La imagen de Vicente Huidobro y una nueva postal de Cartagena
Con mosaicos y muchos colores recuerdan en la escalera Kennedy una de las emotivas estrofas del poema Altazor que hiciera famoso el poeta que vivió sus últimos días en el balneario.
Y de un momento a otro, el poeta Vicente Huidobro se posa sobre la Terraza de Cartagena. Suelta desde sus hombros el paracaídas que lo trasladó hacia uno de los lugares patrimoniales más reconocidos del balneario y se deja conocer por los cartageninos más jóvenes y los turistas.
Baja una y otra vez por los empinados escalones de la escalera Kennedy. Impone su figura mediante una prosa seleccionada desde su obra "Altazor".
Su metafórica presencia no es casualidad. Sus gestores quisieron que Vicente Huidobro comenzara paulatinamente a ser la nueva cara de Cartagena.
La nueva postal tendrá como imagen icónica el retrato que el artista español Pablo Picasso realizó del poeta. Y para eso se basaron en la técnica del mosaico.
Marjorie Figueroa Céspedes, junto a un equipo de trabajo, intervinieron el espacio urbano con esta técnica milenaria. Ya habían hecho lo mismo en agosto de 2012, pero una remodelación de la escalera llevó ese trabajo a cero y todo fue destruido en pocos días.
"Ni siquiera nos avisaron que iban a romper todo para hacer la escalera de nuevo. Si no nos damos cuenta se hubiera perdido todo el trabajo que realizamos junto a un grupo importante de colaboradores", afirma Marjorie Figueroa, quien formó parte de la fundación de la organización sin fines de lucros "Brigada Mosaiko", encargada de realizar la primera obra que tuvo la escalera Kennedy, la que vio la luz con el apoyo de muchos colaboradores, y que se realizaba durante los fin de semana o en los momentos en que había tiempo para trabajar.
"La gente pasaba y le llamaba la atención y nos preguntaba qué estábamos haciendo. Fue algo solamente por amor al arte, con mucha autogestión, ya que la idea era realizar una obra en la que dejáramos el legado de Vicente Huidobro a disposición de la comuna de Cartagena", recuerda Marjorie, explicando que estuvieron más de un año pegando pieza por pieza los mosaicos en la escalera Kennedy.
Volver a nacer
Pero el progreso no respeta ni las prosas de Huidobro, y tras la remodelación de la transitada escalera, a principios de marzo Marjorie recibió una llamada por teléfono en la que su amiga y compañera de trabajos de mosaicos, Loreto Ramírez, le comentaba que estaba la posibilidad de volver a realizar la misma intervención en la nueva construcción.
"Nos dieron un plazo de poco menos de un mes, ya que las obras tienen una fecha de término y si se pasa de los días comienzan a cobrar multas. Así que fue un trabajo con poco tiempo pero que resultó genial y con el resultado que esperábamos", asevera.
Usando el método indirecto, y trabajando en un taller que armó de emergencia en la casa en la que vive junto a su marido Gonzalo Sáenz-Diez, en menos de un mes tuvieron la obra de arte lista.
"Esta vez, como trabajamos con el método indirecto y el fraguado in situ, realizamos casi el 95 por ciento del trabajo en el taller. Dejábamos la malla lista con los mosaicos y luego íbamos a instalar a la escalera. Trabajamos cuatro días a la semana, entre las 10 de la mañana hasta bien tarde, a veces nos quedábamos hasta las 12 de la noche", rememora Marjorie Figueroa.
Listo para la foto
Durante estos días de Semana Santa, la escalera Kennedy quedó nuevamente intervenida con la prosa de Vicente Huidobro que pertenece a la obra Altazor: "Tomo mi paracaídas y del borde de mi estrella en marcha me lanzo a la atmósfera del último suspiro".
Los mosaicos ya están otra vez en su lugar pero con nuevas creaciones. La más llamativa, la cara del poeta retratada por Picasso. Un clásico de Huidobro. "Hay una revitalización de la obra y de la misma escalera que pudimos intervenir, ya que se enmarca en un sector de barrios típicos que rescatan el inmenso patrimonio cultural que tiene Cartagena", acota Marjorie Figueroa, quien trabajó en equipo junto a Paulina Riquelme, Tian Caipillán, Fidel Rojas, Carolina Romero, Loreto Ramírez y Nancy Torres.
"Con esta intervención pública lo que tratamos de formar es identidad en base a la figura del poeta Vicente Huidobro. Queremos que los niños pasen y se detengan a leer una estrofa de Altazor y aprendan quizás algo que no tenían pensado conocer. El arte en espacios urbanos y callejeros a veces tiene más valor del que se presenta en un centro cultural o en un espacio cerrado", reconoce Marjorie.
Dentro de futuras proyecciones, la artista admite que le encantaría realizar una intervención en el Talud 21 de Mayo, un lugar renovado en San Antonio que quizás no ha logrado encantar por completo a la comunidad.
"Sería lindo rescatar este espacio con mosaicos y embellecer un lugar que podría ser también una hermosa fotopostal de la ciudad puerto de San Antonio", dice Marjorie Figueroa Céspedes.