La denuncia que realizó la familia de un suboficial en retiro del Ejército sobre que asesinaron al militar (R) cobró ayer aún más fuerza.

Esto porque se emitió el certificado médico de defunción del Servicio Médico Legal, donde se detalla que Luis Alberto Cayo Parra, de 63 años, falleció "como consecuencia de un homicidio".

Ayer a la salida de la Funeraria Tobar Hermanos, María Cayo, hermana del occiso, conversó con diario El Líder y pidió que "se encuentre a las personas que hicieron esto, porque es un homicidio".

El médico legista determinó, luego de realizar la autopsia, que el cuerpo de Cayo Parra presentaba "un trauma encefálico y ocular", siendo esas lesiones las que originaron el deceso, puesto que las heridas habrían causado una "falla múltiple" en el cuerpo del suboficial en retiro.

"Hubo una riña en la residencial donde vivía mi tío (Cayo) en Cartagena con su pareja, lo que ocurrió el fin de semana pasado. Desde ahí que estaba mal de salud, en cama. Ingresó grave al hospital (Claudio Vicuña) el domingo y falleció el lunes", detalló un sobrino del occiso, Guillermo Meza.

En la riña que relató Meza, fue en la golpearon a Luis Alberto en la cabeza, aparentemente con un objeto contundente, lo que le provocó el Traumatismo Encéfalo Craneano que generó su muerte.

"Estamos esperando que se realicen las diligencias (policiales) y que las personas que golpearon a mi tío sean detenidas", expresó Meza.

Al respecto, el jefe de la Brigada de Homicidios de la PDI, comisario Roberto Barrientos, manifestó que ya se encuentran realizando pericias para determinar cómo ocurrieron los hechos y determinar responsabilidades sobre las lesiones que presentaba Cayo Parra.

Funeral

A las 16 horas de ayer el cuerpo de Luis Cayo fue trasladado desde la funeraria de calle Tacna hasta la capilla San José de Calasanz, donde se llevó a cabo un responso. A este lugar acudieron los seres queridos del fallecido y una delegación del Ejército de Chile.

Más tarde, el cuerpo fue trasladado hasta el cementerio Parroquial de San Antonio en medio de un sentir general de que se haga justicia.

Mónica Jorquera Escobar monica.jorquera@lidersanantonio.cl

Las diligencias policiales por atrapar a quien mató al periodista Marco Álvarez Valenzuela siguen adelante y en medio de estas tareas es que se reveló el video de una cámara de seguridad donde se ven los últimos momentos de vida del profesional de las comunicaciones.

En la grabación se aprecia como cerca de las 13 horas del lunes recién pasado el reportero llega hasta la Casa Museo Vicente Huidobro, ubicada en el sector de la "Tumba del poeta", en Cartagena.

Las imágenes muestran como el hombre de 59 años se acerca al portón del museo que administra la Fundación Huidobro, para la que trabajaba Álvarez, sin que nadie le abriera la puerta. Se le ve además que llevaba en la mano lo que parece ser una cámara de filmación, la cual, según indaga la PDI, fue sustraída por los delincuentes que lo mataron.

Luego de los intentos fallidos que hace por ingresar al museo, donde debía realizar una nota de prensa para la fundación, el malogrado periodista se aleja del portón, saliendo del encuadre de grabación de la cámara de vigilancia.

Se estima que momentos después de alejarse del ingreso a la Casa Museo es que lo asesinaron, puesto que su cuerpo fue encontrado a unos diez pasos de donde fue grabado.

Ayer el cuerpo de Marco Enrique estaba siendo velado en la capilla Cinenario del Cementerio Católico, ubicado en Arzobispo Valdivieso 555 de la comuna de Recoleta, en la Región Metropolitana.

Carlos Alzamora, ex colega del occiso, detalló sobre la trayectoria de Álvarez que éste "perteneció a la generación 1981 de la Escuela de Periodismo Universidad de Chile. Trabajó en radio y diarios, formando equipos de producción junto a Juan La Rivera, Ricardo Ragazzi y Reynaldo Sepúlveda, en radio y televisión".

Además reveló que el reportero era padre de 3 hijos.