Raúl Abarca Pailamilla
"Él fue una persona que lamentablemente sufrió mucho en vida con varios problemas. Hoy solo pedimos para que descanse en paz, como se lo merece", expresa Liliana Laratro (60), esposa del conocido comerciante de la Mueblería Llolleo, Juan Ramón Álvarez Cornejo, quien falleció el reciente domingo producto de un infarto.
El deceso se produjo a las 22.43 horas en el Hogar Arrayán, donde Álvarez pasó sus últimos días.
"Lamentablemente tuvo que dejar el local de la mueblería en el 2010 producto de la ceguera que tenía. Eso quizás fue provocado por la diabetes que le diagnosticaron", añade su ex mujer, con quien se había separado el 2009.
Paralelamente, en esos años una demencia senil comenzó afectar la vida de Álvarez y de su núcleo familiar.
Su hija Liliana Álvarez (30) explicó que "con esta enfermedad uno casi se vuelve un desconocido, por lo que decidimos internarlo. Para nadie es fácil enfrentar una enfermedad así, más aun cuando es tu padre. Siempre estuvimos muy preocupados de él, yendo constantemente a verlo e incluso buscando lo mejor para que se sintiera cómodo y bien cuidado. Por lo mismo agradecemos al hogar donde pasó sus últimos días".
Su esposa lo recuerda como un hombre "luchador, buena persona, con carácter y responsable de levantar la mueblería que lleva 33 años abierta".
Álvarez, padre de 4 hijos y abuelo de 6 nietos, comenzó vendiendo productos en las zonas rurales de Santo Domingo y San Antonio para luego concentrarse en la mueblería hasta el 2010 cuando sus hijos se hicieron cargo de esta empresa familiar producto de su deteriorada salud.
Liliana, administradora del local ubicado en Inmaculada Concepción, lo recordó como "un papá que siempre me enseñó que hay que combatir los problemas, buscarle soluciones".
Sus restos están siendo velados en la iglesia Nuestra Señora de la Esperanza, ubicada en avenida Cristo Rey, en el sector El Retiro de Llolleo. Para hoy está programada una misa a las 15 horas y luego será trasladado hasta el Cementerio Parque del Sendero, donde se le brindará el último adiós.
"El día que murió estábamos en la casa compartiendo entre todos cuando de repente se cae un angelito que teníamos colgado. Coincidencia o no, al rato nos llaman para decirnos que mi papá había fallecido", contó su hija.
15 horas está programada una misa para despedir a Juan Ramón Álvarez.