Así se escribieron los 40 años de la Biblioteca Pública N°68
Esta entidad, que pronto tendrá un moderno edificio en la calle Sanfuentes, sigue vigente como el principal lugar de encuentro de los lectores sanantoninos.
Un 30 de septiembre de 1977, cuando el alcalde de San Antonio era Enrique Manzur, fue inaugurada la Biblioteca Pública N° 68 Vicente Huidobro. A 40 años de aquella fecha, su actual directora, Nancy Berríos, reveló algunos de los pasajes que escribieron la historia de este recinto.
"Las palabras se las lleva el viento, pero nosotros creemos que lo mejor que tenemos es que aquí está la memoria escrita de San Antonio", recalca Nancy Berríos, quien se hizo cargo de la biblioteca hace 6 años cuando jubiló su antecesora, la bibliotecóloga Julia Jiménez.
Sobre Julia Jiménez, Nancy dice que fue ella quien guió al equipo humano que pudo "posicionar la biblioteca en la comunidad y que la gente la reconozca como una institución importante dentro de todo lo que hay en San Antonio". Eso se logró sacando los libros desde las bodegas y poniéndolos en las estanterías abiertas, lo que acrecentó el interés de la gente por llevar a sus casas uno de esos textos.
Esta mujer, que es funcionaria de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam), trabaja desde 1979 en la biblioteca sanantonina. Ella tenía apenas 22 años cuando empezó a prestar servicios administrativos. Y así fue como aprendió a entregar la mejor atención a los lectores y a mantener las estanterías llenas con esa riqueza que nos da la lectura.
La historia de la biblioteca cruza gran parte de la vida de Nancy Berríos. Ella fue recomendada por la entonces jefa de personal de Dibam, Gloria Errázuriz, para ingresar a trabajar a la biblioteca de San Antonio. Entre aquella mujer y su familia había una estrecha relación y ella le regalaba libros a Nancy cuando era una niña; por lo mismo, ha sido una amante de la literatura.
"Yo creo que Gloria Errázuriz es una persona importante en la historia de la biblioteca, porque ella siempre dijo que San Antonio necesitaba un lugar como este, creo que hizo gestiones para que eso pasara", añade.
"Acá tenemos hasta las actas del Concejo Municipal de San Antonio de 1922, ahí hay una parte importante de la historia de nuestra comuna", cuenta.
En la colección de diarios locales están algunos ejemplares de semanarios y periódicos del año 1917, y todas las ediciones de Diario El Líder y El Proa. A esto se suman algunos libros del siglo XIX y una antigua versión de la Biblia.
También se pueden hallar ejemplares de semanarios como Impacto, Los Nuevos Tiempos, El Espectador, El Porteño, La Era, La Voz del Puerto, El Porvenir y El Labrador.
"Para mí, todos los libros de la biblioteca son valiosos, no puedo considerar unos mejores que otros. Tenemos libros de cuando se inauguró este espacio, sobre todo colecciones antiguas de literatura chilena", explica Nancy Berríos.
Con 18.000 libros en sus estanterías, la biblioteca local tiene unos 1.600 socios del club de lectores, los que semana a semana devoran cada uno de los clásicos literarios y también los súper ventas del momento en Chile, como es el fenómeno de los textos de Jorge Baradit.
Hoy, la biblioteca opera gracias a los libros que envía la Dibam y a los aportes que hace el municipio local. "La municipalidad es un tremendo aporte para comprar textos", declara la directora.
Nancy tiene 62 años de edad. Y aunque ya debió haber jubilado, ella quiso seguir trabajando en la biblioteca porque no se imagina en su casa sin hacer algo y menos lejos de los libros o sin ver a la gente que va a leer y a sus compañeros de labor. "En cualquier momento me decido a irme, pero me gusta lo que hago y lo que más aprecio es el contacto con la gente. No quiero perder eso", señala.
"Yo quiero destacar lo que hace nuestro equipo de trabajo de la biblioteca, porque cada uno de ellos le gusta lo que hace, a pesar de que algunos son contratados a honorarios por la municipalidad", recalca Nancy.
Los cinco funcionarios que acompañan a Nancy Berríos son Patricia Gómez, Aldo Calderón, María Santander, Darwin Osorio y Lorena Abarca. "Todo nuestro personal ha sido capacitado por la Dibam; además, hicieron un diplomado en gestión de bibliotecas públicas", destaca.
Aquel personal está enfocado en motivar a los jóvenes, para que consuman libros y no solo se dediquen a ver TV o a los videojuegos.
Para ser socio de la biblioteca es muy simple: solo hay que presentar la cédula de identidad y acreditar domicilio. Cada persona puede llevarse hasta 5 libros por un periodo de dos semanas.
La biblioteca está ubicada en calle Siete Sur S/N y en el lugar funcionan dos clubes de lectura, los que están integrados por amantes de las letras que se reúnen para analizar un texto en común, desmenuzar cada uno de sus capítulos y darles una interpretación a sus líneas. En ambos participan niños y adultos, que le ponen entusiasmo a su participación en estas instancias.
"La idea es que cada persona pueda disfrutar la lectura. Hemos logrado que esta casa sea un punto de encuentro, tal como dice la misión de las bibliotecas públicas", resalta Nancy Berríos.
Feria del libro
La Agrupación de Amigos de la Biblioteca y la misma Biblioteca N° 68 Vicente Huidobro son las instituciones que han organizado las quince versiones que ya cuenta la Feria del Libro Usado de San Antonio, evento que cada año se transforma en un panorama cultural imperdible para niños y adultos de la comuna puerto.
A esto se suman las charlas en colegios y el programa de Dibam denominado "El casero del libro", que permite que los sanantoninos puedan solicitar un texto, previa inscripción como socios, cuando van a las ferias libres que se instalan en Villa Las Dunas y la calle Tacna, en Barrancas. La idea es que las dueñas de casa y los pensionados puedan encontrar aquellas páginas que buscaban con ansias
Así también se implementó un plan que permite llevarles los libros a sus casas a aquellos adultos mayores que están postrados, para que no abandonen el mágico mundo de la lectura y alivien, en parte, sus males del cuerpo con la frescura de las letras.
LA CASA PROPIA
Una de las situaciones que ha marcado las cuatro décadas de la biblioteca es que ha debido cambiar de dirección en tres oportunidades. Primero estuvo en las oficinas de la municipalidad en avenida Barros Luco, donde hoy funciona la Dirección de Obras; luego pasó a un recinto ubicado en Angamos frente a la población Juan Aspeé. Más tarde, quedó instalada a un costado de las antiguas dependencias del museo en calle Sanfuentes, y hoy, desde hace casi dos años, funciona en una propiedad situada detrás del Liceo Juan Dante Parraguez.
Además, después del terremoto de 2010, la biblioteca que en esa época atendía en Sanfuentes a un lado del museo, quedó con todos sus libros en el suelo. Y aunque los funcionarios ordenaron eso, dos años más tarde, en 2012, el incendio que afectó al internado municipal, a un costado de las mismas oficinas de lectura, hizo que la gente y bomberos sacaran esos textos a la calle para salvarlos de las llamas.
"Nunca hemos tenido un local como la biblioteca se merece; hemos andado como los gitanos, para todos lados. Siempre hemos esperado la nueva biblioteca, y ahora ya estamos casi listos", advierte Nancy Berríos.
Las penurias deberían acabarse cuando se entregue el nuevo edificio que está en construcción en Sanfuentes, proyecto que fue financiado con 1.468 millones de pesos aportados por el Gobierno Regional y que constará de 1.102 metros cuadrados de superficie construida. Así se cumplirá el anhelo sueño de la casa propia.
La biblioteca atiende de lunes a viernes, de 9 a 18 horas en forma continuada.