La insólita "isla de basura del Pacífico" que contamina la desembocadura del río Maipo
Cada vez que hay marejadas o temporales, gran parte de los residuos de esta "sopa de basura"-como también la llaman- llega a las costas de la zona, especialmente al Parque de la Naturaleza Humedal Río Maipo.
Frente a las costas de la provincia de San Antonio hay una isla tan grande que fácilmente podría superar los 750 mil kilómetros cuadrados de superficie que tiene Chile entre Arica y Punta Arenas. Está tan lejos, sin embargo, que no hay un lugar desde el que se pueda ver. Hasta para los satélites es difícil de captar.
Nadie vive allí. No hay casas ni edificios. No la compone ni un solo humano, solo basura: son millones de toneladas de plásticos siendo corrompidos por los rayos solares y la salinidad del mar.
Se trata de una de las cinco "islas de basura" que hay en los océanos del planeta.
Según los expertos, está a miles de kilómetros mar adentro, entre el archipiélago de Juan Fernández, frente a San Antonio, y la Isla de Pascua, a la altura de la ciudad de Caldera, en la tercera Región de Atacama.
Pero, sin importar las distancias, todos los días una pequeñísima parte de esta "isla" llega a nuestras costas, específicamente a Santo Domingo, donde desde 2014 extraen cientos de kilos de partículas plásticas que cruzan el océano hasta arribar al continente.
Simón Mena, encargado municipal de residuos y reciclajes de la comuna parque, explicó a Diario El Líder que entre mayo y agosto recogen aproximadamente una tonelada de basura de la desembocadura sur del Río Maipo. En los otros meses la cantidad disminuye entre un 70 y 80 por ciento.
"Una fracción corresponde a los vidrios, botellas y arboles (que no están incluidos en la estadística por ser biodegradables) que son arrastrados por el cauce; la otra parte importante, sin embargo, corresponde a los pequeños fragmentos plásticos que vienen directamente de esta isla de basura que está en el océano Pacífico", aseguró el funcionario municipal.
Desechos pequeños
Los desechos que llegan al borde costero no son grandes objetos, por el contrario, son reconocibles por su diminuto tamaño. Los más pequeños son del porte de un grano de arroz y los más grandes no superan los dos centímetros de alto o ancho.
"Son de todos colores y a simple vista parecen los restos desmembrados de una plancha de plumavit", agrega Mena.
Los datos parecen difíciles de creer, sin embargo, hay numerosas publicaciones científicas que sostienen esta teoría. Medios como The New York Times y BBC han informado sobre los estudios hechos en Estados Unidos, Inglaterra y Francia sobre estas islas o "sopas de basura". Todos confirman su existencia, solo difieren en las extensiones. Para algunos, la que está frente a San Antonio podría ser aún más grande o ligeramente más pequeña.
Investigaciones
Reciben el nombre de "islas", pero en rigor no lo son. En estricto rigor se trata de una acumulación de plásticos flotando en la superficie marina y se formaron en los denominados giros oceánicos, es decir, en los lugares en que convergen como un torbellino los vientos y las corrientes marinas.
Son investigadas desde 1987, cuando el activista medioambiental Charles Moore descubrió la primera frente a Estados Unidos. Tras él, el fenómeno ha sido analizado por la Nasa y otras agencias del gobierno estadounidense, que las monitorea desde las aguas y el espacio.
Moore recorrió los mares chilenos durante el primer semestre y la semana pasada contó a El Mercurio que se trata de una "sopa de agua con pedazos de plástico".
Lo peor, de acuerdo a su relato, es que la ubicada frente a nuestras costas está en pleno crecimiento y no tiene apariencia de dejar de hacerlo.
"Esto se produce no solo por la basura arrojada al mar desde Chile, sino que por el arrastre de las corrientes y vientos de todos los países que dan al Pacífico Sur (Perú, Nueva Zelandia, Australia, entre otros) y lo que lanzan desde los barcos y botes", agrega el profesional de Santo Domingo, quien ha seguido de cerca los estudios internacionales y los efectos en el Parque de la Naturaleza Humedal Río Maipo, como se denomina formalmente al lugar.
Peligro
Simón Mena comenta que "llevamos una estadística de la extracción de basura de la desembocadura del Maipo desde el 2014. Hemos visto que entre mayo y agosto, en los meses que aumenta la frecuencia de las marejadas y los temporales, la cantidad de plástico fragmentado que queda en la arena se incrementa significativamente".
El peligro va mucho más allá de la contaminación costera, ya que apunta directamente a la alimentación de los animales que pescadores artesanales e industriales luego capturan para saciar el hambre humana.
"Durante los últimos quince años se estima que debido a este tipo de contaminación murieron más de un millón de aves marinas y cientos de miles de mamíferos. La supervivencia de muchas especies está en riesgo", consignó el medio español La Vanguardia.
"Hay una gran posibilidad de que muchos de los peces que luego terminan en nuestros platos hayan ingerido plástico, que es un derivado del petróleo que obviamente no debería formar parte de la cadena alimenticia", advierte.
-¿Esta situación solo afecta a la desembocadura del río Maipo o al resto de la costa también?
-Depende de las condiciones geográficas, pero afecta a toda la costa. La desembocadura es donde se ha detectado con mayor notoriedad hasta ahora, al menos en la zona.
-En diciembre pasado se formó un comité con distintas instituciones de gobierno para vigilar el cambio climático en la región. Advirtieron que cada vez habrá marejadas más frecuentes y fuertes. ¿Eso atraerá más basura a la costa?
-De todas maneras.
"Son de todos colores y a simple vista parecen los restos desmembrados de una plancha de plumavit",
Simón Mena, sobre los pequeños desechos que llegan al borde costero de San Domingo."
"Esto se produce no solo por la basura arrojada al mar desde Chile, sino que por el arrastre de las corrientes y vientos de todos los países que dan al Pacífico Sur",
Charles Moore,, explicando la formación de las "islas de basura"."




