El sorprendente contacto paranormal de una madre con su hijo fallecido
Marcela Fuentes hizo una canalización espiritual que la comunicó con su hijo, Juan Ignacio Grez, fallecido en 2013, lo que le hizo cambiar sus creencias y organizar una actividad para ayudar a quienes sufren por la pérdida de un ser querido.
Marcela Fuentes (42) no creía en los videntes, en los médium y menos en las canalizaciones espirituales. Desde que encontraron muerto a su hijo Juan Ignacio Grez, de solo 17 años, ella nunca quiso recurrir a nada de esto, pero este año un programa de televisión la hizo arriesgarse a vivir la experiencia y, cuatro años después del fatal hecho que le arrebató a su primogénito, Marcela comenzó a creer.
La historia de Marcela, quien vive hace dos años en San Antonio, se remonta al 27 de agosto del 2013. Ese día ella salió de su hogar en Itahue (una localidad de Molina) a comprar a Talca, y su hijo mayor se quedó en casa. "A las 12.35 horas le dije 'Juan Ignacio, espérame a almorzar'. Me dio un beso, porque siempre nos despedíamos de beso, y nunca más lo vi. Nunca más lo vi. No somos nada", manifiesta ella con pesar.
Cuando ella regresó no encontró a Juan Ignacio en la casa ni en los alrededores. Durante 31 días no tuvo pistas del paradero de su retoño. El caso tomó relevancia en la prensa, que apodó a su hijo como el "Niño de los ojos azules".
"Fue muy bullado el caso, porque no había pistas de él. En la parcela que vivíamos, había helicópteros, buzos tácticos, carabineros, PDI, bomberos y ONGs que participaron en la búsqueda. Era espantoso. El 28 de septiembre, lamentablemente lo encontraron muerto, pero hasta ese día yo pensé que él estaba vivo", recuerda ella, conteniendo apenas la emoción.
Su hijo se había caído al río Claro, que quedaba a metros de su casa, y su cuerpo fue hallado a 7 kilómetros al poniente de esta.
Primer contacto
Durante cerca de cuatro años Marcela ha vivido el terrible sufrimiento que implica perder a un hijo. "Es inexplicable el dolor. El duelo tiene distintas etapas, la negación, la angustia, el miedo y si no superas el miedo, te suicidaste", explica ella.
-¿Hacia qué es el miedo?
-Es el miedo a enfrentar la vida, a salir sin él, a saber que no va a llegar nunca más, a volver a lo laboral. Es el miedo a ser feliz. Cuando inicié la relación con mi pareja actual (el actor sanantonino Jorge Cid), a los cinco meses tuvimos una crisis porque yo tenía miedo a ser feliz sin Juan Ignacio. Eso sentía yo antes del programa La Hermandad.
En septiembre de este año, Marcela protagonizó un capítulo del espacio de CHV, al que llegó sin esperarlo. "Comencé a verlo porque me gustan los programas de miedo. Luego, empecé a ver que la gente que aparecía contaba que sentía a sus familiares, pero yo no sentía a mi hijo. Lo único que tenía era pesadillas, lo soñaba muerto y con mucho ruido de agua. Entonces, empecé a ver a la síquica Vanessa Deroch (en La Hermandad) y que hablaba con las personas muertas y me pregunté: ¿por qué yo no? Y me empezó a interesar", cuenta Fuentes.
Hasta que se decidió a buscar a la síquica. "El 15 de julio le escribí a Cristián Contreras, Dr. File (panelista del programa), a través del chat de Facebook para saber cómo contactarme con Vanessa. Pasó un programa y el 21 de julio me dijo que ella estaba ocupada y me preguntó si quería comunicarme con mi hijo y yo le respondí que sí. Pasó una semana y me llamaron del programa para hacerme una nota. Yo solo quería el número de la médium, pero acepté para hacer el contacto con mi hijo".
Sorprendente
El "contacto", que realizaron en la Playa Chica de Cartagena, dejó muy impresionada a Marcela, quien desde ese momento dejó de ser incrédula frente a estos fenómenos paranormales: "Antes yo no creía, pese a que la síquica de Chimbarongo hizo un dibujo de donde estaba Juan Ignacio y ahí estaba. A mí me habían enseñado que la gente moría y cuando tú te morías ellos te iban a estar recibiendo en el 'más allá'. Pero creer me ha cambiado la vida. Me están sucediendo cosas hermosas".
-¿Cómo fue el contacto con tu hijo?
-La síquica Vanessa hizo el contacto a través de una foto de mi hijo. Cuando Juan Ignacio se apareció yo quedé helada. Él se apareció como bailando, me dijo Vanessa, haciendo unos movimientos con los hombros, que él siempre hacía cuando me decía "mamá, voy a mambear". Ella también me dijo que comía tallarines, me habló de la casa blanca que estaba donde vivíamos, que yo no recordaba, y lo más importante que me dijo fue cómo se cayó. En la data de muerte sale que él se pasó la cerca y se cayó. Yo lo encontraba muy raro, porque no había huellas de nada. Ese día, Vanessa dijo que él quería recoger algo que se le había caído, y lo hizo con tanto impulso que pum, se cayó. Eso me hizo mucha lógica.
Pero lo que más le impactó fue algo que apareció cuando transmitieron la nota al aire. "Ese día Cristián (Dr. File) contó en el programa que yo le había escrito a su Facebook porque quería contactarme con Vanessa y que después de dos programas le llegó un mensaje de WhatsApp al productor general, donde alguien le decía 'al lado de Cristián hay un niño de ojos azules, estuvo todo el programa'. Yo estaba en la casa viendo la tele y con eso quedé para adentro. Él cuenta que no lo podía creer y que por eso me contactaron. Recuerdo que Julio César dijo '¿quién estaba buscando a quién? Los dos se estaban buscando'. Y claro, Juan Ignacio aprovechó la oportunidad y se apareció", afirma Marcela.
Segundo contacto
Después del programa, Marcela tuvo una fuerte crisis emocional, que la tuvo muy mal. "Un día domingo yo estaba durmiendo y me desperté con las ganas de saber más de Juan Ignacio. Lo único que hacía era llorar. Abrí mi Facebook y me apareció una médium, que hace canalizaciones online y decidí contactarla. Le escribí por Messenger y me contestó. Me tenía en mi Facebook, pero yo no le di tiempo de nada, no le di tiempo de revisar mi Facebook y decidí hacerlo", relata Marcela.
Ese mismo día, la médium, llamada Anais Serey, hizo contacto con Juan Ignacio. "Me empezó a hablar y fue mágico. Ella hace sicografías, que es cuando vas anotando lo que ellos le transmiten. Me dijo cosas más obvias, como que él se había perdido, pero luego me dijo cosas que me sorprendieron", señala Marcela.
Una de las cosas que llamó la atención de Marcela fue que la médium le decía que "él (Juan Ignacio) tenía una colección de gorros, pero no era una colección. Yo le presté un gorro al hijo de mi pareja actual y un día que fuimos a un asado a Santo Domingo se le quedó allá. Cuando lo trajeron de vuelta yo los escondí todos, porque no quería perder los gorros de Juan Ignacio -relata aún sorprendida Marcela-. Entonces, ella me dice que Juan Ignacio le habla de unos gorros y le dice que se los pase a su hermanito. Yo le digo que él tiene solo un hermano. 'No, son tres', insiste ella y me habla del más chico. Yo le empecé a preguntar y me dice que no la interrumpa ni le cuente nada. La médium me dice: 'Juan Ignacio me dice que le des el gorro al Basti', que es el nombre del hijo de mi pareja. Yo quedé marcando ocupado", cuenta ella, quien después de esa sesión mantiene contacto constante con Serey.