El martes por la noche viajé en Pullman Bus desde San Antonio hasta Santiago. Iba cargado de mochilas, porque tenía que seguir viaje a Concepción. Al querer comprar el pasaje al sur me doy cuenta de que no encontraba mi billetera.
Deduzco que se me cayó en el bus en que viajé desde San Antonio hasta Santiago. Volví al terminal de la Pullman y la máquina ya se había ido. Hice muchas consultas, sin resultados. Pero la atención fue gentil de distintas personas, entre ellas Salvador y Jorge Téllez.
Me dijeron que habían hecho los encargos para averiguar si en el bus habían encontrado la billetera. Pero que la respuesta no la sabrían hasta el día siguiente.
Me conseguí dinero y continué mi viaje a Concepción, que no podía postergar.
Mis padres continuaron haciendo consultas en las oficinas de Pullman Bus en San Antonio.
Temprano me llamaron para darme la buena noticia. Justo en mi asiento habían encontrado la billetera y me la enviaron a San Antonio, para que la rescataran mis padres.
Mi padre estaba esperando en el terminal de Barrancas cuando llegó el conductor Rafael Cartagena con la billetera en su mano para devolverla.
Estaba intacta, con toda la documentación en su interior.
Algunas veces he visto críticas al servicio interurbano de buses.
Mi experiencia fue encontrarme con personal que atendió de inmediato mi problema y me ayudó a recuperar una valiosa documentación para mi condición de estudiante universitario.
Agradezco y felicito el actuar del personal que interactuó en mi caso y que deja muy bien puesto no solo sus nombres como personas honradas y honorables, sino también el de la empresa para la cual trabajan.
Agradecido, saluda,
Diego Mejías Aracena