La avenida La Playa, al interior de la población Juan Aspeé, ya está haciéndose famosa por los nuevos nombres que dejan de manifiesto claramente cómo luce tras los días de lluvia. Los camioneros que transitan por el sector, en un derroche de creatividad, la han llamado "Las Siete Tazas" o "Río Calle Calle".
Pero el drama que evidentemente sufren los conductores al tratar de pasar por este sector que conecta con el puerto, además de repetirse hace muchos años, es una realidad que padecen diariamente las cerca de 200 personas que residen en el barrio.
"No tenemos salida. Cuando hemos tenido que evacuar por simulacros, no tenemos cómo, porque no tenemos veredas y para salir con personas enfermas es imposible", comenta Erika Jara, ex dirigente vecinal y actual residente del sector.
Ella cuenta que la mayoría de sus vecinos es gente de la tercera edad y que tienen dificultades de movilidad. Sin ir más allá, su madre está postrada y para salir debe usar una silla de ruedas.
"En el verano el problema es el polvo y en el invierno es el barro. No tenemos veredas y el camino está lleno de hoyos. Imagínese tratar de pasar por ahí con una persona en silla de ruedas", comenta la vecina, agregando que si no se ha ido del barrio es porque, la propiedad es de su madre y el dinero que les han ofrecido no es el que vale realmente su casa.
Además, Erika cuenta que los pocos estudiantes que viven en la población, también sufren las consecuencias del mal estado de las calles, puesto que los furgones escolares se niegan a ingresar. "Con lluvia o sin lluvia, yo tenía que ir a buscar a mi nieto al otro lado del puente (Llollito)", apunta, y argumenta que el sentimiento de todos sus vecinos es el mismo: "estamos verdaderamente aislados y parece que a nadie le importa".
Trabajadores
Para los cientos de trabajadores que diariamente llegan al lugar, el acceso también es complejo.
"En la empresa donde trabajo recibimos a unos 200 clientes al día solo en este recinto y es muy difícil, porque los vehículos se echan a perder y el costo lo deben asumir los conductores", declara el trabajador Felipe Calderón, quien realiza tareas de oficina, pero debe equiparse con botas y manejar ropa y zapatos de recambio por si se moja.
Municipio
De acuerdo a lo indicado por Christian Ovalle, director de la Secretaría de Planificación (Secpla) de la Municipalidad de San Antonio, el proyecto de pavimentación de esta avenida está dentro de la cartera de prioridades de esta repartición, sin embargo, se está buscando el financiamiento.
La gestión, según Ovalle, apunta a una inversión de parte del gobierno central o regional, pero además se ha buscado la forma de que Puerto San Antonio, como uno de los interesados por el tránsito de camiones, pueda intervenir. "Como se trata de un recinto extraportuario, el puerto no ha podido invertir directamente, pero si se cuenta con el apoyo del gobierno central, podría ser más factible", detalló, argumentando que efectivamente se están realizando las acciones para acceder al financiamiento necesario, pero que se trata de tramitaciones más complejas.