Melipilla y La Calera.
La investigación liderada por el economista Jorge Marshall, ex consejero del Banco Central, tomó en consideración 65 variables que se agrupan en cinco categorías: economía, gobernanza, innovación, sociedad y urbanismo. Los resultados se ordenaron en una escala de cien puntos. Los más altos corresponden a la mejor evaluación, en este caso Punta Arenas con 70, 84 puntos. El desempeño más bajo fue de Melipilla que sumó 18,20 puntos.
San Antonio obtuvo 30,55 puntos.
"Son ciudades -dice Marshall en referencia a las tres con más baja puntuación- que no tienen impulsos exógenos (de afuera) ni endógenos (internos) significativos. Esto incluye a San Antonio a pesar del puerto".
Aunque las conclusiones finales serán entregadas mañana en Concepción, por ahora, se sabe que San Antonio quedó atrás en dimensiones tales como el ingreso económico de sus habitantes, que promedia los $361 mil per cápita, cifra bastante más lejana que los $517 mil que se ganan en Punta Arenas o los $655 mil que ostenta la ciudad minera de Antofagasta, de acuerdo a lo consignado por El Mercurio.
Otro factor negativo fue el urbanismo, donde se contempló la calidad de vida y del sistema de transportes de cada ciudad.
De 1 a 100, Punta Arenas arrasa con 72 puntos, seguido por Valdivia con 74 unidades en calidad de vida. San Antonio, por otro lado, tiene cero. Sí, solito el cero.
¿Cómo se puede revertir? "Alianzas públicos y privadas", asegura Marshall, para "generar polos inversión".
"Si bien es importante que exista una actividad económica fuerte, eso no necesariamente es garantía de desarrollo, pues hay otras variables que también juegan un rol para que los habitantes se queden en esa ciudad y fomenten más desarrollo. Y acá puede haber factores tan diversos como una planificación urbanística adecuada, gobiernos locales que con alianzas público-privadas puedan generar y liderar un proyecto que dinamice la ciudad, o que haya polos (universidades o centros) de innovación", indica la publicación.
"No hay ciudad que no pueda desarrollar un proyecto", dice Marshall, y da como ejemplo el caso de Santa Cruz. "Este es un proceso gradual, en que alguien dice por qué no ponemos un museo del vino. ¿Quién pensaba que Santa Cruz podría ser un proyecto atractivo? Y terminó siéndolo", señala.
Un eventual megapuerto y el Centro de Formación Técnica Estatal, serían por lo pronto dos grandes impulsos.
El propósito de este estudio, cuya primera versión elaboraron en 2015, es evaluar la competitividad de las ciudades. En simple, indagan -a través del cruce y análisis de 65 variables- cuán favorable es cada uno de los centros urbanos en generar condiciones y oportunidades de progreso para sus respectivos habitantes. Para llegar al resultado o índice general, los expertos consideran estas variables agrupándolas en cinco dimensiones o subsistemas: economía, gobernanza, innovación, sociedad y urbanismo. Esta segunda versión del índice de competitividad consideró a 27 ciudades del país, que incluyen 107 comunas, dado que muchos de estos polos están conurbados y, por tanto, agrupan más que a un único municipio. Los investigadores presentarán este informe este martes en la Corporación Regional del Desarrollo de la Región del Biobío. En el índice general, el promedio de estas 27 ciudades arrojó un resultado de 49 puntos, en una escala en que cero es el peor resultado y 100 la mejor calificación posible de obtener. Punta Arenas lidera el ranking general, con 70,84 puntos, seguida de Valdivia, con 63,40 puntos y, luego, Osorno, con 62,15 puntos