Tarjeta roja para el presente del arbitraje en el fútbol amateur
Pocos jóvenes han querido tomar la posta de los antiguos "hombres de negro" del Litoral Central y cada vez son menos los jueces disponibles para dirigir los partidos de las competencias locales.
Julio Contreras Gamboa es, a sus 23 años, uno de los árbitros más jóvenes del fútbol amateur sanantonino. Pese a su juventud, quiso seguir el oficio de su abuelo y de su padre, y desde hace un año que dirige los partidos que le dan vida al campeonato Oficial de la Puerta del Pacífico.
"Lo que pasa es que todos lo único que quieren es jugar, por eso pocos siguen este oficio de ser árbitro de fútbol. Hay que ser responsable, tener sacrificio. Un sábado no se puede salir hasta tarde porque las jornadas el domingo empiezan antes de las 10 de la mañana y terminan tarde", reconoce el joven cartagenino que actualmente también juega por el equipo de la Primera Adulta del Cartagena Atlético, club al que llegó procedente de Lo Abarca.
El caso de Julio Contreras Gamboa es un oasis en el desierto para al arbitraje local. Junto a Javier Abarca y Álex Cortés, son los únicos tres jueces veinteañeros que recorren las canchas sanantoninas impartiendo justicia. Una clara señal que el oficio está de capa caída.
"Lo más bajo que hemos estado ha sido con 8 jueces en nuestra asociación, un número muy mínimo, pensando que en nuestros mejores momentos teníamos más de 50 inscritos, con ternas que recorrían todo el país para los campeonatos nacionales de clubes o selecciones Anfa, hasta partidos de Tercera División. Incluso el árbitro profesional Braulio Arena estuvo con nosotros", cuenta Juan Contreras Tapia, presidente de la Asociación de Árbitros que lleva su nombre y que funciona desde hace 15 años en la comuna de Cartagena.
Poco interés
En estos momentos la asociación cuenta con un poco más de 20 integrantes. Don Juan, quien también dirigió por varios años, reconoce el poco interés que existe en estos tiempos por el arbitraje.
"Nos ha costado traer gente nueva, eso es algo que no podemos desconocer. Muchos no quieren tampoco arbitrar porque han tenido problemas y después nadie responde. Hace poco a unos árbitros les robaron algunas de sus pertenencias en el camarín de un estadio y hasta el día de hoy nadie ha respondido por eso", afirma Juan Contreras Tapia.
Jorge Díaz actualmente vive en la comuna de El Quisco y lleva varias décadas ligado al fútbol amateur. Primero como jugador y árbitro en la Región Metropolitana, y ahora como "hombre de negro" en el Litoral Central. Para él, lo principal que debe que tener un réferi es "hacerse respetar dentro de la cancha".
Autoridad
"Cuando me tocó dirigir por primera vez con Juan Carlos Tapia (el árbitro que murió el pasado miércoles producto de un accidente cerebrovascular a los 60 años), le dije que lo más importante era hacerse respetar. Que cualquier irregularidad en la cancha la tenía que informar de inmediato. Él estaba de guardalíneas y un jugador le sacó la madre. Me dijo y yo lo expulsé y él en el entretiempo me decía que no pensaba que lo iba a echar a la primera, pero le expliqué que teníamos que hacernos respetar porque los partidos amateur siempre son bravos si el arbitraje se va de las manos", reconoce Jorge Díaz, quien admite que pese a que pasan los años, no pierde su pasión por hacer lo que más le gusta, ya que, como asegura, "uno vibra con el deporte, con ver a los jugadores correr o saber que se están esforzando por lograr un objetivo. Yo también jugué fútbol en la comuna de Conchalí y no me portaba muy bien con los que ahora son mis colegas, y eso también me ha ayudado a saber cómo reaccionan los jugadores".
El joven Julio Contreras Gamboa (hijo de Julio Contreras Benavente) dice que durante este año en que ha podido dirigir, no ha tenido problemas graves. Por el contrario, ha recibido varias críticas positivas, incluso una de un grande.
"He podido hablar harto con Humberto Suazo, a quien le tengo mucha admiración y respeto por su trayectoria. Le sorprendía que fuera tan joven y que estuviera arbitrando, pero me dijo que lo estaba haciendo bien, así que esos comentarios me ayudan a seguir creciendo", señala el cartagenino, quien con mucha seguridad agrega que "de tener una oportunidad para seguir desarrollándome en el arbitraje me encantaría tomarla. Porque no pensar en ser profesional y que el arbitraje del Litoral Central vuelva a tener la alta representación de antes".
Las puertas abiertas
Esa es la misma representación que tanto añora su abuelo paterno Juan Contreras Tapia. "Hemos tratado de hacer algunos cursos pero no llega nadie, se nota el poco entusiasmo de los más jóvenes. Entonces pasa el tiempo y la renovación de árbitros está bastante complicada", afirma de manera desconsolada.
-¿Si alguien quiere seguir el oficio de árbitro de fútbol amateur qué tiene que hacer don Juan?
-Existe la posibilidad de acercarse a la asociación de árbitros Juan Contreras de Cartagena que se encuentra en calle Los Aromos en el sector de Santa Elisa y comenzar a realizar los cursos que se necesitan para arbitrar fútbol amateur. Lo único que hay que tener es ganas de aprender y entusiasmo para cuando tengan que empezar a dirigir en una cancha. A los que están interesados les entregamos las herramientas necesarias para que vayan cumpliendo los requisitos para ser árbitro.
-¿Cómo ve el futuro del referato en la provincia de San Antonio, donde se juega mucho fútbol amateur?
-El panorama está complicado porque no tenemos recambio. Lo difícil va a ser cuando los árbitros que están ahora dirigiendo sean ya más veteranos y no tengamos con quiénes reemplazarlo. Ojalá que alguna nueva generación vuelva a tomarle el cariño a este oficio que tiene mucha más cosas alegres que desagradables con el paso de los años.