Fieles sanantoninos cuentan cómo fue su encuentro con el Papa en Santiago
Madrugaron, soportaron el calor y la larga espera, pero lograron su meta de estar cerca del Pontífice en las actividades realizadas ayer en el Parque O'Higgins.
Meses de esfuerzos y sacrificios tuvieron su recompensa. Los fieles católicos de San Antonio que viajaron ayer a Santiago para participar en el encuentro religioso efectuado en el Parque O'Higgins confesaron que esta ha sido una de las experiencias más enriquecedoras de sus vidas.
Vicente Véliz, párroco de San Antonio, y cerca de 80 feligreses se organizaron con tal rigurosidad que se reunieron a la una de la madrugada de ayer en las afueras del templo de calle Centenario. Desde ahí salieron los buses que los llevaron a su cita con el Papa Francisco.
"Hemos podido ser hermanos entre todos, mi experiencia, mientras me desplazaba hacia el Parque O'Higgins es de ver a cientos de personas que nos saludábamos, gente que no conocíamos y con la que nos dimos los buenos días. En realidad se percibía en los ambientes callejeros una inmensa felicidad por la visita del Santo Padre", expresó el párroco sanantonino.
Véliz añadió que "en la misa tuve el privilegio de estar muy cerca del Santo Padre, en tercera fila del altar, así que para mí fue el mejor regalo para mi corto ministerio (sólo 4 años de sacerdocio) estar cerca de él a pesar de que había una cantidad importante de sacerdotes".
A juicio del párroco de San Antonio, valió la pena dormir poco la noche del lunes. "Al que madrugada Dios le ayuda, entonces, por llegar temprano, tuvimos el privilegio de estar bien cerca de la celebración de la misa que ofició el Papa", sostuvo el padre sobre el viaje rumbo a la capital que iniciaron a las 02.15 horas de ayer.
"El Santo Padre habló de vivir en paz y en reconciliación y mirar hacia adelante", afirmó Vicente Véliz al ser consultado por las críticas que generó la presencia del Obispo de Osorno, Juan Barros, en la misa de ayer en el Parque O'Higgins, sobre todo porque algunos lo consideran como encubridor de los abusos sexuales cometidos por el cura Fernando Karadima.
Desde llolleo
Marcelo Fuentes es un ferviente practicante de la religión católica. Él y otras 44 personas acompañaron ayer al párroco de Llolleo, Rafael Vicuña, hasta Santiago, donde se sumaron alegremente al oficio religioso realizado durante la mañana.
"Cuando llegó el Papa al Parque O'Higgins sentimos una emoción tremenda; estábamos a unos 5 metros de distancia de donde él pasó y a todos nos inundó la emoción. Es primera vez en la vida que yo puedo verlo porque con el Papa Juan Pablo II no pude hacerlo. Es algo muy hermoso, aparte que con sus palabras demostró mucha cercanía con toda la gente. Quedamos muy felices pese al calor que hubo acá y al sacrificio de venir con muchas personas que se levantaron a las 2 de la madrugada. Nos damos por pagados con lo que hemos recibido", contó Fuentes.
Para este feligrés llolleíno, lo más destacable del mensaje expresado por el Papa Francisco "es el cariño que hay que tener entre nosotros y aceptar a todos los hermanos, sean de la raza o países que sean, porque todos somos hermanos y tenemos que amarnos. Él también llamó a que en Chile haya paz y para eso todos tenemos que seguir trabajando ".
El párroco Rafael Vicuña manifestó su felicidad por el significado que tiene la visita del Papa a Chile.
"Ha sido maravilloso llegar con este grupo de feligreses de la Parroquia de Llolleo a compartir con esta multitud de más de 400 mil personas y encontrarnos con el Santo Padre en la eucaristía que él ha presidido", dijo el sacerdote de Llolleo.
De acuerdo a Vicuña, "el Papa nos hace una invitación a ser constructores de paz y amor entre nosotros".
Para la presente jornada, un grupo importante de los jóvenes de la comunidad parroquial de Llolleo viajará al Templo Votivo de Maipú para asistir al encuentro que Francisco sostendrá con la juventud chilena.