Agresiones cortopunzantes lideran "eventos críticos" al interior de las cárceles
Hasta fines de junio los gendarmes de los nueve recintos penales de la región habían enfrentado 309 eventos críticos al interior de las unidades, siendo el más recurrente las agresiones a internos con elementos punzocortantes. Cada uno de estos hechos pone a prueba a los funcionarios que día a día conviven con la población penal que actualmente llega a las 4 mil 898 personas en el sistema cerrado.
Según el Manual de Procedimiento Institucional para las Unidades Penales de Gendarmería, una situación críticas es "el riesgo inminente de quiebre del normal funcionamiento de las actividades propias de un establecimiento o de cualquier actividad penitenciaria, con compromiso de la seguridad en los procesos internos, infraestructura, integridad física de funcionarios o internos".
Con esta definición se puede sostener que en total se han registrado 309 sucesos de estas características. De este universo, 102 corresponden a agresiones a internos con objetos punzocortantes, las que abarcan un 33 por ciento del total. Luego de éstas, los hechos que con mayor frecuencia han alterado el régimen interno de alguna unidad son las riñas y posteriormente las agresiones con objetos contundentes.
En cuanto a los efectos sicológicos que produce el enfrentarse a algunos de los sucesos antes descritos, el sicólogo de Gendarmería, Gastón Ocampo, destacó que "a veces pareciera que estamos tan acostumbrados a responder a las crisis que somos como inmunes. Y resulta que tenemos un funcionamiento fisiológico que se va resintiendo y, por ende, a veces tenemos conductas que están asociadas a las crisis, como el trauma, el estrés post traumático. No nos damos ni cuenta y seguimos funcionando con ello".