El Tabo: La tercera comuna con más adultos mayores en Chile
¿Por qué las personas jubiladas eligen venir a vivir a la zona? ¿Cuál es el secreto que tiene este sector para mantener felices a los abuelitos? Quisimos conocer los detalles que hacen tan especial a la comuna vecina.
Un estudio de la Asociación de Municipalidades ubicó a El Tabo como la tercera comuna del país con el mayor porcentaje de adultos mayores, esto se traduce en que el 25,36 por ciento de su población corresponda a personas que sobrepasan los 60 años.
"Según el Registro Social de Hogares, que reemplazó a la Ficha de Protección Social, son alrededor de dos mil 500 personas adultos mayores que viven en nuestra comuna; sin embargo, nosotros estimamos que son más, porque no todos tienen este registro", explicó Paola Olivares, encargada de la oficina del Adulto Mayor de El Tabo desde hace siete años.
La razón de esta elección, para muchos radica en la tranquilidad que todavía conserva la comuna, opinión compartida por Olivares.
"Creo que las personas de la tercera edad que eligen vivir en El Tabo, lo hacen porque priorizan la calidad de vida y la tranquilidad. La comuna es muy tranquila, incluso en el verano. Todavía se mantiene la paz que se pierde en otras comunas aunque sea en la época estival", señaló.
La paz
Luis Barrueto y su esposa Rosalía Carrasco llevan 57 años de matrimonio, tienen cinco hijos y hace 17 años decidieron venirse a vivir a El Tabo, tras haber pasado la mayor parte de su vida en una comuna capitalina.
"Vivíamos en San Joaquín, pero uno llega a la etapa en que busca tranquilidad y aire puro. Antes veníamos solo en épocas especiales, siempre nos gustó y por eso habíamos comprado nuestro sitio acá. De a poco nos construimos nuestra casa, pero ahora ya nos volvimos gente de costa", contó Luis con una sonrisa.
Cristina Maureira, en tanto, es profesora y durante la mayor parte de su vida residió en pleno centro de Santiago, "conocí El Tabo a los 17 años y no me gustó, de hecho, cuando llegué al principio (hace cuatro años) me enfermaba, porque es un cambio de vida absoluto, era demasiado tranquilo para el ritmo al que estaba acostumbrada", manifestó.
"Decidí venirme de improviso, soy de esas personas que se tira a la piscina sin saber si tiene agua o no. Entonces, un día estaba jugando cartas con una amiga y le dije "sabes, me voy a ir a vivir a El Tabo", ella no me creía, pero cuando una semana después estaba el camión de mudanzas en mi casa, casi se murió de la impresión", explicó Cristina entre risas. "A pesar de eso, tampoco me creyó y me tuvo que acompañar para acá. Me vino a dejar para creerme", dijo la profesora jubilada.
"A pesar de los temblores, yo acá me siento más segura que en cualquier parte. Uno se conoce con todos, hay una actitud más positiva generalizada y eso es impagable. Yo creo que por eso uno opta por El Tabo", señaló con cariño la señora Cristina.
Organizados
Debido a la alta demanda, El Tabo debió organizarse para brindar a sus habitantes de la tercera edad los espacios de interacción apropiados para ellos.
"Tenemos 17 clubes asociados en una Unión Comunal a través de los que se realizan talleres socio recreativos que trabajan en las líneas de promoción de vida activa, gimnasia, kinesiología, manualidades, computación, folclor y tango, entre otras", dijo la encargada de la oficina del Adulto Mayor del municipio tabino.
Pero no solo eso, porque también existe una organización de voluntariado, junto con el Consejo Local, donde las personas de la tercera edad van a visitar a otras personas mayores que se encuentran postradas o con problemas de salud más serios.
"El 2016 atendieron a 25 personas, ya sea entregando apoyo material o emocional y eso es tremendamente enriquecedor para los voluntarios y para quienes reciben el beneficio", explicó Olivares.
"Con todas estas organizaciones, se posibilita que los adultos mayores salgamos. Se apoyan paseos con el Sernatur y uno solo paga un poco más de 40 mil pesos y de verdad que se pasa muy bien, se hace turismo por varias partes. Por ejemplo, nosotros fuimos a La Serena y volvimos con recuerdos únicos", dijo don Luis, quien además es presidente de la Unión Comunal del Adulto Mayor.
"Pero no solo eso, es bueno el que nosotros como grupos nos hayamos organizado. Hacemos paseos por el día, la municipalidad nos presta el bus para movilizarnos", agregó don Luis.
"Todas estas cosas hacen que los adultos mayores no se encierren en las casas, porque el mundo se les cierra si llega a pasar eso. Por lo mismo, como grupo fomentamos harto el salir a pasear y convivir", señaló el hombre de 80 años.
"Lo importante es pasarlo bien, a pesar de los años, el espíritu es lo que se tiene que mantener siempre joven, la edad es un detalle", dijo a El Líder don Luis.
Al debe
Como todo en la vida, esta paz que se gana al vivir en una zona rural, también tiene un pequeño costo en otros ámbitos y en este caso tanto don Luis como la señora Cristina, coinciden en que la salud y movilización son temas que les complican actualmente.
"A pesar de la tranquilidad y la paz que nos da vivir en una zona rural, recién este año se inaugurará el Cesfam. Nosotros, en general, no solo acá, necesitamos médicos que puedan visitar especialmente a los adultos mayores y centros de atención integral", dijo don Luis con preocupación.
"La salud es un tema complejo, pero se va a solucionar con el Cesfam que estaría operativo durante el segundo semestre. De todos modos, actualmente se cuentan con cupos dentales y también se asignan horas médicas especiales para los adultos mayores", señaló Paola.
En el área de la salud, la señora Cristina explicó que a pesar de que "hay una buena frecuencia en el paso de los buses, el problema es que no pasan hasta muy tarde, solo en el verano el horario es hasta después. Por ejemplo, a mí me encantaría ir al casino en San Antonio, pero no pasan hasta tan tarde los buses".
"Además, está el tema de los precios de la locomoción, que esperamos que cuaje pronto porque estamos haciendo gestiones para obtener una tarifa especial", dijo don Luis.
"Porque hay que ser honesto, el 90 por ciento de las personas tiene sueldos bajos y eso evita que la gente pueda salir a pasear. El tema de las jubilaciones también es muy importante, pero es algo que es mayor, no solo sucede acá", declaró.
Luis señaló que le encantaría que hubiesen más cursos para aplicar las tecnologías. "Nosotros queremos y necesitamos talleres donde nos enseñen cosas como, por ejemplo, el manejo de los celulares modernos, los touch, ya que a veces eso se nos va en collera un poco, pero son cosas chicas", señaló el presidente de la Ucam tabina.
"Otro detalle es que a mí me encanta el cine y acá no hay, pero eso lo compenso porque voy a la Casa de la Cultura de Isla Negra que da buenas películas una vez a la semana", señaló la profesora.
En los gustos de Cristina, también están las buenas lecturas, por lo que una o más veces a la semana se arranca a Las Cruces a revisar la biblioteca del sector. "También tengo la posibilidad de tener una muy buena biblioteca en Las Cruces, ya que acá es distinta y a mí me gusta más la de allá. Pero esos son detalles menores, porque en resumen, lo he pasado estupendo y a pesar de cualquier inconveniente proyecto mi alegría por vivir en la El Tabo", finalizó Cristina.
Juventud
Para don Luis un elemento fundamental es la posibilidad de compartir con grupos de jóvenes a través de diversas actividades organizadas en la comuna.
"Hace pocos días vinieron unos jóvenes de Santiago y fue una experiencia muy linda, porque ellos fueron capaces de abrirse a nuestras experiencias, pero no solo eso, sino que compartían algunos de nuestros gustos, por ejemplo, les gustaban The Beatles y eso me admiró. Para nosotros es muy importante que se generen estas actividades", dijo don Luis.