La familia del fútbol se cuadra para ayudar a Verónica Gutiérrez
A los 63 años la sanantonina, que es fanática del fútbol, está pasando por un complicado estado de salud.
Hace pocas semanas, Verónica Gutiérrez tenía órdenes estrictas de no ir a ver ningún partido de fútbol al estadio. El pasado 23 de diciembre fue operada en Viña del Mar de las arterias coronarias, ya que se desmayó un par de veces y se cansaba más de lo habitual, por lo que tenía prohibido vivir emociones fuertes.
Pero su pasión pudo más. Su amor al fútbol, ese que la hizo recorrer diferentes ciudades a lo largo del país, fue más fuerte. Sus dos hijos, Georgelino Osorio y Leonardo Velozo, jugarían en Viña del Mar por el club Cóndor de Placilla el encuentro de vuelta por las semifinales de la Copa de Campeones de la Anfa. "Me dijeron que no fuera pero no me aguanté y fui igual. Al final creo que puse más nerviosos a mis hijos", reconoce en su hogar de Bellavista Verónica Gutiérrez, mientras recuerda los años cuando acompañaba la carrera de su hijo Georgelino, quien llegó a ser jugador profesional.
"Lo iba a ver siempre cuando jugaba por el SAU, luego lo seguía en Talca con Rangers, y cuando jugaba en Balmaceda prácticamente lo fui a ver a todos los partidos. Me encanta el fútbol, así que siempre he sido feliz estando en una cancha", reconoce la mujer de 63 años, quien producto de sus problemas a las coronarias tuvo que dejar de trabajar como asistente de hogar en una casa particular en Santiago.
"Además tuve que empezar a tomar remedios, y en el día son cinco pastillas, lo que ha sido un cambio grande. Los gastos han sido importantes, porque el medicamento más barato me sale 30 mil pesos y el más caro 180 mil pesos. Tengo que hacerme de nuevo los mismos exámenes del año pasado, a ver cómo han evolucionado las coronarias", afirma esperanzada la sanantonina Verónica Gutiérrez.


