Molestia en Malvilla por supuesto fin de histórico camping del pueblo
Temen que el terreno sea traspasado a los trabajadores de una empresa cercana al lugar.
Los vecinos de Malvilla están furiosos. Probablemente todo se trate de una confusión, sin embargo, eso no les quita la amargura.
Hace unos días se enteraron que uno de los sindicatos de la empresa Maersk está planeando construir un centro recreativo en un lugar por el que ellos llevan años luchando.
Según lo explicado por la dirigenta Macarena Avilés, "ese terreno actualmente es un camping, y es el único que no pertenece a Ferrocarriles o a privados, por eso, nos molesta mucho que esto pase a nuestras espaldas... Además, nos han peloteado mucho para entregarnos el documento que comprueba que lo tenemos en comodato formalmente", resalta.
Temen el final y la demolición del espacio por el que tanto se han esforzado.
"Hace unos cincuenta años, por lo menos, que estamos ocupando este sitio", resalta la vecina, quien asegura que entre los residentes de la localidad han invertido un mínimo de diez millones de pesos para transformarlo en un "punto de encuentro", donde hay iluminación, agua potable, un quincho y asaderas.
"No es un lujo, pero ahí hacemos todas nuestras actividades. Hay que pensar que este pueblo es pequeño, somos cerca de noventa familias, no más", continuó.
La rabia proviene, de acuerdo a su relato, por un posible "acuerdo" entre la municipalidad y los trabajadores de la mencionada empresa, que finalmente los deje sin camping y sin área de reuniones.
"Es un atropello, una falta de respeto", enfatiza Macarena.
Los dardos de los dirigentes que visitaron Diario El Líder apuntan al alcalde Omar Vera, quien aseguró que el lunes pasado se reunió con ellos para discutir el asunto.
"No sé qué parte no les quedó claro", dijo en referencia a la irritación de los dirigentes.
"He conversado con ellos y les comenté que era una opción, pero nada más que eso, que no había razones para que se preocuparan", recalcó el jefe comunal.
Al margen de eso, Macarena también denunció la falta de lomos de toro, el alto tránsito de camiones y otro conjunto de problemas al interior del poblado.
"No nos ha llegado ninguna de las mitigaciones que entregan las empresas, pero que quede claro que no las estamos buscando. Todo lo que tenemos lo hemos obtenido trabajando entre nosotros, a través de donaciones de particulares y participando en proyectos", finalizó Avilés.
90 familias viven en Malvilla, de acuerdo a lo expresado por los dirigentes vecinales.