La felicidad de la señora Griselda tras recibir su nuevo departamento
Viuda de 52 años se emocionó durante la ceremonia de inauguración del proyecto Cumbres de Miramar I.
El pasado 10 de mayo, Juan Carlos Tapia, querido árbitro del fútbol amateur sanantonino, falleció a la edad de 60 años producto de un accidente cerebrovascular. Estaba a punto de cumplir 29 años de casado con su señora Griselda Valenzuela Hernández (52), quien desde ese día quedó viuda y en compañía de sus tres hijos.
La señora Griselda, quien siempre ha trabajado desde su casa haciendo preparaciones dulces como queques, tortas o postres, tenía con su marido Juan Carlos un sueño: contar con una casa propia. "Desde 1992 que estaba ahorrando para tener una vivienda propia. Fueron hartos años de trabajo en que estuve juntando para un subsidio", reconoce la mujer que durante su infancia vivió en calle Centenario y que una vez casada con el padre de sus tres hijos se mudó a vivir en calle Arzobispo Valdivieso, en Llolleo.
Cuando surgió la oportunidad para postular en el proyecto habitacional Cumbres de Miramar, que se emplaza en el sector de El Trigal, ella se motivó a destinar sus ahorros en los departamentos que fueron inaugurados justamente ayer ante la presencia de la ministra de Vivienda, Paulina Saball; el alcalde de San Antonio, Omar Vera, y algunos de los nuevos propietarios que compartieron un desayuno de camaradería.
Fue precisamente Griselda Valenzuela la encargada de hablar en representación del nuevo vecindario. "Este era un sueño que teníamos con mi marido, que lamentablemente él no pudo ver concretado porque falleció en mayo", afirmó emocionada, recibiendo el aplauso de los presentes.
Junto a su nieta
El departamento de esta mujer sanantonina queda en el cuarto piso, cuenta con dos piezas y un balcón. Allí compartirá techo junto a su hijo Marcelo Tapia, su nuera y su pequeña nieta Amparo.
"Espero seguir trabajando en lo mío, que es la repostería, y disfrutar de este nuevo departamento que hemos recibido hoy (ayer). Como dije en el discurso, solamente va a faltar mi marido", dice Griselda Valenzuela.