Camila Infanta S.
Un mes con más gastos debiera ser, idealmente, un mes en que se reciba más dinero. Sin embargo, no se pueden estar solicitando créditos de consumo o préstamos a casas comerciales, sin parar. Para hace frente a este problema es que se inventaron, hace décadas, unos bonos informales que los chilenos llaman "pollas" y que en países como México se conocen como "tandas".
Este consiste en, idealmente, reunir a 12 personas cercanas (también pueden ser menos), como compañeros de trabajo, familia o amigos, los que deberán entregar mensualmente un monto de dinero.
La cuota debiera ser de fácil acceso, para que no duela o duela lo menos posible, pues se debe entregar sí o sí todos los meses de un año.
Con la suma de los montos se crea un fondo, el que se entrega a cada uno de los participantes, un mes al año. Por ejemplo, a Juan en mayo y a Verónica en junio, y así.
Pese a que no existen estudios sobre el mecanismo que aseguren qué tan usado es en el país, "en los años 80 era una práctica muy común, porque el acceso al crédito era muy restringido, entonces era una forma de acceder a cosas sin un costo adicional", dice la analista de la plataforma de fondos mutuos, Fol.cl, Paloma Barrios.
Los riesgos y la banca
La especialista plantea que, si bien la polla es un ahorro a corto plazo, también tiene riesgos. Lo primero es elegir a la persona que lleve el registro de cuenta y pagos: "¿Qué pasaría si esta persona se gastara los fondos y desapareciera? Otros riesgos que conlleva es que el dinero no está protegido contra robos o, incluso, de alguien que incumpla con sus pagos".
Agrega que, por ello, ha sabido de varias empresas que lo tienen prohibido, "ya que ha habido problemas serios con el pago de dinero o incluso porque alguien se han arrancado con todo".
El CEO de Inversión Fácil, Cristián Lecaros, coincide en que, al ser un mecanismo basado en la confianza, tiene bastantes riesgos y pocas garantías, pero que sin duda sirve bastante, sobre todo para quienes no están bancarizados.
"Al chileno le cuesta mucho ahorrar. Y no tiene que ver con cuánto gano, sino con cuánto gasto, pues todo te invita a gastar. En todos lados ofrecen facilidades de pago, todo con módicas cuotas, entonces, el sobreendeudamiento es terrible", dice.
Por ello, agrega que bajo esa perspectiva, "este mecanismo es una forma de ahorrar a corto plazo y tener un colchón para épocas de vacas flacas".
Dentro de sus riesgos o desventajas, Lecaros asegura que el más complejo es que este mecanismo está basado en la confianza y eso puede fallar en cualquier momento.
Además, no es un ahorro que se pueda demostrar ante, por ejemplo, un banco, detalla el experto: "Cuando uno quiere pedir un crédito hipotecario, por ejemplo, puede mostrar sus ahorros, acá el dinero que tenga en una polla, no lo va a reconocer nadie".
También es un dinero que se ahorra, pero que no genera intereses e, incluso, se deprecia. "Si lo que ponen es 100, a fin de año ese dinero ya vale 104, pero al final lo que vas a recibir es siempre 100", recalca el especialista.
"¿Qué pasaría si esta persona se gastara los fondos y desapareciera? Otros riesgos son que el dinero no está protegido contra robos o, incluso, de que alguien incumpla".
Paloma Barrios,, analista de estudios de FOL."