Mónica Jorquera Escobar.
Una minuciosa investigación llevan adelante los carabineros de la Sección de Investigación Policial (SIP) para reunir pruebas que acrediten la participación de un conductor en el mortal atropello de la aparcadora de autos Hilda Duarte (63), ocurrido la noche del 3 de mayo pasado en Llolleo.
Los investigadores intentan establecer además por qué el chofer se marchó del lugar sin prestar auxilio a la mujer y si estaba manejando bajo los efectos del alcohol al momento del accidente.
¿Cómo poder acreditar todo ello? Diario El Líder accedió a detalles de la investigación realizada por la SIP, en la que se reúnen, por ejemplo, boletas, váucher de pago y copias del detalle del consumo de bebidas alcohólicas cancelado por el conductor la noche del atropello.
Los informes emanados desde la SIP de San Antonio demuestran que el chofer ingresó al restaurante El Fogón de Llolleo, que se ubica justo en frente donde ocurrió el mortal accidente, en calle Providencia.
Según consta en la carpeta investigativa, el conductor llegó al local junto con una acompañante. En la mesa que ocuparon pidieron en total cuatro vasos con bebidas alcohólicas.
El detalle del consumo, que se respalda con la declaración que un garzón entregó a la policía, indica que la pareja pidió un tequila margarita y una piscola con pisco Mistral de 35 grados. Minutos después pidieron dos piscolas más, también de 35°.
Además la policía logró acreditar, a través de las cámaras de seguridad del restaurante, de la farmacia Salcobrand y del local nocturno Bam Bam, que el acusado pidió la cuenta y pagó los tragos sólo 3 minutos antes de subir a su camioneta Toyota 4 Runner y arrollar a Duarte Ortiz.
"Estas pruebas son indicios poderosos de que al momento del atropello (el conductor) estaba en estado de ebriedad", manifestó el fiscal jefe de San Antonio, Samuel Núñez, durante la formalización de cargos en contra del imputado.
Carabineros también cuenta con testimonios de testigos que vieron el momento del atropello. Ellos relataron a la policía cómo ocurrió el hecho y dijeron que le gritaron al chofer para que parara tras arrollar a la vecina de Tejas Verdes, pero que no lo hizo.
Pese a que cuatro días después del atropello el conductor Jaime Silva Rubio (36) se entregó en Carabineros, la policía estaba a pocas horas de establecer su identidad.
Esto porque, según se reveló, la fiscalía había solicitado al Banco Santander, a través del tribunal, la identidad del hombre que pagó los tragos en el restaurante con una tarjeta de dicha entidad bancaria.
La mañana del lunes pasado, con una orden de levantamiento de secreto bancario, la SIP tendría el nombre y dirección del conductor. Estos datos llegaron a manos de la policía, pero cuando el chofer ya se había entregado.
El autor del atropello conversó con Diario El Líder el día de la formalización de cargos en su contra. Junto con pedir perdón a la familia, Silva Rubio aseguró que no se dio cuenta cuando arrolló a la adulto mayor y que no estaba ebrio.
Hoy el chofer está con arraigo nacional, arresto domiciliario nocturno y prohibición de conducir.
La indagación sigue adelante, puesto que la SIP continúa reuniendo antecedentes que logren acreditar el delito que terminó con la vida de Hilda Duarte.