La Mami y las empanadas que causan furor los sábado en Tejas Verdes
La atención amable, calidad y buenos precios convirtieron en un éxito el local de calle Arrayán.
Los sábado, día de feria en Tejas Verdes, se puede ver una larga fila saliendo de un local en la calle Arrayán. Es el puesto de empanadas de la Agrupación Mujeres Emprendedoras de Los Rayos, liderado por Ana María Acuña, conocida en el sector y por los clientes como "La Mami".
Acuña lleva 12 años haciendo y vendiendo empanadas en el barrio. Partió trabajando codo a codo con un grupo de mujeres, principalmente dueñas de casa y madres solteras, en un comité para la vivienda. Durante años, vendió junto a ellas distintos platos para ahorrar dinero y conseguir el sueño de la casa propia.
Ese anhelo lo concretaron a inicios del milenio y desde hace cinco años ella comenzó este emprendimiento con un nuevo grupo de compañeras.
Furor en la provincia
Cada sábado venden sobre 300 empanadas entre el local ubicado en Tejas y un puesto que ponen en el ingreso al puerto de San Antonio, donde llegan los trabajadores portuarios a recargar energías.
Por sólo mil pesos las personas pueden comprar empanadas de pino, horneadas o fritas, de queso, queso camarón, mariscos, napolitana, entre otras.
El local abre sus puertas todos los sábado, de 7.00 a 14 horas, pero las preparaciones comienzan los jueves.
Quince personas trabajan de jueves a sábado junto a "La Mami", para responder a la alta demanda y ofrecer su amplia variedad de empanadas a los clientes, que llegan desde distintos puntos de la comuna y la provincia.
Paola Bustos es de la población La Campiña y lleva más de 10 años yendo a Tejas Verdes a comprar las empanadas de "La Mami". Semana por medio, cuenta, va junto a su marido e hija a almorzar al local, donde hay varias mesas para quienes quieren servírselas ahí.
"Me gustan las empanadas de aquí porque son muy ricas y tienen un buen precio", afirma.
María Elisa Moya es de San Sebastián y conoció en diciembre del año pasado este local. Un sábado que fue a la feria vio muchas personas saliendo con este tradicional alimento del negocio, y desde ese momento se transformó en una fiel clienta. "Este lugar lo prefiero porque las empanadas tienen masa finita, son de carne molida, lo que me encanta, y además no me hacen mal para el estómago", explica.
Atención con cariño
Otra clienta que viene desde lejos es María Angélica Alvarado, vecina de Cartagena, que al igual que María Elisa, aprovecha de pasar después de ir a la feria. Llegó al negocio por recomendación de su mamá y hoy en compañía de su familia disfruta de estas empanadas, porque son "económicas, contundentes y las personas que atienden tienen un buen trato con los clientes".
"La Mami" concuerda con esto último. Dice que lo que atrae a más personas es la atención cálida y cercana que brindan, sobre todo el trato preferencial que dan a los adultos mayores, fieles comensales del negocio.
Atender bien no es sólo cuestión de imagen. Es importante para ella porque ha logrado mucho gracias a la clientela. "Yo estoy muy agradecida de los clientes y su lealtad. Ellos nos traen el pan de cada día a mí, a mis compañeras de trabajo y a nuestras familias", afirma Ana María Acuña.
Este negocio es el sustento de su familia. Le ha permitido conseguir la casa propia, remodelar el local y costear los estudios de sus hijos.
"Mi mamá prácticamente me pagó toda la carrera vendiendo empanadas", afirma Christopher González, quien se recibió de kinesiólogo.
"La Mami" no olvida a quienes le enseñaron el mundo de la cocina. En su infancia aprendió a hacer empanadas mirando a su madre en casa, aunque no fue hasta adulta que hizo de esto su empleo.
"Con quien más aprendí de este oficio fue con Melania Duarte, una vecina del sector que ya falleció. Comencé a trabajar con ella después de casarme a los 15 años, y aprendí a hacer preparaciones en cantidades comerciales y todo lo que sé de este negocio. A ella le debo mucho", agradece Ana María, mientras ágilmente arma empanadas para satisfacer el apetito de los clientes que no paran de llegar al local de Tejas Verdes.
1.000 pesos es el valor de la mayoría de las empanadas que ofrece La Mami en su local de calle Arrayán.