En la 30 de Marzo no quieren volver a sufrir con las lluvias
Dos casas que se encuentran en el pasaje Antofagasta se inundaron la semana pasada.
Eloisa Navarro ha vivido más de 50 años en la población 30 de Marzo, específicamente a un costado de la calle Brockman, en el pasaje Antofagasta. Y pese a que actualmente padece de diabetes y no puede caminar ya que está postrada, su memoria la mantiene intacta. La única vez que su hogar estuvo inundado fue en 1987.
"Antes de eso vivíamos en una toma, y ese año nos entregaron las viviendas definitivas. Pero a los pocos meses con las lluvias se inundaron a la primera, así que tuvimos que sacar toda el agua que se nos metía a las casas. Pero después de aquella vez no se había vuelto a repetir un problema así", recuerda la abuelita Eloisa, quien la semana pasada, a sus 74 años, tuvo que vivir lo mismo que hace treinta años.
Producto de las fuertes precipitaciones que se registraron la semana pasada en San Antonio, la cámara de agua que conecta la casa de Eloisa Navarro se rebasó, inundando en cosa de minutos el inmueble con aguas servidas.
Similar situación protagonizó su vecino Osvaldo Escobar, quien junto a su señora María Margarita Barrios y su suegra Aurora Jeria, perdieron un poco más de un millón de pesos en enseres producto de la inundación de la propiedad con aguas servidas.
"El agua salía por la ducha y se deben haber acumulado unos 15 centímetros en el piso. Quedamos con dos piezas inutilizables y tuvimos que botar ropa, la alfombra y otros artículo de la casa", afirma Escobar.
Las dos familias afectadas la semana pasada esperan que las lluvias que comenzaron ayer no vuelvan a causar los mismos problemas que ya les tocó vivir. "Queremos tener la seguridad que esto no nos va a pasar de nuevo, porque la sensación de impotencia de estar con esos olores y la suciedad que traen las aguas servidas es algo que no se lo deseo a nadie", reconoce visiblemente afectado Osvaldo Escobar.
Mientras, Eloisa Navarro lo único que espera es no tener que soportar por tercera vez una inundación en su casa. "La semana pasada ni siquiera me ayudaron con carbón desde la municipalidad para calentar el bracero. Si no fuera por mis hijas la casa quizás cómo hubiera quedado", dice.
Alejandro Salas, subgerente zonal de Esval, explicó que " apenas tomamos conocimiento de esta situación dispusimos de nuestras cuadrillas en terreno para atender la emergencia, que se debió principalmente a las intensas precipitaciones registradas y al aporte de estas aguas lluvias a la red de recolección, además de la incorporación de elementos ajenos a la red de alcantarillado. Hemos estado en contacto permanente con los vecinos, efectuando la limpieza y sanitización de los espacios afectados, como también la evaluación en conjunto de los daños.
50 años lleva viviendo la abuelita Eloisa Navarro en el pasaje Antofagasta en la 30 de Marzo.