Abuelita recordó su encuentro con San Alberto Hurtado
Ayer, en el Hogar de Cristo de San Antonio, se llevó a cabo la celebración del Día de la Solidaridad que recuerda el fallecimiento del santo.
Ni ella misma se lo hubiese imaginado. Mónica Araya tiene hoy 75 años y hace 65 vivió una de las experiencias más maravillosas de su existencia.
Tenía 4 años cuando por motivos económicos y familiares tuvo que ingresar al internado Las Monjas de San José, ubicado en la ciudad de Viña del Mar.
"Mi mamá se había separado y la mujer que me cuidaba me estaba poniendo un pañal que, por esos años, se afirmaba con alfileres de gancho, me pasó a llevar y quedé llena de sangre. Mi mamá enojada la despidió y me dijo que me iría a un internado", recuerda Araya.
En este lugar estuvo hasta los 18 años, pero el momento más emotivo lo vivió cuando tenía apenas 10 primaveras.
"Estábamos en el internado cuando de repente llegó el padre Alberto Hurtado, hoy santo. Conversó con nosotras, se reía, tiraba chistes y nos preguntaba cosas. Era alguien muy sencillo que irradiaba algo súper potente", manifiesta.
Esta vecina de Algarrobo recuerda que en aquella ocasión "él nos llamaba a todos patroncita y a mí con mis compañeras nos daba mucha risa que nos dijera así".
Desde aquel encuentro ya han pasado 65 años y Mónica lo tiene grabado en su mente. Dice que nunca se le olvidará, porque hoy, precisamente, es parte del legado más importante del santo patrono: el Hogar de Cristo, que ayer celebró el Día de la Solidaridad, cuya fecha conmemora la muerte de Hurtado.
Dentro de las actividades que se desarrollaron en la sede de calle Luis Alberto Araya estuvo una misa oficiada por el padre Javier Santamaría, de la parroquia Santa Luisa Marillac, una obra de teatro y la revisión de la vida y obra de San Alberto Hurtado.
Carolina Castro, coordinadora del Hogar de Cristo San Antonio, destaca la importancia de este centro y menciona que "hoy en día contamos con 27 usuarios quienes desarrollan diferentes actividades gracias al enorme legado que dejó San Alberto Hurtado".
La celebración también contó con actividades artísticas desarrolladas por los propios usuarios y Mónica sorprendió a todos con su imponente y afinada voz.
"Acá nos atienden personas maravillosas que nos permiten, a nuestra edad, seguir desarrollándonos, sin duda un gran legado que dejó San Alberto", culmina Mónica.
18 de agosto del año 1952 falleció San Alberto Hurtado, en la ciudad de Santiago.