Matrona sanantonina se ha convertido en un ángel para las haitianas embarazadas
Irache Saharrea decidió liderar una campaña de ayuda para sus pacientes luego de conocer la triste realidad que deben enfrentar estas mujeres inmigrantes, que en ocasiones ni siquiera tienen para comer.
La matrona Irache Saharrea (38) no puede evitar emocionarse cuando explica las razones que la motivaron a liderar una campaña de recolección de ropa, pañales y alimentos no perecibles que, desde hace unos meses, lleva a cabo en el Centro de Salud Familiar (Cesfam) Néstor Fernández Thomas de Llolleo y que va en directa ayuda de las pacientes haitianas que ella atiende.
"Es que cuando tú le preguntas a tu paciente que está embarazada si comió, y ella te responde 'no, porque no tengo'... es lo peor", dice, mientras sus ojos se llenan de lágrimas.
"En ese momento te topas con el límite de lo médico y lo social, y es ahí donde yo no puedo mantenerme al margen", reflexiona la profesional que por 15 años se ha desempeñado en el recinto de calle José Miguel Carrera 1050.
Fueron varias las razones que la llevaron a ponerse la mano en el corazón y a buscar una ayuda real e inmediata para estas mujeres. Por eso mismo, también reconoce que ha logrado establecer una relación cercana con cada una de las haitianas que atiende en el Cesfam.
"Uno de los factores por los que decidí involucrarme es porque ellas están solas en un país que no es el propio y cuando uno es inmigrante cuesta mucho salir adelante. También está el tema del idioma y de sus costumbres. Pero una de las cosas que más influyó es que casi todas vienen solas a sus controles porque sus parejas las dejaron a los pocos meses de embarazarse", sostiene.
A tanto ha llegado el compromiso de Irache que a todas sus pacientes las visita regularmente en sus casas, incluso fuera de su horario de trabajo, y con la única intención de que ellas se sientan más acompañadas.
"A una de ellas la fui a visitar y estaba en una pieza oscura y fea... Y pucha yo dije 'cómo lo hacemos... una mujer no puede vivir así, hay que hacer algo porque no tenía nada", dice muy emocionada.
Ella sabía de la existencia de una casa de acogida que estaba en Santiago, por lo que de inmediato comenzó a realizar las gestiones para que esta paciente fuera recibida en este lugar lo antes posible.
-¿Por qué usted decidió ayudar a esta paciente?
-Ella venía con una persona que la acompañaba, pero después éste le dijo que la guagua no era de él y la dejó sola, entonces yo dije qué vamos a hacer, esto no lo podemos permitir. Llamé a Santiago, hablé con la encargada, le expuse el caso y cuando me dijo que sí la aceptaría… me emocioné tal como me emociono ahora.
Agrega que "este lunes fuimos con mi hija a dejarla a la casa de acogida. Hemos hablado y me dice que está muy contenta en ese hogar, así que bien por ella".
Campaña
La campaña impulsada por Irache ha tenido muy buena acogida y eso la tiene muy contenta ya que asegura sentir un cariño especial por estas mujeres. "Nunca me había pasado algo así. Por supuesto que con algunas pacientes me he sentido más cercana, pero con las haitianas me ha pasado algo muy especial. Además, ellas son muy cariñosas y agradecidas de la ayuda que les brindamos y eso, de verdad, es lo que me llena de satisfacción".
Para esta matrona la colaboración de sus compañeros de trabajo, de la comunidad y de su círculo más cercano ha sido excepcional.
"El equipo se motivó de inmediato con el tema de la ayuda, así que empezamos a juntar alimentos no perecibles y comenzamos una campaña bien extensa de recolección de ropa de bebés y pañales", detalla.
"La protección debemos dárselas nosotros porque ellas no tienen a nadie en Chile. Uno se hace partícipe de la ayuda porque organizar a la gente no cuesta tanto, además que en este país somos bien solidarios. Pero en esto no he estado sola porque también ha estado conmigo trabajando Magdalena San Martín. Ella ha sido fundamental en esta campaña", añade.
Para esta sanantonina es muy importante dejar atrás las aprensiones e intentar crear una conciencia colectiva sobre las mujeres haitianas. "Tenemos que hacer algo por ellas", sentencia.
Barreras
Actualmente Irache atienda a seis haitianas, una de las cuales debería estar dando a luz en los próximos días. "Ya tenemos todo listo para ella y su bebé", cuenta, mientras mira el teléfono por si tiene alguna llamada perdida.
-¿Cuáles son las barreras con que se topa al momento de atender a las haitianas embarazadas?
-El tema del idioma es importante, pero nos ha ido bastante bien. Tengo una paciente que viene acompañada por una persona que habla español y eso ha servido bastante. También tenemos una traductora de francés que nos ha ayudado harto con los pacientes. Cuando tengo alguna duda o si necesito hablar de algún tema más extendido llamo a un dirigente haitiano que habla español, pero en general nos hemos entendido bien. Tenemos también algunos manuales y el traductor del celular que también nos ayuda bastante. Muchas pacientes lo usan.
Según la funcionaria, lo único que por ahora les preocupa un poco es el tema de la vacunación, principalmente porque en Haití los niños no cuentan con un calendario de inmunización como sí ocurre en Chile. "Por lo tanto cuando ellas entran a nuestro país no cuentan con las vacunas que nosotros regularmente sí tenemos y al estar embarazadas esa inmunidad pasiva no se traspasa al feto. Ahora estamos en un plan de informarles acerca de la vacunación y de cómo poder administrar las vacunas a las embarazadas para que esto se traspase al niño".
Al no contar con un sistema de salud organizado, al momento de controlar su embarazo las haitianas acuden directamente al hospital, desconociendo que deben ser atendidas en el consultorio más cercano.
"Algunas han llegado al hospital con embarazos más avanzados a controlarse y ahí las derivan al consultorio más cercano, pero ellas asocian el hospital con todo", explica.
La mayoría de las pacientes que atiende Irache han llegado al consultorio acompañadas de una vecina del sector.
-¿Y qué sucede con sus costumbres en el tema de la crianza?
-En Chile existen muchas aprensiones de como ellas cuidan a sus hijos. Nos han dicho que son frías y que no les dan pecho a sus hijos, pero con mis pacientes eso no ha pasado. Creo que eso se debe a que ellas, de alguna forma, se adaptan al lugar donde están viviendo.
La campaña que impulsa Irache sigue viento en popa y eso la tiene muy feliz. "Yo les digo a mis pacientes que no compren nada porque les tenemos de todo. Que sólo se preocupen de la alimentación y de mantener las condiciones mínimas para la guagua. También nos interesa mantener la lactancia ya que eso es muy importante".
-¿Qué opina su familia de todo esto que está haciendo por las mujeres haitianas?
-Mi marido y mi hija también son parte de esta red de apoyo que se ha formado. Él me ayuda a doblar la ropa, a lavar al igual que mi hija.
Repentinamente Irache toma nuevamente su teléfono celular. "En estos días debería nacer uno de los niños. Ayer estaba con contracciones, pero yo creo que era falsa alarma porque si no ya me habría llamado para avisarme", dice con algo de ansiedad.
-¿Siente a esos niños como suyos?
-(Piensa) Es que somos nosotros quienes debemos protegerlos y, claro, yo hablo de "nuestros niños" porque así los sentimos.