Joven madre sanantonina lucha para derrotar al cáncer ovárico
Jenny Vega está asistiendo a sesiones de quimioterapia cada 15 días en el hospital Clínico de la UC en Santiago.
Hace diez años, luego de que Jenny Vega fuera madre de su segunda hija, Dennise, comenzó con dolores en los pechos cada vez que le llegaba el período menstrual. Nunca antes había sentido un problema así, ni siquiera cuando fue madre por primera vez de Javiera, por lo que inmediatamente fue a visitar a un médico para que le entregar un diagnóstico.
Tras una primera opinión en la Clínica San Antonio, junto a su pareja Raúl Acuña quisieron tener una segunda visión y viajaron hasta Santiago.
En la capital los especialistas le confirmaron que tenía un quiste en el pecho derecho, por lo que tuvieron que hacerle una intervención para sacárselo. Sin embargo, hace dos años Jenny nuevamente comenzaría con problemas, por lo que le realizaron un examen de sangre que no tuvo buenos resultados.
A la joven madre sanantonina le detectaron un tumor en el ovario derecho que se había expandido de tal forma que ya se había adosado a su hígado, por lo que era muy peligroso para su organismo.
"Le diagnosticaron cáncer al ovario derecho, y como el tumor era tan grande y estaba pegado al hígado, una operación era imposible porque podía pasar algo peor", explica Raúl Acuña, quien lleva 21 años junto a Jenny, y actualmente viven en Alto Mirador con sus hijas Javiera, de 19 años, y Dennise, de 10 años.
Junto a su hija
Y como si fuera poco con lo que sucede con Jenny Vega, la hija más pequeña, Dennise, también tiene que acudir periódicamente hasta Santiago para recibir una inyección de hormonas producto de su diagnóstico de "pubertad precoz".
"Nuestra hija se desarrolló antes, por lo que tiene que recibir una hormona que detenga su crecimiento", afirma Raúl Acuña, agregando que "entre mi señora y mi hija los gastos médicos están siendo altos para nosotros como familia. Lo de mi señora aún no sabemos cuánto irá a salir, porque en estos momentos solamente me he dedicado a firmar documentos".
Quimioterapia
Cada 15 días, Jenny Vega acude a sesiones de quimioterapia en el hospital Clínico de la UC en Santiago. La idea que tienen los doctores es que el tumor se achique y así pueda ser encapsulado para una futura operación que no implique riesgos en su hígado.
"Después de las sesiones mi señora demora cuatro días en recuperarse. De hecho, cada terapia es dividida en dos partes en dos días diferentes, porque si no sería demasiado fuerte para su cuerpo. A finales de mayo Jenny se podrá volver a hacer los exámenes para ver si hay posibilidades de intervenir el tumor", dice esperanzando Raúl Acuña.
8 sesiones de quimioterapia son las que debe realizarse Jenny Vega para encapsular el tumor que tiene en su ovario derecho.