Jefe de local cuenta cómo nació su vocación de trabajar por la democracia
Luis Sepúlveda Carvajal sintió pasión por la política desde que era un niño. Ayer completó 29 años como delegado del Servicio Electoral en distintos locales de votación. Esta es su experiencia en la escuela Villa Las Dunas.
Karem Pizarro Chacón
"Don Luis, hay problemas en la mesa 64", dice uno de los vocales de mesa que se acerca a la oficina del delegado o jefe de local en la escuela Villa Las Dunas. De inmediato, el aludido acude al lugar del conflicto. Camina con algo de dificultad, pero apura el paso.
Se trata de Luis Sepúlveda Carvajal, quien se ha desempeñado como delegado electoral por casi tres décadas, para ser exactos, desde el plebiscito nacional de 1988.
En vista de la seguridad con la que enfrenta cada una de las situaciones por la que es consultado, se entiende que mantiene el respeto y la aprobación de personas de distintos sectores de la política.
Sabe el funcionamiento del sistema electoral de nuestro país al revés y al derecho y solamente por su afición a la política, de acuerdo a lo que él explica.
Reconoce que su trabajo como delegado electoral fue prácticamente accidental, puesto que con sus conocimientos de la Ley Electoral acudió a defender a uno de sus hijos que se negó a firmar con el dedo, puesto que siendo alfabeto podía firmar de puño y letra.
"El delegado de turno en ese tiempo no sabía acerca de los materiales que entregaba el Servicio Electoral, ni cómo se utilizaban. Y cuando se dio cuenta de mis conocimientos me pidió que me quedara para ayudar en el proceso", recuerda acerca de la anecdótica forma en la que comenzó a trabajar en los procesos eleccionarios.
Desde ese entonces dice que "nunca más lo dejaron ir", aunque hubo opositores a que asumiera este rol tan importante. "No me van a sacar al mejor delegado que tenemos, decía el encargado en ese tiempo", agrega Sepúlveda acerca de cómo defendían su puesto para trabajar en las elecciones, a pesar de sus colores políticos.
"Yo tengo mi ideal político y en San Antonio todo el mundo lo conoce. A los 10 años ingresé al Partido Comunista y cuando había cambios de leyes me las conseguía y las estudiaba", indica rememorando una anécdota de cuando pedía fiadas las fotocopias de documentos de su interés.
Su experiencia fue valorada durante todos estos años después de la vuelta a la democracia como un referente en la materia.
"Además de esta escuela en Villa Las Dunas, estuve como delegado en la escuela España, en Las Lomas, en el Comercial, en la Pedro Viveros y siempre me destinaban donde estuvieran las mesas nuevas por la experiencia que tengo. Incluso a los demás delegados les daban el teléfono de donde yo estuviera para que me consultaran en caso de cualquier duda", añade.
Mientras conversa con Diario El Líder, no deja de estar atento a su trabajo como delegado. Sabe las coordenadas de la ubicación de cada mesa que está a su cargo y no duda en acudir a cada una de ellas para resolver cada consulta o conflicto que se presenta.
Los apoderados de una mesa le piden que se estipule en un acta que los vocales ayudaron a uno de los votantes a doblar su voto después de marcar su preferencia.
"Aunque la ley habla de actas, el Servicio Electoral no envía ningún libro de actas a las mesas y menos a nosotros; por lo tanto, este tipo de situaciones debemos resolverlas acá. Si alguien quiere hacer saber algún tipo de situación similar al Servel, puede hacerlo directamente mediante una carta dirigida al secretario de la Junta Electoral de San Antonio, que es el conservador de Bienes Raíces", dice a los apoderados que reclamaban por la situación "anormal" que presenciaron.
Tras la explicación con voz segura, pero calmada, los apoderados aceptaron las palabras de Sepúlveda y continuaron su jornada en total normalidad.
29 años lleva Luis Sepúlveda trabajando como delegado electoral en distintos locales de votación de la comuna de San Antonio.
karem.pizarro@lidersanantonio.cl