El "Chico" Leiva creció durante su largo recorrido en el fútbol
El volante se inició en Cóndor, fue seleccionado sanantonino, jugó en la "U" y en Balmaceda. Hoy está de vuelta en el club que lo vio nacer.
Tarde de domingo y aunque el sol brilla, un frío glacial cala los huesos. En la cancha están Cóndor y Río Maipo, los únicos equipos que jugaron el fin de semana pasado por el torneo de la Puerta. Al borde de la cancha el DT de los "Condoritos", William Carrasco, no para de gritar: "¡Virgilio, ¡Virgilio!".
El destinatario de su insistente llamado es Daniel Antonio Leiva Wallis. Con 33 años (4 de enero de 1984) está de regreso en el club que lo vio nacer. Para que se concretara este retorno pasaron muchos años. El "Chico" se dio una larga vuelta y en este extenso recorrido el volante y hoy lateral creció en experiencias y vivencias que le entregó el fútbol.
Nació en el cerro Placilla y los amigos de su hermano mayor le pusieron "Virgilio". "Partió por la pasta de zapatos Virginia, como era medio negrito, después pasó a Virgilio".
Toda su vida futbolística ha estado relacionada con el Cóndor de Placilla, el club del barrio. Tenía 8 años cuando lo inscribieron en la tercera infantil de los "Condoritos" y hasta hoy se mantiene en la tienda de la calle Ortúzar, aunque en el medio de esta trayectoria, de un cuarto de siglo, tuvo la oportunidad de vestir otras camisetas.
"En ese tiempo no existía nada de escuelas o algo parecido. Había un profe a cargo, don Juan Acevedo, el 'Sapo'. El era del Cóndor y jugó en el SAU, él nos entrenaba cuando éramos chiquititos. En ese tiempo, como niños no cachábamos quién era y que fue tan conocido en el fútbol de acá", recordó.
Se inició como volante, le gustaba jugar de "8" o de "10" y gracias a su talento comenzó a proyectarse en el fútbol local. La educación media la hizo en el Instituto Comercial, donde de inmediato lo ficharon en la selección del colegio para jugar los torneos escolares. En uno de los partidos de esta competencia se enfrentaron a la Escuela Industrial de San Antonio, establecimiento que clasificó al regional. "Me pidieron como refuerzo y después me vieron los profes de la selección Sub 14 de San Antonio. Con la Eisa llegamos a jugar al Nacional que fue en Iquique".
Defender a la Eisa desencadenó una de las etapas más recordadas en su carrera. Las selecciones sanantoninas menores se transformaron en potencia a nivel regional y dos años seguidos clasificaron al Nacional de la Anfa. El "Chico" Leiva fue parte de esta generación.
"Quedar en la selección era súper difícil, porque estaban todavía las dos asociaciones juntas. Había muchos niños probándose. El profe Hugo (Víctor Hugo González) ya me había visto jugar y del Cóndor me mandaron después". Así llegó a esa selección que hizo historia.
Se reunió un gran grupos de futbolistas, varios de ellos siguen en las canchas locales. Juan Manzo, Rubén Pinochet, Francisco Rojas y Gabriel González, el "Guagua", formaron parte de ese equipo.
"También estaba David Reyes, que ahora está de arquero en el SAU. Era más chico que nosotros, lo llevaban a entrenar", agregó.
Enfrentar a más de medio centenar de equipos y transformarse en el mejor de la región de Valparaíso es un mérito. San Antonio lo hizo dos años consecutivos con sus selecciones Sub 14 y Sub 15 en los años 1998 y 1999.
"Entrenábamos harto. Me acuerdo que un verano nos entrenó el profe Juan Carlos (Figueroa, preparador físico) nos hizo bolsa y el profe Hugo con el profe Miguel (Gutiérrez) sabían harto. Ahí todo empezó bien", explicó sobre el inicio de un proceso que llevó al fútbol sanantonino a lo más alto.
Nacionales
En 1998, tras ganar el Regional, fueron al Nacional de Temuco y Victoria. Tras una gran campaña se instalaron en la final, donde perdieron con Nueva Imperial. "Habíamos eliminado a Victoria, que era el local, después nos cambiaron de sede, fue como raro, y perdimos", recordó sobre el triste final de esa expedición por La Araucanía.
Como el fútbol siempre da revanchas, al año siguiente iniciaron otro proceso con la Sub 15. "Clasificamos de nuevo al Nacional, ganamos el Regional dos veces seguidas. Fuimos a Rengo. Esa vez no nos fue tan bien, llegamos a las semifinales", agregó.
Mientras estaba en la selección sanantonina, en el medio de los dos procesos, Daniel tuvo la oportunidad de forjar una carrera como futbolista. Uno de los grandes del balompié nacional posó sus ojos sobre el pequeño volante y se lo llevó a sus filas.
"Entre la Sub 14 y la Sub 15 fuimos a jugar con la 'U' y quedamos en los cadetes junto con el 'Guagua' González. Juan Manzo ya estaba", rememoró sobre su arribo a la cantera de los azules.
Tres años fue parte del semillero de la Universidad de Chile hasta la categoría Sub 17. "Fue una bonita experiencia, aprendes harto, aunque es difícil, porque hay muchos jugadores", relató.
Formar parte de las series menores de la "U" le dio a Daniel la oportunidad de viajar por casi todo el país y conocer a varios jugadores. "Estaba Mauricio Pinilla, Emilio Hernández, Gerson Opazo, que está en O'Higgins. En los juveniles estaba Johnny Herrera", precisó.
Fredy Olivares, en la Sub 14, Patricio Mardones en la Sub 15 y Mariano Puyol en la Sub 17 fueron sus entrenadores.
-¿Por qué no siguió en la "U"?
-Cortaron a varios cuando pasaron a la juvenil y ahí salimos todos los de San Antonio. En ese tiempo estaba el profe (César) Vaccia en el primer equipo y a él también lo echaron.
Luego se fue un año a la juvenil de Everton, con el director técnico Jorge García en el banco, quien en el futuro dirigiría al SAU. Su incursión "ruletera" tampoco prosperó. "No seguí por los viajes y estaba la posibilidad del SAU, porque ese año tenían que tener un juvenil en cancha. Me fui a probar con otro amigo del Cóndor, José Soto ("Goro") y quedamos", esgrimió para justificar su nuevo destino.
Emiliano Astorga, el técnico sanantonino con un largo recorrido en el fútbol profesional, lo dejó en el plantel lila. Daniel se quedó en el SAU hasta que el límite de edad (23 años) se lo permitió.
La estadía en la tienda lila estuvo marcada por la precariedad. "Tenían pocos recursos, la mayoría era de Santiago, muy pocos éramos de acá. Cuando llegué me ofrecieron 100 lucas, estaba feliz, porque quería puro que me dejaran en el plantel. Esas 100 lucas aparecían después de 3 ó 4 meses", graficó sobre la situación que vivía el SAU.
Su pasión por el fútbol y la ilusión de un futuro mejor eran más fuertes que la adversidad.
"Uno aguantaba, porque siempre pensaba que podía llegar más arriba. Cuando estás más joven solo quieres estar ahí, crees que puedes llegar más arriba. Mis papás me apoyaron harto, y en ese sentido la plata no influía tanto, pero te prometían algo y no cumplían", analizó con la perspectiva que dan los años sobre la realidad que le tocó vivir en el SAU.
Cóndor y Balmaceda
Nunca perdió la esperanza y cuando se le presentó una posibilidad no dudó en buscar su suerte. "Estaba el profe 'Chichilo' Pérez en el SAU y me fui a probar a Ovalle junto con el 'Chicho' Romero. El Kroll (Albiña, ex arquero del SAU) nos dijo que se estaban armando. No me quise quedar porque era muy lejos y me pagaban las mismas lucas que acá", relató sobre esta nueva fallida experiencia.
Con 23 años dejó el SAU y también su sueño de ser un profesional. "Después me dediqué a trabajar, ya tenía familia. No había nada más que hacer", justificó sobre su decisión.
Retornó a su club de toda la vida, Cóndor.
Durante esta década en el fútbol amateur sanantonino, Daniel dejó de vestir la camiseta de los "Condoritos" solo una vez. Balmaceda, cuando estaba en la cúspide del balompié regional, se lo llevó a sus filas. Los "Gorriones" ya tenían en sus vitrinas dos trofeos de la Copa Anfa y se reforzaron para conseguir la tercera "Orejona".
"Llegué el año 2012 y estuve hasta el 2014. El último año ganamos la Anfa y obtuvimos el título nacional de clubes", precisó.
La decisión de dejar su querido club no fue fácil. "Me fui del Cóndor, porque no estaba muy buena la cosa, no teníamos equipos para pelear algo, lo vi más por el tema personal, por ganar algo. Balmaceda tenía un equipo con casi puros ex futbolistas profesionales, otros con experiencia en Tercera. El primer año no jugué mucho, me lesioné, se me cortó el ligamento cruzado y me operé del menisco de la rodilla derecha", detalló.
Jugar en Balmaceda era todo un desafío para el "Chico" Leiva, ya que "había que pelear un puesto con jugadores de harto nombre como el Fredy (Bascur ) el 'Negro' Georgelino Osorio' el 'Pollo' (Carlos Bustos), cabros que ya habían ganado dos copas antes. A varios los conocía del SAU, encajé bien en el grupo. Siempre estaré agradecido del Balmaceda", destacó el volante que vivió en este paso otro de los episodios más exitosos de su carrera como futbolista.
Cóndor lo recibió con sus alas abiertas otra vez. Balmaceda se enfrascó en luchas intestinas entre el cuerpo técnico, que comandaba el "Willy" Carrasco, y la dirigencia. Un importante grupo de los históricos abandonó la institución y recaló en los "Condoritos".
"Mejor me fui al Cóndor; aparte, quería ayudar en mi club", explicó sobre las razones de su retorno.
Institucional y deportivamente Cóndor mejoró en los últimos años. "En estos tres años hemos sido protagonistas en el campeonato, la dirigencia está haciendo una buena gestión, estamos armaditos. Nos falta ganar un campeonato nomás".
-¿Han estado muy cerca?
-Llegamos a dos finales que las perdimos en los penales, y la semifinal de la Copa Anfa. Hace años que el Cóndor no llegaba tan lejos. Es motivante y seguiremos trabajando.
Esa es la deuda que tiene Daniel con su club. Quiere levantar una copa con el Cóndor. Con su experiencia y talento pronto cumplirá ese sueño que comparte con todos los "Condoritos".