La joven sanantonina que comprobó que los sueños sí se pueden hacer realidad
Débora Parra, de 21 años, siempre soñó con la posibilidad de abrir su propia tienda de ropa. A más de un año de haber concretado este anhelo, hoy está muy contenta con su emprendimiento que cada día tiene más clientela.
Siempre estuvo en su cabeza la posibilidad de tener su propio negocio. Cuando estudiaba en el Instituto Comercial siguió la especialidad de Administración de Empresas, pero al egresar del colegio siguió adelante con la carrera de Educación Diferencial.
Con el nacimiento de su hijo, Débora Parra tuvo que dejar de lado sus estudios para dedicarse de lleno al cuidado de su retoño y de su familia.
El bichito de formar algún emprendimiento que le pudiera generar ingresos, pero que a la vez le permitiera dedicarse al cuidado a su hijito, la hizo replantearse una y otra vez la posibilidad de instalar su propio negocio, ojalá en su casa.
Tras vivir por algún tiempo en Santiago, esta joven de 21 años decidió regresar a su natal San Antonio en busca del apoyo familiar y una nueva oportunidad.
"Con un hijo pequeño no hay muchas posibilidades de encontrar un trabajo para conseguir ingresos extra por lo que decidí instalar una tienda de ropa en mi casa", cuenta esta joven madre, quien agrega que "en Santiago intenté hacer varias cosas, pero no dieron resultados por lo que decidí regresar. Mi marido tiene su trabajo estable pero yo tenía que hacer algo".
Débora se fue a vivir con sus padres al cerro El Carmen, y en su casa ubicada en calle Los Delfines 1169 instaló una tienda de ropa que lleva su nombre.
Esta sanantonina ya tenía algunos conocimientos sobre la venta de ropa, por lo que la posibilidad de formar su propio negocio no era algo tan lejano para ella, así que no le dio más vueltas y el año pasado se lanzó a esta aventura que hoy la tiene muy contenta y pensando en nuevos proyectos.
"Abrí la tienda en mi casa con el objetivo de darle un toque más hogareño porque las clientas podían tomarse un tecito tranquilas y así vitrinear sin presiones. También me permitía estar más cerca de mi hijo", explica.
Con el pasar de los días, su tienda fue creciendo, así como también su clientela, la que fue valorando su buen gusto y la calidad de sus productos, los que ella misma escoge. "Mucha veces me ayuda mi marido porque él tiene otra visión, pero la verdad es que me apoya bastante al igual que mi familia porque sin ellos nada de esto podría ser posible".
Con la intención de seguir dándose a conocer, ha participado en algunas exposiciones que se han realizado en la zona, todas con mucho éxito y eso la tiene aún más satisfecha.
"Todo ha ido resultando muy bien", confiesa. Y luego añade que "he ido buscando exposiciones o showroom. Me coordino con las organizadoras, aunque para mí lo ideal es que sean en puntos diferentes para que más gente me conozca, pero en general me ha ido súper bien".
Su propio local
Debido al éxito de su negocio que ya lleva más de un año y medio funcionando, Débora tiene en mente poder arrendar un local, ojalá en el centro de San Antonio, para poder instalarse con un negocio más grande, pero lo caro de los arriendos la ha llevado a replantearse esta posibilidad.
"Aún sigo con las ganas de tener un local más grade pero ahora no puedo porque los arriendos en San Antonio no son muy baratos, sobre todo en el centro. He consultado pero sobrepasan mi presupuesto, así que por ahora estoy participando en las expo y atendiendo en mi local para seguir dándome a conocer", detalla la joven.
Entre sus planes también existe la posibilidad de seguir adelante con sus estudios, pero esta vez optar por una carrera relacionada con la administración y su emprendimiento.
"Lo he pensado harto y en mis planes ya no existe la posibilidad de retomar mi carrera de Educación Diferencial porque me di cuenta que eso no es lo mío. Me gustaría estudiar algo relacionado con administración y la tienda, ya que me di cuenta que esto es lo que quiero. Me gusta seleccionar ropa, atender a mis clientes. Estoy muy contenta haciendo esto", revela.
En estos últimos días la sanantonina participó en un showroom que finalizó ayer en el Club House de Santa María del Mar, en Santo Domingo, donde tuvo muy buenos resultados.
Todos los días se levanta muy temprano y con la ayuda de su marido deja todo instalado para dar comienzo a un nuevo día.
"Esta es una buena posibilidad para mí para seguir creciendo con la tienda porque a la gente le gusta harto la ropa que traigo, que es estilo hippie chic, pero manteniendo la línea formal", señala.
Familia
Para Débora, contar con el apoyo de su familia ha sido fundamental, principalmente porque ellos han sido un pilar importante para poder sacar adelante este emprendimiento.
"Cuando mi esposo no está y no puede ayudar porque él tiene su trabajo en Gendarmería en Santiago, mi familia ha estado ahí para apoyarme. Ahora mismo (jueves) mi hijo está con unos tíos mientras yo estoy en Santo Domingo dando a conocer mis productos", afirma.
Débora tiene muy claro sus objetivos en la vida y para ella, además de seguir estudiando, es muy importante continuar cumpliendo sus sueños. Uno de ellos es tener su casa propia, por eso ahora está postulando al subsidio. "Creo que este es el momento para tener mi casa propia porque para eso estoy trabajando muy duro".