Rosa Garrido González: la reina de las empanadas de mechada
A sus 36 años, la joven emprendedora que actualmente vive en Bellavista se la jugó por sus proyectos personales y, gracias a esta preparación no tradicional, puede darle estabilidad a su familia.
Después de dar a luz a su hija, Rosa Garrido González recibió una noticia que le cambió inmediatamente su presente. Tenía recién 15 años, había tenido un embarazo adolescente y la familia del padre de su hija Marcela hizo los trámites para que la trasladarán desde su casa en cerro Alegre, San Antonio, hacia Valparaíso. Allí, en el cerro Placeres, Rosa estuvo internada en un centro para madres primerizas donde le enseñaban a cumplir con el rol de madre. Vivía junto a su pequeña en un lugar donde se veían conflictos a toda hora del día.
"Algunas madres estaban metidas en la droga, el alcohol, entonces se veían cosas difícil. En la casa nos daban comida y teníamos nuestras piezas donde dormíamos. Era complicado porque la mayoría éramos menores de edad", recuerda Rosa, actualmente de 36 años de edad.
Antes de que fuera a cumplir su primer año en Valparaíso, María González Opazo, madre de Rosa, logró que su hija y su nieta fueran trasladados de vuelta a San Antonio.
Aquí la joven sanantonina se puso a trabajar paralelamente mientras estudiaba para sacar su cuarto medio, el que consiguió hacerlo en el colegio Pedro de Valdivia. Su primera experiencia la tuvo en una residencial en Llolleo. Desde ahí que no ha parado de trabajar.
"Creo que he trabajado más de la mitad de mi vida. Mi infancia no fue fácil, me tocó vivir hartas situaciones complicadas, pero siempre tuve el mejor ejemplo de mi madre, una mujer esforzada que trabajaba intensamente para su familia y que tenía un local en el cerro El Carmen", reconoce orgullosa Rosa, quien vivía además junto a su padre Guillermo Garrido Barrera y sus dos hermanos menores en el cerro Alegre.
Como garzona
Los siguientes trabajos que consiguió Rosa Garrido fueron como garzona, actividad que estuvo realizando hasta hace cerca de tres años. Donde más tiempo estuvo fue en el reconocido restaurante Capri que se encuentra al interior del Mercado de San Antonio.
"Pude aprender mucho en el restaurante Capri, porque también miraba cómo hacían los platos y las recetas. Trabajé en otros locales y restaurantes, hasta que un día decidí que quería comenzar a trabajar de forma independiente, ya me sentía con la fuerza y las ganas para hacerlo", detalla la emprendedora mujer, agregando que "también quería dejar de trabajar con jefes y a la vez entregar una oportunidad para crear más empleos para gente que lo necesita".
Recordando todo lo que aprendió de su madre María González, quien cocinaba empanadas, pan amasado y muchos productos para vender cuando ella y sus hermanos eran chicos ("a veces me mandaba a mí a vender el pan amasado", rememora Rosa) se la jugó con sus propias creaciones de esta receta. "En el Mercado una vez probamos unas empanadas de carne mechada y la verdad que eran bastante buenas. Así que quise hacer algo parecido y le di forma a la empanada mechada con queso", dice sobre la forma en la que se comenzó a gestar un producto que empezó a vender en un puesto que instaló los días domingo en la feria de Bellavista.
Furor la mechada
Con la experiencia que le había entregado la venta de empanadas primero mediante encargo por Whatsapp, Rosa Garrido sabía que tendría aceptación entre los asistentes a la feria libre de Bellavista.
"Ahí llevo cerca de un año. Me instalé con un toldito, junté plata para comprar una cocina, y todo lo he hecho sola, porque no he tenido la ayuda de nadie. Postulé hasta un Fosis pero no pasó nada. Cuando la gente empezó a comer las empanadas con mechada y queso quedó fascinada, así que ya tenemos hartos clientes que son fieles a nuestras empanadas", asegura la comerciante, quien cada domingo vende más de 120 unidades con esta preparación de mechada, las que cocina la noche anterior, para que queden listas para ser fritas desde las ocho de la mañana.
"En la feria las empanadas valen mil pesos, y en total vendemos más de 150 en el día, sumando a las otras preparaciones que tenemos, como champiñón queso. El sábado empiezo a cocer la carne mechada a las dos de la tarde y luego bajo al centro a comprar las masas y el queso mientras se enfría la carne. Cerca de las 9 de la noche armamos todas las empanadas", comenta la emprendedora, asegurando que con la pura venta de los domingo "puedo mantener mi casa y estar tranquilos. En la semana estoy cesante pero me ha ido bien en la feria, así que estamos contentos".
En las fondas
Desde el pasado viernes 15, Rosa Garrido junto a su actual pareja Francisco González (con quien tienen un hijo) y su hija Marcela, están atendiendo la chichería "Onde Conchetu" que se encuentra en las ramadas del estadio municipal de San Antonio.
Allí la preparación estrella es la empanada frita de mechada con queso, además de los terremotos, anticuchos, papas fritas y otras delicias "dieciocheras". "Hace algunos años atrás nunca hubiera imaginado que tendríamos un lugar en las ramadas. Postulamos en la municipalidad y a principio de septiembre nos dijeron que podríamos ponernos con una chichería. Lo mejor es que estamos trabajando en familia", afirma Rosa Garrido González, quien segura y convencida dice "ahora estoy viviendo feliz, atrás quedaron los malos momentos de la infancia y adolescencia que me tocaron vivir".