Jesús Farías Silva

Hoy, a las 11 de la mañana, en el Juzgado de Garantía de San Antonio, serán formalizados un chileno y dos colombianos que serían parte de una red internacional de tráfico de drogas que usaba los puertos de San Antonio y Valparaíso para "exportar" pasta base de cocaína a España y Canadá.

Gracias a una operación conjunta entre Aduanas, la Policía de Investigaciones y la Fiscalía Regional, se incautaron 148 kilos de cocaína, de los cuales 80 kilos fueron decomisados en San Antonio en un embarque de maquinaría agrícola.

"El trabajo conjunto desarrollado con el Departamento de Fiscalización de Drogas de Aduanas permitió levantar alertas respecto a un tipo específico de exportación vía marítima con alto grado de riesgo de contener drogas", informó Aduanas mediante un comunicado.

La primera (y la más grande) de las interceptaciones se registró en San Antonio. Con el camión escáner de Aduanas se detectaron "formas irregulares en las estructuras".

"Se realizó una revisión física que duró varias horas debido a que se tuvo que intervenir una estructura metálica, lo que culminó con el hallazgo de 160 paquetes de una sustancia que, al ser sometida a pruebas de campo, arrojó positivo para pasta base de cocaína, con un peso total de 81 kilos 662 gramos", agregaron desde esta repartición pública.

El fiscal de la Unidad Regional Antinarcóticos de la Fiscalía Regional de Valparaíso, Víctor Ávila, explicó "que se inició una investigación a fines del año pasado y se identificó a un grupo de personas que desde Chile estaban exportando droga hacia Canadá y Europa, principalmente. En ese sentido, se solicitó una serie de medidas al Juzgado de Garantía de San Antonio, lo que permitió identificar a un ciudadano chileno y dos colombianos que estaban participando en esta organización, lo que llevó el viernes a desarticularla".

El subdirector de Fiscalización de Aduanas, Javier Uribe, destacó que "este caso puntual requirió bastante tiempo y revisión de documentación, pero en el momento preciso también tuvo que desplegarse nuestra tecnología no invasiva para la revisión de los contenedores. Esto, sin duda, da cuenta del nivel de preparación que han alcanzado nuestras unidades operativas".

Para el jefe de la Quinta Región de la PDI, prefecto inspector Sergio Muñoz, este operativo es "sin duda un gran acierto que viene a culminar un trabajo de meses, en estrecha colaboración con el Ministerio Público y con Aduanas, con quienes hemos hecho análisis en conjunto para terminar con esta diligencia que saca de circulación una gran cantidad de droga que estaba destinada a llegar al extranjero".

Las incautaciones son de las más grandes en lo que va corrido del año 2018 por parte del Servicio Nacional de Aduanas.

por Abraham Santibáñez, Premio Nacional de Periodismo.

Imposible encontrar una mejor fecha: apenas tres días después de los gigantescos atochamientos en el camino entre Valparaíso y Santiago, un consorcio chileno-chino, le presentó a la Presidenta Michelle Bachelet un proyecto, financiado por privados, para revivir el tren entre el puerto y la capital.

Se trata de un tren rápido, que le permitiría recorrer en tres cuartos de hora los poco más de cien kilómetros (115 por la ruta 68). Es por cierto un abrumador contraste con las cinco horas que demoraron centenares de viajeros de vuelta del espectáculo de los fuegos artificiales de Año Nuevo.

En el siglo XIX, no era la entretención el motivo principal para viajar entre Santiago y Valparaíso. Era el comercio que canalizaba desde y hacia el puerto nuestros productos de exportación y de importación. Era urgente acelerar el recorrido terrestre, una ruta pintoresca pero lenta. En 1842, William Wheelwright presentó el primer proyecto para unir por tren Santiago y Valparaíso. Diez años después se iniciaron los trabajos.

No fue tarea fácil. La geografía obligó a un largo trazado hacia el norte. También hubo problemas financieros, debidos en parte a la construcción de grandes "obras de arte": puentes, túneles, viaductos en altura.

Solo más de 20 años después, el 14 de septiembre de 1863 se efectuó la inauguración oficial. Cuenta la historia que "las principales autoridades del país, encabezadas por el presidente José Joaquín Pérez, salieron de Santiago y Valparaíso, a bordo de dos trenes prolijamente adornados. A mediodía, los trenes se encontraron en la ciudad de Llay Llay, donde se efectuó la ceremonia de inauguración".

Durante el siglo siguiente, el ferrocarril escribió páginas gloriosas en la historia del transporte. Pero, a fines del siglo XX su decadencia era evidente. El golpe fatal fue el grave accidente en Queronque, en 1986. Se adujo que el público prefería los buses para no continuar su operación, pero más que eso fue la presión del gremio de camioneros, tan decisivo en la crisis de la democracia en 1973.

Por años, se ha hablado una y otra vez de restablecer el servicio. Ante las noticias provenientes del resto del mundo se exalta la imaginación, con prodigiosos trenes "bala" que harían el recorrido en minutos, pero nada se concretó, fundamentalmente por los costos para el Estado.

La nueva propuesta, presentada por un consorcio integrado por la multinacional China Railways Group Limited y Sigdo Koppers, tiene un costo estimado de mil 600 millones de dólares sin que los financie el Estado. Incluyen, además, la conexión con San Antonio.

En La Moneda el representante de la empresa china, Yang Jinjun, destacó que "contamos con una vasta experiencia en el desarrollo de grandes proyectos ferroviarios y nos enorgullece poder aportar al desarrollo de la infraestructura del transporte público en Chile". Por su parte, el presidente ejecutivo de Sigdo Koppers, Juan Eduardo Errázuriz, recalcó que "hemos venido a presentar este proyecto a la Presidenta de la República con el fin de transmitirle la intención de materializar un proyecto país que, de ser aprobado, será un aporte a la conectividad regional".

Buena noticia para los viajeros que todavía no se reponían del agotamiento de Año Nuevo. Pero no solo para ellos.