Sanantonino apasionado por los autos triunfa en Canadá
Daniel Gómez es oriundo de Villa Italia y pronto cumplirá 10 años viviendo en Montreal. Desde allá cuenta a Diario El Líder sus logros en las competencias de vehículos, lo que significa ser inmigrante y su nueva vida.
Tan solo 21 años tenía el sanantonino Daniel Gómez Becerra (31) cuando decidió ir a probar suerte al otro extremo del continente. Desde Villa Italia partió a Montreal, la segunda ciudad más poblada de Canadá y uno de los principales centros industriales, comerciales y culturales de Norteamérica.
Su aventura comenzó en el 2007, cuando junto a su familia tuvo la posibilidad de irse a vivir legalmente en el país del norte. Él aprovechó la opción y se fue para conocer y presenciar en vivo y en directo lo que había visto en las películas.
En los primeros años estuvo junto a su familia, pero ellos retornaron a San Antonio y él decidió quedarse y buscar su futuro allí.
"Oportunidades hay muchas, solo hay que esforzarse y aprovecharlas", señala el joven. Y eso es lo que ha estado haciendo durante los casi 10 años que lleva concretando sus sueños en Canadá.
Ser inmigrante
"Al ser inmigrante uno tiene que tomar una decisión muy difícil, que es desconectarse un poco de su país para adaptarse y conocer lo que se viene; es como volver a nacer", explica Daniel sobre el proceso de integrarse a una sociedad distinta.
El sanantonino puso todo su esfuerzo para involucrarse en el nuevo mundo en el que vive, donde las temperaturas en invierno oscilan entre los -10° y -40° Celsius, y en verano pueden llegar a los 38 grados.
Durante sus primeros años, se enfocó en aprender francés e inglés, los idiomas que se hablan en dicha ciudad, con el objetivo de tener más y mejores oportunidades laborales.
Además, conoció y se interiorizó en las costumbres cotidianas y creencias de los canadienses.
Daniel señala que adaptarse es muy complejo emocionalmente. "No es para nada fácil dejar atrás lo que uno estaba acostumbrado a vivir en San Antonio", señala, pero según él ese es el único modo de integrarse a una nueva sociedad, "porque no se puede vivir en dos lugares al mismo tiempo".
Pasión por los autos
Toda la vida Daniel ha sido un aficionado al automovilismo, al rally y a los autos enchulados. Incluso estudiaba Mecánica Automotriz en el Duoc, carrera que congeló antes de partir a Canadá. Lo que no congeló fue su amor por el mundo tuerca, que sigue ocupando gran parte de su tiempo y gracias al que ha obtenido muchos reconocimientos en el país de Norteamérica.
Lo que más le apasiona a Daniel son los sistemas de sonido en los vehículos, afición que conoció en Chile y ha ido perfeccionando en Montreal.
Gómez instaló en su auto poderosos parlantes, que suenan realmente fuerte, y lo lleva a distintos certámenes. Más de 60 trofeos ha ganado ya en las competencias donde ha participado, en ciudades de toda Canadá y también en Nueva York, Estados Unidos.
Daniel explica que a estos certámenes los participantes llegan con sus autos modificados con potentes equipos de sonido. Allí son evaluados por jueces, que miden la potencia del audio, la calidad del sonido y revisan que la instalación de los equipos sea según los reglamentos establecidos.
Hay distintas categorías para competir y durante este año el sanantonino participa en "Audio de calle". Hasta el momento, Daniel tiene el primer lugar de Canadá, con un récord de 156.3 decibeles.
Respecto al éxito que ha alcanzado, señala que le gustaría seguir, pero que es un hobby muy costoso cuando no se tiene el apoyo de auspiciadores.
Por ahora continuará con su emprendimiento, que nació durante el año pasado, cuando comenzó a trabajar por cuenta propia en la fabricación e instalación de equipos de sonido para competidores y aficionados.
Décimo aniversario
Una de las imágenes que le quedó grabada de sus primeros días en Canadá fue cuando vio que las personas hacían filas en los paraderos para esperar el bus y así respetar el orden de llegada de los pasajeros.
En septiembre de este año, Gómez cumple una década desde esas primeras impresiones. Él se ha adaptado completamente a la cultura de los canadienses, la que él describe como una sociedad respetuosa.
El sanantonino ha armado una vida como cualquier persona de su edad. Actualmente, es el gerente de una compañía internacional de cambios y envíos de dinero, donde comenzó como chofer en el año 2009.
Su ascenso laboral y sus logros en las competencias están acompañados por otro significativo momento: el 15 de julio pasado se casó con Melissa Roque, una canadiense de descendencia portuguesa.
A la celebración, llegó su madre, Laura Becerra y uno de sus hermanos. Su otro hermano no pudo estar, pero presenció a través de una videollamada la boda y parte de la fiesta.
Pero esta no es la última novedad que cuenta Daniel. En diciembre nacerá su primera hija. "Con mi esposa esperamos con muchas ansias que la niña llegue sanita y viajar a presentársela a mi familia en Chile", declara.
El sanantonino radicado en Montreal recomienda totalmente la experiencia de vivir allí. Destaca que los ciudadanos de dicha ciudad son personas respetuosas y abiertas.
Gómez explica que en Montreal viven descendientes de ingleses y franceses, y por eso suelen ser personas muy abiertas de mente e interesadas en conocer sobre las culturas de otros, lo que ayuda para ir conociendo amigos. "Ellos siempre están preguntando sobre las costumbres de otros países", cuenta.
Además, señala que en el país del norte hay muchas oportunidades laborales, por lo que solo "hay que tener valentía para irse y hacer el esfuerzo", afirma.
Respecto a cómo es vivir lejos de la patria, Daniel explica que siempre se siente nostalgia. Desde Canadá cuenta que de San Antonio echa de menos el olor del mar y las caminatas que solía hacer por la playa.
"Como inmigrante uno siempre va a extrañar sus raíces y sobre todo a los seres queridos", dice recordando a su familia, a la que espera ver pronto.
"Le quiero enviar un saludo a mi mamá y a mis hermanos, pero especialmente a mi abuelito Rogelio Becerra ("El Pirulo") que está delicado de salud: que se mejore para que así pueda conocer a su primera bisnieta que viene en camino", nos dice Daniel, antes de despedirse para continuar con su vida al norte del mundo.