Mujer salvavidas: "La gente me pide hasta fotografías"
Para muchos turistas ha resultado llamativo el trabajo de María Gabriela Donoso, la única mujer que cuida a los bañistas en las playas de Cartagena.
María Gabriela Donoso Meza (28) vigila a los turistas que ingresan a las aguas de la playa El Ensueño en Cartagena. Lo hace con un pito y sus aletas en caso de cualquier emergencia
La mar, como dice ella, está un poco rebelde y tiene que estar "encima" de los temerarios turistas que incluso desafían a las olas con alcohol en el cuerpo.
"Hace pocos días tuvimos un rescate en Playa Grande. Ya habíamos salido del turno y estábamos caminando cuando dieron la alerta y fuimos a rescatar a un bañista que había consumido alcohol. La gente es muy irrespetuosa. No se dan cuenta que pueden morir si consumen drogas o alcohol antes de ingresar al mar. Creen que es como una piscina", comenta, la única mujer salvavidas de las playas de Cartagena.
Respecto a esto confiesa que "igual le llama la atención a las personas que una mujer sea salvavidas. Incluso la gente me pide hasta fotografías. A mí me da como cosa, un poco de risa, pero igual les digo que sí. No puedo ser mala onda con la gente".
Apnea
La pasión de la "Gabi", como le dicen sus más cercanos, por el mar nació cuando era pequeña.
"Mi papá me incentivó desde que era chica a nadar en el mar. Un día nos fuimos de vacaciones, cuando tenía como siete años, a Iquique. Recuerdo que me decía que no había que tenerle miedo al mar, pero sí respeto. Nadábamos, incluso, sin flotadores y así empezó todo", menciona.
Pese a que de muy pequeña descubrió su amor por el mar, fue cuando grande que se dio cuenta que quería ser salvavidas.
"Siempre me ha gustado el agua, pero cuando era más grande me di cuenta que quería dedicarme a algo con el mar. Hice un curso de natación en la Universidad de Chile. Pasé los cuatro niveles que te exigían y quería buscar algo nuevo, quería seguir aprendiendo otra cosa relacionada con el mar o agua", destaca.
Así fue como llegó donde Diego Saavedra, su profesor de apnea, prueba deportiva en que mide la capacidad de estar bajo el agua o la profundidad a que se puede bajar en el agua a pulmón libre.
"En noviembre del 2017 fue mi primera competencia en esta disciplina. Obtuve el tercer lugar, pese a que llevaba muy poco tiempo. Son dos modalidades: apnea estática donde hice tres minutos con 11 segundo y la otra es la dinámica con aleta, en la que recorrí 50 metros", agrega la sanantonina.
Gabriela confiesa que "es la primera vez que estoy como salvavidas y me siento muy contenta, porque las mujeres podemos hacer cualquier tipo de actividad. Sé que no es lo mismo que nadar en una piscina, pero estoy absolutamente preparada para cualquier emergencia".