David Muñoz Castillo
El domingo, David Berríos Pavez (30 años) jugó su último partido en la primera adulta de Estrella de Chile. Tras vencer a Unión Santo Domingo por 1 a 0 con gol de Carlos Herrera en la final de la Copa Litoral Central, el portero y capitán parroquial levantó el trofeo, el primero que consigue el club en la justa provincial de fútbol.
Tras el inédito logro, "Caracha" anunció su decisión públicamente. Antes del partido en su arenga les pidió a sus compañeros ganar la final para retirarse del fútbol como campeón.
No fue una determinación tomada al azar. La meditó hace meses.
Así terminó una larga relación que comenzó cuando era muy pequeño. A los 8 años llegó a jugar en Estrella de Chile. "Casi todos los de mi familia son de Estrella, mi papá, primos y tíos. Somos una familia estrellina, divididos con laurinos (Lauro Barros), otros son del Norteamérica", detalló.
"Caracha" se destacó como arquero en el fútbol amateur sanantonino, pero sus inicios fueron distintos. "Partí como defensa, como lateral derecho, en el mismo puesto en el que jugaba mi papá, como el 5 antiguo, delante del central", recordó el portero, que sufrió la repentina partida de su padre Luis Berríos Galleguillos, quien sufrió un infarto tras jugar un partido en el torneo para superseniors de Estrella el 15 de marzo de 2009.
Más tarde iniciaría su romance con el pórtico. "En la segunda infantil empecé a jugar de arquero. Cuando estaba chico por el club íbamos a un campeonato de futbolito con Placilla, Cerro Alegre, Bello Horizonte y en la pobla (Vista Hermosa) teníamos un equipo. Éramos hartos cabros chicos, hicimos dos equipos. Había un puro arquero, que era el hermano de Víctor Hugo Olmedo, su hermano chico era el único que teníamos. Como faltaba otro, me puse a jugar y me empezaron a entrenar en la calle", agregó.
La fascinación por el puesto fue inmediata. "Salimos campeones invictos y no me hicieron ningún gol en todo el campeonato. Ese era mi puesto, si cuando chico era más lento que una tortuga", bromeó sobre su condición física durante su infancia.
Nunca más salió del arco. Hasta los 17 años jugó en Estrella de Chile, mientras hacía sus cadetes en Deportes Melipilla. "Cuando podía jugaba por Estrella. Pasé por varios equipos: Lo Abarca, San Antonio Unido, estuve 4 años de 2006 a 2009. El mejor año fue el 2009, era el único de San Antonio. Después volví a Estrella, pero como delantero", precisó sobre uno de los capítulos de su carrera deportiva.
Posteriormente, vendría uno de los episodios más recordados de su historial como arquero. "Me fui a Huracán (2012), donde llegamos a las semifinales de la Copa Anfa, la mejor actuación del club. Cómo tapaba penales en esa campaña", recordó.
El derrotero futbolístico lo llevó a Lauro Barros. "Nos pusimos de acuerdo con algunos familiares y amigos, que estábamos repartidos en otros clubes, y como el Laurito es de la pobla, nos fuimos todos al club", contó sobre la nueva aventura que emprendió en el fútbol.
Dos años después retornó a Estrella (2015), pero ahora como director técnico de la primera adulta. "Quería seguir dirigiendo, ahora igual me gustaría con el tío Mario (Zamora, DT de la primera parroquial). Vamos a ver si me quiere lo suficiente y me acepta", solicitó.
En esa experiencia como adiestrador perdió con Unión Placilla la clasificación a la Copa Litoral en primera por la vía de los penales. "Como perdí, quedamos eliminados, fue una mala campaña y me sacaron del cargo. Ahí hablaron conmigo para que volviera a jugar".
-¿Tenías ganas de volver a jugar?
-De verdad, no.
-¿Por qué?
-Llego cagado de sueño de la pega, como trabajo de noche. Me duelen las rodillas, la espalda. La vida de noche es complicada.
Hace 7 años David comenzó a trabajar en locales nocturnos. Hoy su nuevo proyecto es el bar Piedra Roja (avenida Chile 523, Llolleo). "Me gustó trabajar de noche y en eso estoy", comentó sobre uno de los aspectos de su vida.
Cuando optó por dirigir ya no tenía ganas de volver a jugar. "Como me pidieron que jugara, acepté. Ahí me convencieron", explicó sobre su retorno a las canchas.
Aceptar la propuesta de Estrella de Chile no fue fácil. Tampoco lo fue responder bajo los tres palos. La vida nocturna y el trajín de la vida complican su condición física. Cada vez se le hace más difícil recuperarse después de un partido. "Parezco abuelito levantándome los lunes. Me duele la espalda y las rodillas. Por eso no quiero seguir jugando, la exigencia es mucha".
-¿Te vas a lo grande?
-Sí, los saqué campeones y me voy (risas). Ya no me puede huevear más, salí campeón , me puedo retirar tranquilo.