Hasta $1.600.000 puede costar una mesa de ciprés: "Está barata"
Jaime González es un destacado artesano del sector de San Enrique, ubicado en la comuna de Santo Domingo. Desde allí realiza su trabajo que es requerido por personas entre los 35-55 años.
Jaime González Ulloa, de 62 años, es artesano, pintor y escultor. Vive en la comunidad de San Enrique, en la comuna de Santo Domingo. Emigró hace doce años hasta esta zona rural desde San Antonio para concentrarse en su trabajo y tener ese espacio adecuado, y tan necesario como escaso en la ciudad, para desarrollar su arte.
Jaime trabaja la piedra y la madera en la tranquilidad y remanso del campo, donde además tiene su taller y galería donde expone sus obras.
"Uno necesita mucha concentración, tranquilidad para este trabajo porque si no te concentras se puede romper la piedra o la madera y perdemos todas las horas de trabajo", cuenta en alusión a su cambio de domicilio, el que ahora está ubicado a dos kilómetros del puente de San Enrique.
"El campo te permite más tranquilidad y concentración", agrega.
Este artesano trabaja la madera y la piedra. De la primera fabrica mesas, bancas, muebles en general y tablas para picar; mientras que la segunda materia prima la convierte en un moledor, como utilizan los campesinos.
ÁRBOL Caído
González cuenta que su amor por la madera nació a muy temprana edad, cuando su abuelo le regalaba juguetes hechos con este material.
"También mi abuelo trabajaba con fierros, él era bien ocurrente. Yo era muy chico cuando falleció, pero tengo muy claro el recuerdo de los juguetes. Después la madera se convirtió en una atracción", confiesa.
Primero incursionó en la pintura y una vez que dominó este arte avanzó a lo "tridimensional".
"Comencé pintando y hacer arte en madera es casi lo mismo pero de manera tridimensional y me encanta. Tengo la facilidad para hacer este trabajo. No se me hace difícil y lo más importante es que me gusta lo que hago", reconoce este artesano que muestra sus obras en ferias o exposiciones de la provincia.
"Como uno necesita espacio para este trabajo y concentración me vine para el campo. Hay espacio suficiente y se puede trabajar tranquilo por el tema del polvo de la madera y de los ruidos, por ejemplo. Para mostrar lo que tengo voy a exposiciones o ferias y además en mi taller tengo una galería", añade en la VI versión de la Feria Agrícola Prodesal, Lo Abarca, que pasado fin de semana se desarrolló en la comuna de Cartagena y fue visita por cientos de turistas y vecinos de la provincia de San Antonio.
Allí Jaime llevó algunas de sus producciones que causaron gran interés en el público que admiró su talento y arte con la madera y la piedra.
-¿Cuánto se puede llegar a demorar, por ejemplo, en fabricar una mesa con esas dimensiones?
-Esa mesa mide dos metros y 82 centímetros de largo y un metro y 10 centímetros de ancho y está hecha con harta madera. Esta mesa es para siempre y el proceso es largo, me puedo tardar hasta un mes.
Agrega que "hago un mueble que está muy elaborado y pensado ergonómicamente, es decir, que te sirva para que el cuerpo no sufra. Si te sientas en algo no te debe cansar, te debes sentir cómodo. Si cuando tú te sientas en algo y estás incómodo, tienes que hacer esfuerzo o te molesta al sentarte, no sirve, porque no cumple su función. Si uno se sienta es para descansar y no para sufrir".
Estos trabajos están hecho a base de ciprés, árbol que, según comenta Jaime, no es muy apetecido por las grandes empresas del rubro.
"A mí me llaman cuando un árbol se cae. La mayoría de las empresas necesita tablas largas, bien definidas. Yo me llevo el árbol que sirve para leña, de cual obtengo todo para hacer una mesa o cualquier mueble", comenta.
La mesa a la que hacía referencia este artesano puede llegar a costar $1.600.000. "Si la encuentra cara, está barata, porque esta mesa te dura para toda la vida. Se podrá morir el comprador y la mesa continuará ahí", sostiene.
El hombre destaca que este mueble "está hecho a la medida de los clientes". Explica que "no todas las personas tienen las mismas medidas, eso es obvio, hay diferentes alturas entre la gente, por tanto, yo cuando hago una mesa la hago con las patas largas y las corto al momento que la compran, de acuerdo al cliente".
¿Cómo es el proceso, por ejemplo, que tuvo esta madera para convertirse en mesa?
-Como esta madera (ciprés) no es comercial, primero hay que conseguir el árbol. Una vez que tienes todo te puedes demorar hasta un mes en terminarla. Esto, a diferencia de otros muebles y por la misma composición de la madera, no es un trabajo continuo o fácil. Ensamblas, aprietas y dejas que fragüe. No es llegar y hacer. La madera tiene su genio y tiempo. Luego la aliso y le aplico aceite de tung, que es un barniz de alta calidad que penetra en la madera para darle una protección durable y la apariencia clásica de belleza como si fuera lustrada a mano. Sirve para que la madera siga viviendo.
-Por el precio, no es fácil de adquirir, ¿qué personas son los que compran este tipo de productos?
-El grupo etario que compra estos muebles son personas de entre 35 y 55 años, ese es mi público. Son aquellas que están haciendo su casa con diseños especiales, que hay una dedicación especial y buscan algo distinto, único y de calidad para su hogar.
-¿Y esas bancas?
-Estas bancas son pensadas para el dormitorio y están hechas con mucha suavidad. Yo no recomiendo ponerlas al sol ni a la lluvia, porque se deforman. Con toda la madera pasa lo mismo. Tarde o temprano con mucha exposición al sol o la lluvia terminan deteriorándose. Tiene un valor de $450 mil para una feria, porque fácilmente te pueden llegar a costar hasta 700 mil pesos.
Además de estos muebles, Jaime talla tablas de picar. La más grande que tiene para comercializar mide 70x50 y es de dos pulgadas y media de espesor más una manilla. Su valor asciende a los $60 mil y la más económica alcanza los $4 mil y mide 20x40.
-¿Cómo le va con su trabajo, Jaime?
-Económicamente no estuvo bueno el último año, no me fue muy bien, pero en general me ha ido bien. No me puedo quejar. La gente me compra porque saben que se llevan un buen producto, que es duradero y con la calidad que da la madera.
¿Qué siente por la madera?
-La madera se convirtió en una atracción muy fuerte para mí. Significa mucho. Muchos creen que la madera se muere cuando se corta pero para mí siempre seguirá viviendo en los muebles.