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Por falta de recursos familia vive en su casa incendiada hace ocho años

La vivienda resultó gravemente dañada. Los afectados claman por ayuda para no seguir residiendo entre cenizas y palos quemados. "Me gustaría que mis hijos vivieran en un lugar digno", dijo la dueña del inmueble.
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Carolina Bustos Muñoz

Lucinda Vásquez Araya siempre soñó con tener su casa propia. Por 20 años luchó por cumplir ese anhelo. Por eso cuando parte de ella resultó dañada a causa de un incendio, su vida y la de su familia se desmoronó por completo.

A pesar de que han pasado ocho años desde que ocurrió la tragedia, la existencia de los Muñoz Vásquez se detuvo casi en su totalidad. Por falta de dinero la vivienda jamás fue reparada y, como tampoco tenían dónde ir, no les quedó más opción que seguir en este lugar con gran parte de su estructura siniestrada.

Según el relato de esta vecina de calle Libertad 1116, su casa ubicada en la población Sor Teresa se quemó hace casi ocho años. Aunque no recuerda el día exacto, sí tiene claro cómo se originaron las llamas. "Todo comenzó en una salamandra que estaba en el living-comedor y que en cosa de segundos se prendió. Mi casa quedó hecha cenizas".

"Fue una tragedia porque nunca pudimos arreglar la casa y al final tuvimos que acostumbrarnos a vivir en estas condiciones", comentó la mujer de 57 años, quien padece una artrosis que le impide trabajar y desplazarse con normalidad.

Vivir con dignidad

Cuando Lucinda observa su casa y en las condiciones que sus hijos adolescentes han vivido todo este tiempo, la pena se apodera de ella. Reconoció que a estas alturas de su vida, lo único que pide es que sus dos retoños puedan vivir en mejores condiciones. "Me gustaría que mis hijos vivieran en un lugar digno, pero nunca he recibido ayuda de nadie y yo no tengo plata para arreglar la casa. Con suerte nos alcanza para vivir".

A tanto ha llegado la angustia de esta familia que Camila (17), la hija mayor del matrimonio, estuvo tres años sin querer levantarse de su cama a raíz de la tristeza que le causó el incendio. "No me gusta cómo está mi casa, por eso me gustaría que la arreglaran", señaló la joven, mientras acaricia a una perrita que nació con una extraña malformación en sus dos patas delanteras y que ella decidió adoptar.

Los dormitorios de ambos jóvenes fueron levantados con planchas y algunas tablas donadas por conocidos. No tienen ventanas y por cada rincón se cuela el frío y la humedad. Para qué hablar de cómo queda la casa cada vez que llueve.

"Se moja todo", irrumpió Pedro (15), el menor de los Muñoz Vásquez. "El frío entra por todos lados. Además, no tenemos piso, tampoco ventanas... por eso mi mamá quiere que alguien la ayude".

"Los dos están bajo tratamiento médico. Pedro es muy inquieto y tiene que tomar medicamentos, mientras que Camila estuvo con una depresión por tres años. La verdad es que no me gustaría que le dieran el alta porque no la noto bien. Ella necesita ayuda médica", comentó Lucinda.

El 12 de mayo Lucinda cumplirá 57 años. Para ella el mejor regalo sería que alguna persona de buen corazón le devolviera la dignidad que perdió con aquel siniestro.

"Siempre he soñado con tener piso de cerámica, pero para eso necesito que alguien me ayude con el radier. A lo mejor alguien podría ayudarnos a limpiar el patio porque todavía están los desechos del incendio. Si alguien me ayudara sería el mejor cumpleaños", concluyó.

EL CABO PRIMERO jUAN mONSALVE HA ESTADO PRESTáNDOLE AYUDA A ESTA FAMILIA TRAS CONOCER LAS CONDICIONES EN QUE VIVEN.
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