El calvario del pescador que se fue preso por una multa de Sernapesca
"Es algo que no le doy ni a mi peor enemigo. Tuve que compartir varios días con violadores y asesinos habiendo pagado una parte de la multa el día antes de que me detuvieran", dijo.
U n verdadero calvario fue el que vivió Pedro Contreras entre el viernes de la semana pasada y este lunes. El pescador sanantonino estuvo en la cárcel debido a una infracción cursada por el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), a pesar de haber pagado 5 UTM (233 mil pesos) el día jueves previo a su detención.
"Ese jueves, cuando andaba en la mar, me llamó mi papá porque la policía me había ido a buscar. Apenas llegué saqué lo que había juntado y pagué 5 UTM. Ni me bañé, fui a pagar y a dar la cara", partió explicando el hombre.
La infracción, cursada en 2014, era de 62 UTM (alrededor de 2 millones 800 mil pesos). Contreras dijo que había intentado pagarla, pero que tras dos repactaciones y la crisis de la pesca artesanal, le fue imposible continuar con el pago. "Tengo un hijo en la universidad, y los 45 mil mensuales que tenía que pagar me servían para sus pasajes", dijo.
Ese mismo jueves fue a la policía, pero lo citaron para el día siguiente, a las 9 de la mañana. Llegó 15 minutos antes. Ahí comenzaron a hacer múltiples llamadas y de nada le sirvió el documento emitido por el Sernapesca, donde constaba el pago de las 5 UTM. Lo trasladaron a la cárcel poco después del mediodía.
"Por suerte, el señor que clasifica me puso en el módulo dos, que es para los que están haciendo conducta, es tranquilo dentro de la cárcel, pero para mí no es tranquilo porque había un 'gallo' que había violado a la hija y a la nieta y las dos estaban embarazadas. Un día me pidió bebida y yo le dije 'a usted no le doy ni agua'", contó con la voz quebrada.
"Jamás en mi vida me imaginé vivir algo como eso, fue terrible. Dormir en un camarote para cinco personas, donde no se podía ir al baño porque era asqueroso, donde los bichos andan en las paredes y uno no sabía cómo estar. Me acosté vestido todos los días", relató con los ojos vidriosos.
Lo más duro
El momento más duro para este hombre que vive de la pesca hace más de 30 años fue cuando domingo llegó su ex esposa a la visita. "Soy divorciado, le pedí a mi ex señora que no fuera. Mi hijo estaba en Santiago y no tuvo plata para viajar. El domingo fue ella, me vio y se puso a llorar. Recibí las cosas y le dije que se fuera altiro, porque para qué iba a ver todo lo que había allí. Ella tuvo que soportar que la revisaran entera y eso es algo fuerte. Uno es duro, en la mar uno duerme donde sea, pero esto no tiene comparación", señaló.
"Es algo que no le doy ni a mi peor enemigo. Tuve que compartir varios días con violadores y asesinos habiendo pagado una parte de la multa el día antes de que me detuvieran, es terrible", confesó.
Para recuperar la libertad, pagó casi un millón de pesos, financiado con préstamos familiares. Según el Sernapesca, a partir de marzo de este año el hombre de mar deberá pagar, en tres cuotas, lo que resta de la multa.
Permisos
Respecto a la infracción, Contreras reconoce haber cometido la falta. Según él, tras comprar una resolución de pesca, el Sernapesca se demora 45 días en hacer el traspaso de este permiso de una embarcación a otra. Él compró un registro en El Quisco, pero el permiso se demoró más de lo esperado. "Entonces le dije a la gente que trabajaba conmigo que salieran nomás, porque hay que mantener a las familias y el trámite estaba andando".
Cuando la embarcación se encontraba descargando en la Lonja Pesquera, "llegaron de Sernapesca y me preguntaron por qué había salido en un bote de fibra si tenía que ser uno de madera. Yo les traté de explicar que eran jefes de cinco familias y llevábamos hartas semanas parados. Les dije que me pasaran la multa nomás y me preguntaron si le ponían mil kilos, yo les dije que no, que pusieran lo que correspondía, que eran cinco mil", explicó.
El día lunes, Diego, el hijo de Pedro, realizó una publicación en Facebook contando lo vivido por su padre. Ante esto, don Pedro agradeció el apoyo, pero señaló que "es necesario que se haga un cambio, los pescadores somos gente de sacrificio y de trabajo, con la ley como está ahora nos resulta imposible pagar multas tan grandes, porque ni siquiera podemos salir a trabajar".
Hasta el cierre de esta edición, la publicación del hijo había sido compartida más de 19 mil 500 veces.
