Gracias a las gestiones efectuadas por personal de la Patrulla Comunitaria de San Antonio, una familia logró reencontrarse después de 24 años de separación.

Hasta la unidad policial llegaron ayer desde Santiago, Patricia Mardones y su nieta Scarlet Hernández, quienes necesitaban ubicar a un familiar que, al parecer, se encontraba viviendo en San Antonio y del cual no tenían noticias desde hace muchos años.

Los efectivos realizaron algunas diligencias y en tiempo récord lograron ubicar a Luis Hernández Mardones, en un domicilio en el sector de cerro Arena.

Esta persona fue trasladada hasta la unidad policial donde lo esperaban su madre y su hija, quienes lo abrazaron por largos minutos y además, prometieron nunca más volver a distanciarse.

El sargento primero Rolando Muñoz, a cargo de la Patrulla Comunitaria de la Primera Comisaría de San Antonio, hizo un llamado a los vecinos de la ciudad y los invitó a acercarse a la oficina comunitaria para poder realizar reencuentros familiares "con personas que no se ven hace mucho tiempo".

Carolina Bustos Muñoz

A pesar de los innumerables llamados que han efectuado las policías y los medios de comunicación, aún existen personas que son engañadas con el archiconocido "cuento del tío".

Margarita C., es vecina de Llolleo, y ella estuvo a punto de caer en esta estafa, luego que un delincuente la llamara a su teléfono celular para hacerse pasar por un familiar en problemas.

"La voz era igual a la de mi sobrino, por eso caí tan fácilmente", manifestó la afectada, quien decidió entregar su testimonio para alertar a otras personas.

Según el relato de la víctima, el llamado lo recibió el miércoles en horas de la mañana.

"Esta persona me dijo que era mi sobrino mayor, por lo que yo, sin pensar mucho, le creí. Además que su voz era muy parecida a la de mi familiar y se escuchaba muy nervioso, como si realmente lo estuviera pasando mal", indicó la mujer.

"Este sujeto me contó que venía en dirección a San Antonio por la Autopista del Sol, cuando su auto sufrió un problema y ahora no le funcionaba. Me dijo que para solucionar el tema necesitaba que yo le depositara a una cuenta Rut 250 mil pesos", agregó.

La víctima comenzó a desesperarse y a buscar la forma de ayudar a su "afligido sobrino", quien a cada rato la llamaba para pedirle el dinero.

"Como no tenía de dónde sacar esa plata, le pedí ayuda a un hermano que justo apareció por mi casa, pero a él le pareció medio extraño el llamado, por lo que de inmediato se comunicó con mi sobrino, quien le confirmó que estaba en su casa en la capital y en perfectas condiciones", relató la vecina de Llolleo.

Al siguiente llamado, Margarita decidió seguirles el juego a los timadores, a quienes según la víctima, "solo les interesaba el depósito".

Finalmente los antisociales desistieron de llamarla al percatarse que habían sido descubiertos. "La cuenta Rut era de una mujer y si no fuera por mi hermano, sí les habría depositado el dinero".