Minsal y expertos sanantoninos advierten de los riesgos del alto consumo de endulzantes
Sebastián Quintanilla, nutricionista del hospital Claudio Vicuña, explicó en qué consiste cada uno de ellos, y para qué sirve.
Los endulzantes son sustancias naturales o artificiales que reemplazan el azúcar, aportando muy pocas o ninguna caloría al ser humano. En nuestro país el consumo de este tipo de productos se ha incrementado desde la entrada en vigencia de la Ley de Etiquetado, en 2016. Desde entonces, y para evitar los temidos sellos negros de advertencia, las empresas decidieron reemplazar el azúcar por sucralosa, estevia u otros edulcorantes.
Esto último es un tema que genera preocupación en el Ministerio de Salud (Minsal), porque puede ser un efecto no buscado de la nueva legislación.
El Departamento de Alimentos y Nutrición del Minsal tomó cartas y ordenó a un equipo interno comenzar una revisión y preparar un informe que actualice toda la evidencia científica respecto a los efectos de los edulcorantes. También alistan un próximo estudio de campo para cuantificar el número de alimentos en que se está reemplazando el azúcar por edulcorantes.
La primera advertencia llegó desde el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile.
Sandra Hirsch, una de las investigadoras, explicó a la radio de esa casa de estudios, que "entre los efectos no deseados de un alto consumo de endulzantes se pueden incluir consecuencias a nivel metabólico, que aumente el apetito, que aumenten las bacterias obesógenas (que hacen un efecto adverso en nuestro cuerpo para almacenar grasa), y en el caso de la estevia, posibles características anticonceptivas".
Pero al llegar al supermercado, ¿qué elegir? Un pasillo entero de productos, desde el azúcar a la sacarina, pasando por una larga lista de líquidos con tapas de distinto color esperan una decisión.
Sebastián Quintanilla Manzo, nutricionista del hospital Claudio Vicuña de San Antonio, explicó en qué consiste cada uno de ellos y para qué sirve.
"Los edulcorantes utilizados en la industria alimentaria están divididos en dos grandes grupos: edulcorantes naturales o nutritivos y edulcorantes artificiales o no nutritivos (ENN)", indicó.
"Los ENN son aditivos alimentarios, con bajo o nulo contenido calórico, que proporcionan una sensación de dulzor similar al azúcar (científicamente denominada como sacarosa). Pueden tener un dulzor entre 30 a 600 veces mayor. Algunos de ellos son sintéticos y otros fabricados con extractos naturales", agregó.
Entre los edulcorantes artificiales no nutritivos (ENN) más utilizados en la zona, -de acuerdo al especialista- están aquellos que vienen incorporados en los alimentos, y los que se pueden adquirir en los supermercados.
"El primero de ellos es el ciclamato de sodio. Este es un edulcorante menos dulce. 30 a 50 veces más dulce que el azúcar. Generalmente se encuentra mezclado con sacarina para potenciar su dulzor. En segundo lugar está el acesulfamo K, que es 160 a 220 veces más dulce que el azúcar. Se puede utilizar para cocinar. Se encuentra mezclado con aspartamo o sucralosa para mejorar su dulzor, y finalmente, está el aspartamo, que es 180 a 200 veces más dulce que el azúcar. Aporta cuatro calorías por gramo. Contiene fenilalanina, por lo cual no está recomendado su uso en pacientes fenilcetonúricos (es una enfermedad hereditaria, también llamada PKU, que consiste en una alteración del metabolismo). Se incorpora en chicles; bebidas gaseosas y endulzantes de mesa.
Entre aquellos artículos que están en los anaqueles de supermercados y almacenes, figura la sacarina. "Este es el primer edulcorante artificial utilizado en la industria alimentaria. No aporta calorías. Es 300 veces más dulce que el azúcar. Se utiliza en refrescos, mermeladas, chicles y endulzantes de uso diario. Se puede usar para cocinar", indicó el nutricionista.
También está la sucralosa, que se obtiene a partir del sacarosa. "Es 500 a 700 veces más dulce que la granulada normal. No aporta calorías. Se utiliza en alimentos y bebidas en general. Sirve para cocinar".
"Tiene un posible efecto benéfico en pacientes diabéticos (aumenta la sensibilidad a la insulina y tolerancia a la glucosa)",
Sebastián Quintanilla, nutricionista."