Escuela Litoral Creativo
Marión Ortega fue una de las tres emprendedoras más destacadas en la Escuela Litoral Creativo del Centro Cultural San Antonio, debido a su innovadora idea, la estabilidad proyectada, y el modelo del negocio que presentó.
Marión Ortega fue una de las tres emprendedoras más destacadas en la Escuela Litoral Creativo del Centro Cultural San Antonio, debido a su innovadora idea, la estabilidad proyectada, y el modelo del negocio que presentó.
Hoy a las 12 horas se inaugurará la Escuela de Diseño "Cooperativa de Modist@s" creada por Marión Ortega. La actividad se llevará a cabo en las nuevas dependencias ubicada en Arrayán 417, en Llolleo. La invitación queda abierta a todos los interesados.
Para conocer más acerca de las prendas que confecciona Marión Ortega, puede acceder a la página web marionplaya.cl. En este sitio se aprecian las diferentes técnicas y productos con los que trabaja esta sanantonina. Los bordados, las aplicaciones, tejidos, pintados y accesorios, son parte de su creatividad y cada uno de sus trabajos tienen un sello de exclusividad.
Marión Ortega se ha dedicado a la costura y el diseño desde hace unos 30 años. Sin embargo, tras ser beneficiada en la Escuela de Emprendimiento Creativo, hoy comienza a ver cómo se construye su sueño de hacer escuela y compartir conocimientos.
Ella es diseñadora y se ha especializado en la confección de trajes de baño a la medida, pero al ir compartiendo con colegas, modistos y costureras de la zona, fue cultivando sus ganas de crear una escuela de diseño que se afiance como una cooperativa de ayuda mutua entre quienes trabajan el rubro en la zona.
"Litoral Creativo fue fundamental en todo esto. Fue un curso muy bueno, porque nos hicieron enfocarnos como emprendedores en todas las perspectivas, para ir superando nuestras metas. De ahí nació la idea de crear este lugar como una Cooperativa de Modist@s", comenta Marión.
De acuerdo a su experiencia, Marión descubrió que la mano de obra calificada en la zona es escasa y a pesar de que se pueden encontrar muchas técnicas diferentes, hay ocasiones en las que se necesita la asociatividad y la posibilidad de compartir conocimientos.
"En el fondo yo comencé con esto como una necesidad mía y de otros colegas que me llamaban y me pedían gente para que los ayudara a ellos. Y lo otro es que los 30 años que llevo ganándome la vida cosiendo, me han dado la experiencia. He hecho cursos de todo y ahora estoy en condiciones de enseñar", argumenta.
La sala taller, o escuela, ya es una realidad. Gracias a los fondos que reunió con su proyecto de Litoral Creativo y aportes propios, en el patio de su casa en la calle Arrayán, logró construir una iluminada y acogedora sala donde se dictarán las clases.
"Esta salita abrirá sus puertas como escuela de diseño, donde un colega pueda dar clases de patchwork, por ejemplo, otra amiga podrá enseñar a trabajar con técnicas en fieltro, teñido de lana natural, etcétera. Además vamos a buscar la forma en que si unas cinco personas van a pagar la clase, que se pueda becar a al menos dos que pertenezcan a uno de los talleres asociados, por ejemplo, lo que va a fortalecer la mano de obra de todos".
"La idea de que sea cooperativa es para que este lugar esté abierto a otros profesionales, diseñadores, sastres", agrega Marión extendiendo su invitación a todas las personas que quieran participar, ya sea para impartir clases o para tomar cursos.