Mónica Jorquera Escobar.
En el verano de 2014 se denunció un delicado hecho en la policía. Una mujer acusaba que su hija había sido abusada sexualmente y que el autor de este terrible acto había sido el abuelo de la víctima.
Las diligencias quedaron en manos de la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales y Menores de la Policía de Investigaciones y fueron encabezadas por el fiscal Álvaro Mansilla, abogado que también llevó adelante el juicio oral en contra del acusado, proceso que terminó esta semana.
En el juicio, que se extendió por cinco días, el abogado persecutor presentó ante el Tribunal Oral en lo Penal de San Antonio una serie de pruebas y testimonios que lograron acreditar que el anciano de 74 años realizó tocaciones deshonestas a su nieta cuando ésta tenía sólo 6 años.
Cuando ocurrió el ataque sexual, el sujeto, según se demostró en el juicio, le tocó sus partes íntimas a su propia nieta luego de meterse en su cama, en momentos en que se encontraban compartiendo en familia en la comuna de Cartagena.
La misma pequeña relató lo sucedido a su madre, quien es hija del imputado. La mujer acudió de inmediato a la policía a colocar la denuncia contra su papá.
Durante el juicio el acusado, cuyo nombre se mantendrá bajo reserva para proteger la identidad de la misma víctima, contó con dos abogados particulares, que buscaron echar por tierra el relato de la niña, quien recordaba bien cómo ocurrió el penoso ataque.
"En el juicio la niña prestó declaración en la sala especializada para ello", explicó el fiscal Mansilla, quien además presentó testimonios de peritos que acreditaron el daño sicológico que presentaba la menor de edad tras el traumático episodio.
Por su parte, la defensa del imputado presentó un informe de un metaperito, el que se realiza sobre las conclusiones periciales de la policía y expertos solicitados por el Ministerio Público, cuyo resultado contradictorio no fue considerado por la terna de jueces y el acusado fue encontrado culpable del delito de abuso sexual impropio.
El fiscal Álvaro Mansilla afirmó que es un agravante que el sujeto sea abuelo de la niña. "En el veredicto se determinó que existe el agravante de parentesco, por ser abuelo ya existe una situación que agrava la pena".
Si bien es un agravante que el sujeto sea familiar cercano de la afectada, el hombre que tenía 72 años al momento de cometer el delito no posee antecedentes penales y eso atenúa su posible sentencia.
Considerando ese aspecto, el abogado del Ministerio Público solicitó ante el tribunal que el anciano sea sentenciado a 5 años y un día de cárcel efectiva, y "que se le prohíban todos los derechos que como pariente tenía hacia ella (niña)", aportó Mansilla.
El adulto mayor se mantuvo en libertad mientras se desarrolló la investigación en su contra y pese a que fue encontrado culpable no se le dejó detenido. Se le arrestará cuando se sepa cuál es la pena que deberá cumplir, lo que se sabrá mañana en la mañana.