Los años de gloria, deporte y entretención de la desaparecida piscina olímpica de Santo Domingo
Entre 1947 y 1978 este centro de veraneo fue altamente concurrido por turistas y vecinos del balneario. Recibió torneos de natación y hasta a un Presidente de la República cuando fue sede de un pentatlón militar en 1953.
Iglesias, edificios, puentes y decenas de viviendas de la provincia de San Antonio han cambiado de forma debido a los terremotos que han golpeado a la zona central. Muchos han sido reconstruidos, otros, lamentablemente no han corrido la misma suerte y han desaparecido para siempre del patrimonio arquitectónico local.
Eso le pasó a la extinta Piscina Olímpica del Club Social de Rocas de Santo Domingo, que había sido diseñada y construida mucho antes que la comuna parque se constituyera legalmente en 1946.
Según consta en el libro "De Pucaiquén a Santo Domingo, 400 años de historia", del historiador Mariano Bay, la estructura era un "orgullo para el país y fue construida por la sociedad inmobiliaria propietaria del balneario en 1945 e inaugurada dos años más tarde. Para dicha ceremonia se presentó la orquesta del Casino de Viña del Mar dirigida por el músico Isidro Benítez".
La piscina tenía 25 metros de largo y 25 de ancho, "lugares de descanso y un casino que se entregaba a concesión, que era amplio, hermoso, y acogedor para ser utilizado como centro de reuniones sociales", agrega Bay.
"El conjunto presenta particular interés, porque se encontraba en la playa misma (hoy Playa Sur) y con el fin de evitar el viento constante y potente del mar, el proyecto proponía una serie de estrategias arquitectónicas para protegerla", describe la investigación de Fondecyt "Turismo y Arquitectura Moderna".
"Primero, a través del pabellón principal paralelo a la playa, que mediaba entre ella y la piscina, había un salón de té en el nivel superior y de camarines en el nivel inferior. Segundo, (hacia el sur) tenía un solarium en dos niveles con una estructura vidriada de protección para el viento; al norte estaba el trampolín, otra estructura vidriada y la piscina de niños. Todo el conjunto aprovechaba la diferencia de altura entre la calle y la arena misma a través de taludes de terreno natural que ocultaban el centro del proyecto. De esta manera arquitectura y naturaleza quedaban entrelazadas, sin definir con precisión donde acababa una y se iniciaba la otra", agrega el estudio.
Fenómeno
Hacia 1949, el lugar era un fenómeno. Decenas de turistas y de vecinos llegaban hasta el lugar. La revista de la Empresa de Ferrocarriles del Estado "En Viaje", que circuló entre la década del 30 y 1973 como una forma de fomentar los viajes en tren, mencionó en varias oportunidades a este rincón del Litoral de los Poetas "como un lujo" y una "maravilla".
Uno de los eventos más importantes que se desarrollaron ahí, fue un torneo de natación que llevó a cabo el 12 de enero de 1950 entre el Club de Natación de la Universidad Católica y el Club de Natación de Regatas.
De acuerdo a la investigación de Bay, allí se disputaron las competencias de 50 metros libres estilo libre, de espalda y de pecho para hombres y mujeres. También se realizó un posta 4 por 50 para ambos sexos y saltos ornamentales.
Ese mismo día se registró una presentación del Ballet Acuático de la Universidad de Chile y una prueba apta para todo competidor con el objetivo de incluir a los veraneantes.
Pentatlón
Tres años más tarde, la piscina fue sede de uno de los eventos más importantes de su existencia.
"En ella se realizó el Pentatlón Militar Mundial organizado por el Ejército de Chile en 1953. Quien logró que este evento deportivo se realizara en la comuna fue el general Eduardo Yáñez, presidente de la federación chilena de esta disciplina. A la inauguración de este evento asistió el Presidente de la República, Carlos Ibáñez del Campo con algunos de sus ministros y otras personalidades. También se hizo presente la Escuela Militar que se ubicó al este de la piscina", relata el historiador.
"Entre los concurrentes a esta competencia mundial estuvieron Argentina, Alemania, España, Inglaterra, Francia, Hungría, Estados Unidos y Chile como país organizador. Las especialidades fueron: natación, tiro, esgrima, atletismo y cross country. Chile fue representado por tres deportistas, ellos fueron Nilo Floody, Gerardo Cortés y Luis Carmona", narra.
"Los húngaros se adjudicaron el título de la competencia que comprendía esgrima, carreras, equitación (que se efectuó en el fundo La Princesa) y natación, ya que estaban representados por un excelente deportista llamado Gaabor Benedeck, un obrero metalúrgico de 26 años. Lamentablemente este país fue descalificado, llevándose Suecia los homenajes y medallas", continúa.
Para la ubicación de las delegaciones de cada país se facilitaron algunas de las hermosas residencias del lugar en cuyos frontis se izó el pabellón de la nación respectiva. Fue una destacada competencia que honró a la zona por su carácter internacional", agrega.
En esta oportunidad la piscina debió ser llenada con agua dulce por exigencias reglamentarias, ya que siempre usaban agua salada bombeada directamente del mar desde un pozo de captación a 100 metros de distancia y siete metros profundidad.
Otro "hecho especial fue la realización en una temporada de la denominada Noche Veneciana con características propias (botes) y de real colorido, pero desgraciadamente no volvió a repetirse. No está de más reiterar que durante los periodos de la época estival la concurrencia a esta piscina era frecuente por la tranquilidad que ofrecía y el resguardo de los vientos que arrecian en verano", consigna en el libro.
El final
El fin del centro turístico llegó en la década de los setenta, "el terremoto de 1971 la dejó en malas condiciones y la marejada ocurrida posteriormente en el Litoral Central dañó en forma muy especial la piscina, ya que el mar penetró arrastrando grandes cantidades de arena e incluso un bote que se posó en la pileta. Gran esfuerzo y trabajo costó sacar de allí el material depositado, en todo caso fue reparada y siguió funcionando hasta el año 1978", pero ya no con las características que la habían hecho famosa en las décadas anteriores cuenta el historiador Mariano Bay.
"Posteriormente la piscina fue rematada por el señor Asler y Socio (hijo de un antiguo propietario de Santo Domingo don Federico Asler). Ellos tuvieron la precaución de confeccionar un proyecto que permitía rehabilitar la piscina, estableciendo en ella una más pequeña y canchas de deporte, como también reabrir el restaurante que llenaba una necesidad para este balneario", prosigue.
"Todo este proyecto tendría un costo superior de $150.000.000 sobre las bases de un aporte de 1500 socios y propietarios. Esta iniciativa no se llevó a efecto, solamente se construyeron departamentos, no todos fueron ocupados; lamentablemente nadie hizo nada por recuperar esta piscina olímpica donde también se pudo construir un teatro al aire libre para hacer eventos", concluyó.
Hoy, de toda esa gloria no queda nada. Solo los recuerdos y unas cuantas fotos.