Secciones

La vida de la "Jurado del Pueblo" de Cartagena tras sus días de fama

Marcela Pino Urra, quien se hizo famosa en Viña del Mar por invitar a Maluma a probar sus empanadas de pino, cuenta cómo fue su experiencia en el certamen de la canción más importante de Latinoamérica.
E-mail Compartir

Los que conocieron a Marcela Pino Urra antes de su experiencia como "Jurado del Pueblo" del Festival de Viña del Mar pueden notar al menos un cambio de actitud en ella.

El cambio en su rostro fue notable. El fashion emergency que le brindó una destacada clínica integral de Reñaca, la dejó literalmente 2.0. Bajó más de 10 kilos de peso, sus dientes lucen blancos y alineados, su cabello lo mantiene con un bello corte y color, y su rostro, pese a que la encontramos sin maquillaje, luce radiante.

Después de un mes y medio de terminado el certamen de la canción, Marcela volvió a su realidad en su domicilio de la comuna de Cartagena. Allí se dedica a hacer tortas por encargo y a dar alojamiento en tres departamentos independientes que mantiene en su propiedad.

Marcela tiene 54 años de edad y vive en el balneario hace 25. Estudió Técnico en Alimentación en la Escuela Técnica Santa Rosa en Santiago y junto a sus hijos posee un carrito de completos que trabaja sólo los veranos en la Playa Grande.

Hace cerca de 10 días fue abuela por tercera vez y junto a sus tres hijos mantiene una vida muy tranquila. Vive sola con su hijo menor, de 21 años.

Según ella, más que su participación en Viña, lo que realmente le permitió hacer un cambio en su vida fue la separación con su ex marido.

"Siempre me gustó la televisión, y desde que supe del concurso de Chilevisión, quise participar, pero a él (el marido) le parecía mal. Pero cuando me separé, le pregunté a mis hijos nomás y con el apoyo de ellos hice todo", detalla Marcela.

Como siempre quiso acercarse a la televisión y al mundo de las comunicaciones, recuerda que participó en un concurso del programa Éxito de Canal 13 en los años 90, aunque no tuvo muy buenos resultados, porque no ganó el premio que buscaba.

Sin embargo, nunca perdió la esperanza y buscó participar en uno y otro concurso.

Un sueño

Todo comenzó a fines de noviembre del año pasado. Ella dice que se acostaba muy tarde preparando tortas y panes de pascua, por lo que veía televisión hasta altas horas de la noche. Fue en una de esas oportunidades cuando se dio cuenta que tenía muy poco tiempo para postular al concurso que ella quería.

Gracias a su hija, de 28 años, quien lleva su mismo nombre, editó un video donde mostró toda su espontaneidad y buen humor, lo que cautivó la preferencia de cientos de personas que votaron por ella.

El 13 de diciembre ya recibía la noticia de haber sido seleccionada como la "Jurado del Pueblo Oficial" de Viña del Mar.

De ahí en adelante comenzó a vivir el sueño que siempre había perseguido.

Mostrando una caja con recuerdos, premios, regalos y recortes de las publicaciones de su aparición en el festival, cuenta que se trató de la experiencia más inolvidable de su vida y que realmente fue "un sueño".

Para cuantificar en pesos lo que recibió en esta incursión televisiva, dice que no lo tiene muy claro, pero que sus hijos han calculado que la Clínica Leben, especialista en tratamientos de belleza, invirtió al menos unos 15 millones de pesos en su mejoramiento dental, facial y físico.

"Estábamos contrarreloj, porque cuando empezamos a trabajar con la clínica teníamos menos de un mes para que empezara el festival. Así es que lo que me hicieron a mí en dos semanas, era un trabajo de al menos seis meses. No podía ni moverme, llegué en calidad de bulto a la casa, pero valió la pena", indica.

En términos de vestuario y alojamiento, el canal debió incurrir en un gasto de al menos ocho o 10 millones de pesos, además de todos los costos de viajes y traslados desde Viña a Cartagena y Cartagena a Santiago.

Ahora guarda en su clóset de Cartagena las 14 tenidas de ropa que usó en Viña: siete para sus actividades de día y las otras siete para sus presentaciones de noche. Además de todas las lecciones de maquillaje, peinado y cómo combinar sus prendas.

"Fueron 10 días de alojamiento en el Sheraton Miramar junto a mi hija y con todo pagado. Sin escatimar en nada", revela.

Y finalmente, su auspiciador, "Clorinda", le regaló un viaje para dos personas a San Pedro de Atacama por cuatro días, con tours y todo pagado en uno de los mejores hoteles de la zona. Al menos un millón de pesos más, que recibió por este relajante viaje que hizo junto a su hija entre el 23 y el 26 de marzo pasado.

Y en esta pose de amante de los viajes, ya está planeando un nuevo destino. Próximamente viajará con una amiga a Europa para turistear y disfrutar de su soltería.

"Yo ya me independicé y como mi trabajo es independiente, manejo mis tiempos, así es que me puedo dar un par de gustos", señala entre risas.

-¿Cómo le ha ido en el amor después de este fashion emergency?

-No hay nada, aunque por Facebook tengo dos admiradores que me escriben de Estados Unidos. Pero nada más allá.

-¿Es muy exigente?

-Yo creo que sí, no me dejo conquistar por cualquiera.

-¿Cómo tiene que ser un buen candidato para conquistarla?

-Tiene que ser educado, saber hablar bien y escribir bien.

-¿Qué le mata las pasiones?

-Las faltas de ortografía. Yo no soy perfecta, cometo errores también, pero no soporto que me escriban con evidentes faltas de ortografía.

Maluma

Dice que de Maluma nunca más supo y que incluso el famoso cantante colombiano no se despidió después de su exitosa presentación en el festival. "Se fue calladito y dejó su votación con la notaria". Así es que las empanadas que ella le ofreció nunca las probó. Lo que rescata es la "buena onda" que vivió junto a él y todos los integrantes del jurado mientras protagonizó la experiencia festivalera.

"Los días se me hacían muy cortos con los viajes, las compras, las grabaciones y esas cosas, porque era algo que me encantaba hacer. Yo era la primera en llegar y la última en salir, pero feliz", agrega. "Fue realmente un sueño, un regalo divino".

"}]'="">
Registra visita