El barbero que dejó Venezuela en medio de la grave crisis que enfrenta su país
A los 18 años tomó la decisión de abandonar a su familia y amistades para alcanzar sus metas. Considera que llegar a San Antonio fue una buena, pues ha sentido un cálido recibimiento.
Jesús Marchan Osuna es un joven venezolano de 21 años que está radicado hace solo cinco meses en San Antonio. A los 18 años decidió tomar las riendas de su vida y perseguir sus sueños, motivo por el cual ya ha estado en Colombia, Brasil y Bolivia.
Jesús cuenta que siempre le gustó la idea de aprender todo lo que tenga relación con la imagen. Por ello a los 17 años se planteó la idea de ser estilista y barbero para ofrecer al público un servicio de estética y belleza.
En Venezuela, mientras estudiaba Estilismo y Administración Aduanera; trabajaba en la empresa de su abuelo, por lo que tenía tres actividades en un día. "Mi mamá siempre me formó como una persona independiente para alcanzar las metas que me propusiera".
El estilista indica que para los venezolanos el cuerpo y la imagen es súper importante. "Tenemos que despertar con una actitud derrochadora desde que nos levantamos, porque quizás en el paradero de la micro puede estar el amor de nuestras vidas. Tenemos que estar preparados para cualquier circunstancia", reflexiona Jesús.
-¿Por qué dejaste tu país?
-Lamentablemente Venezuela no me iba a dar lo que estoy buscando y lo que puedo llegar a alcanzar con mis habilidades. Ahora el país se encuentra en una situación muy mala económicamente debido a cosas gubernamentales, políticas y malas administraciones. Me duele horriblemente dejar mi país porque es la tierra donde crecí.
-¿Qué significó dejar tu país?
-La verdad es que no fue nada fácil porque dejé a mi familia y amistades allá. Más que nada, tuve que dejar mi comodidad para llegar a un lugar donde no conocía a nadie y sin saber si iba a tener un lugar para vivir o dinero para comer. A pesar de todo, tuve una actitud positiva y siempre pensé que todo me iba a salir bien.
-¿Qué opinas de la situación actual en Venezuela?
-Existe un escenario crítico porque es peor a lo que muestran los medios de comunicación. Es lamentable. Ahora te hablo y me da un escalofrío en todo el cuerpo ya que en Venezuela hay un amigo que no estuvo en una situación muy buena. Durante cuatro días seguidos comió solo mango, porque que no podía alimentarse de nada más.
Lo que sucede allá es una dictadura encubierta porque si bien el mismo pueblo eligió a Maduro existen irregularidades como que el mismo Presidente tenía personas de su bando en el conteo de votos. Nosotros, como pueblo, creemos que lo que hizo fue trampa.
-¿Por qué vemos apoyo al gobierno venezolano?
-Te cuento… En Venezuela hay compañías que se encargan de extraer oro, minerales y otros recursos naturales. Los trabajadores de aquellas empresas, por ejemplo, están obligados a asistir a las marchas del chavismo, de lo contrario, los echan porque es un deber estar ahí. Te pagan por bolsas de comida; es una bolsa de comida por cada obrero aunque tenga uno, dos, tres o cuatro hijos.
Jesús dice que los jóvenes en Venezuela no tienen cómo ganarle al destino ni cómo construir un futuro próspero. "A mí me intentaron matar dos veces por robarme un celular. Sólo por eso me rompieron la cabeza y me apuntaron con pistolas. Por la sangre llegué rojo entero a mi casa. Es una violencia extrema la que se vive allá pues te golpean, te quieren hacer mal. No hay respeto por la vida ajena. Tenía 18 años cuando ocurrieron estos episodios y por eso decidí tomar el impulso y dejar Venezuela".
El barbero cree que la delincuencia ha aumentado en su país porque "claramente hay un efecto dominó: el no tener comida, educación y seguridad va incrementando el malestar de la gente, formando así un escenario desolador. Los delincuentes tienen una mente malvada y morbosa. Si te ven homosexual te hacen hasta maldades puesto que te pueden violar, te cortan e inclusive te quitan la vida solo por el gusto de ellos".
San Antonio
Dionny Hidalgo, el estilista sanantonino que le dio una oportunidad a Jesús en su salón de belleza de calle Gregorio Mira, menciona que fue un acierto porque cree que el joven barbero hace un trabajo profesional y de calidad. "Él llegó con una buena disposición y con las ganas de surgir".
Hidalgo continúa: "Partió a cargo mío, pero pasó poco tiempo para que se volviera independiente. Hace peinados de misses, con volumen y todo lo que una mujer quiere. Ellas salen muy contentas con el resultado final".
El venezolano agradece el cariño que ha recibido de la gente porque ya siente a San Antonio como un segundo hogar. Además cuenta que llegó por una recomendación de una amiga para que probara suerte y le resultó. "Llevo cinco meses y espero quedarme mucho tiempo más".
Hoy en día vive en Cartagena y se declara un enamorado de los paisajes que entrega el litoral. "Encuentro espectaculares las vistas del la zona porque todas tienen una historia que contar. Al mismo tiempo creo que la ciudad tiene mucha cultura".
En cuanto a la importancia que le dan los sanantoninos a su imagen, señala que cada vez ve una mayor preocupación, debido a que él mismo los incentiva a realizarse más cambios. Explica que en su país los hombres son muy preocupados de su apariencia física, ya que "la imagen lo es todo", en cambio acá, cree que se opta por un look más despreocupado y varonil.
-¿Qué servicios ofreces en la peluquería?
-Hago de todo: barba, cejas, depilación, peinados. Lo más importante es que trabajo con navaja, lo que hace que el trabajo sea más pulcro. Acá no están acostumbrado a la navaja, en Venezuela sí o sí se enseña y eso a la gente le llama la atención. De hecho, me piden que les corte con esta técnica. Sé que muchos hombres llegan al salón porque quieren hacerse más cosas pero les da miedo, por eso yo los motivo. En cada cliente que viene quiero que quede reflejada mi imagen.
-¿Tienes alguna anécdota reciente con algún cliente?
-Tengo varias, pero hay una que recuerdo con mucha gracia. Un día vino un cliente para realizarse sólo un corte de pelo y no quería hacerse las cejas. Se lo ofrecí como un servicio gratuito y accedió para probar… Quedó encantando. A la semana llegó con la esposa y los hijos para que se hicieran las cejas (ríe).
Este inmigrante está agradecido de su trabajo y le encanta lo que hace porque cree que puede alegrarle el día a las personas. Sabe que con un simple corte de pelo puede mejorar la autoestima de alguien y quizás generar un cambio profundo en un cliente. "Además de lo que hacemos, somos sicólogos, amigos y personas ante todo",
El también estilista asegura que su paso por Chile es un paso gigantesco para su meta final, que es llegar a Europa. Quiere seguir perfeccionándose y volver algún día a su país natal como empresario.
Jesús trabaja en el salón de belleza de Dionny Hidalgo que se encuentra en Gregorio Mira #148. Atiende de lunes a sábado y el domingo sólo con reserva previa. Su celular es: +56 9 49620587 y su Instagram: @jesuspetrova.