Familias de pescadores desaparecidos esperan por las pensiones de gracia
A un año de la tragedia del bote "Don Juan II", los seres queridos aún no reciben recursos para subsistir.
Al cumplirse un año de la desaparición de los cuatro pescadores artesanales que naufragaron en el bote "Don Juan II", hecho ocurrido el 2 de julio de 2016, la tristeza de sus seres queridos sigue siendo la misma pesada sensación que es imposible sacar del alma. Cada día el dolor por la trágica muerte se mantiene presente en las familias de estos malogrados sanantoninos. Pese a ello, hay situaciones que al menos permitirán apaciguar los efectos de esta gris historia, pero siempre falta algo por hacer.
Desde octubre del año pasado los familiares de Juan Ambrosetti Adasme (64) su hijo Juan Ambrosetti Santander (18), Carlos Ibarra Berríos (61) y Nelson Romero Guzmán (21) habían solicitado que el Gobierno les diera una pensión de gracia, especialmente para apoyar a las viudas y los hijos menores de edad de estos hombres de mar.
Nicole Ulloa, sobrina de Carlos Ibarra, ha estado siempre pendiente de obtener algún beneficio para las familias de los pescadores. Su fuerza de lucha parece inagotable.
"Queríamos lograr estas pensiones de gracia y por eso fuimos a La Moneda y al Congreso. Creemos que nos fue bien porque el Gobierno aprobó esto para seis personas, entre ellas dos de las viudas y cuatro menores de edad hijos de dos pescadores", sostuvo Ulloa.
Y aunque Nicole admite que en un principio los grupos familiares de los pescadores no contaron con todo el respaldo que se requería, finalmente sí hubo la posibilidad de que muchas de estas personas pudieran recibir un tratamiento sicológico para enfrentar el fatal desenlace que tuvieron los tripulantes del bote "Don Juan II".
El seguro
Jorge Ambrosetti, presidente de la Agrupación de Pescadores Artesanales Jibieros de San Antonio, contó que en el caso de su hermano Juan Ambrosetti, la familia recibiría en agosto próximo el pago del seguro de accidentes. Pese a ello, reconoció que conseguir esto no fue fácil.
"Mi sobrina, hija de mi hermano Juan, tuvo que contratar un abogado para que le pudieran pagar el seguro, que parece que tuviera una trampa. Si el pescador se cae al agua y desaparece, el trámite para determinar la muerte de él es muy largo y engorroso; hay una falla enorme en este tema y esperamos que los parlamentarios hagan algo para que haya una solución porque ellos no son los últimos pescadores que se perderán en el mar ", sostuvo Jorge Ambrosetti.
Marta Santander, madre de Juan Ambrosetti hijo, recalcó que su principal preocupación son las dos hijas que quedaron sin su padre por la desaparición de este joven pescador. Por eso, valoró que el Gobierno haya aprobado las pensiones de gracia para sus nietas, lo que espera que se haga efectivo lo más pronto posible.
"Ha sido terrible estar sin mi hijo este año y hemos tenido que trabajar duro para que no les falte nada a mis nietas", expresó la mamá de Juan Ambrosetti Santander.
Tanto Marta Santander como Nicole Ulloa agradecieron las gestiones que hicieron los diputados Víctor Torres y María José Hoffmann, además del gobernador provincial Manuel Villatoro, para la aprobación de las pensiones de gracia.
"Hace algunas semanas el ministro del Interior, Mario Fernández, nos informó que el Gobierno accedió a la petición y se generó el decreto que concede las pensiones de gracia a las viudas e hijos de los pescadores", detalló Villatoro, quien dijo que los documentos deben terminar de ser tramitados en la Tesorería General de la República para que se haga efectivo el pago de una suma cercana a los $180.000 mensuales.
Proyecto
El año pasado en el Senado fue presentada una moción que permitiría modificar el Código Civil y agilizar los trámites para declarar la muerte presunta de los pescadores que desaparezcan en medio de sus faenas en el mar. Actualmente, este concepto se aplica a los 5 años contados desde el presunto día de ocurrido el fallecimiento.
2 de julio de 2016 desapareció el bote "Don Juan II" con sus cuatro tripulantes.