Dos jóvenes llolleínos, incluyendo a una menor de 16 años, fueron detenidos por Carabineros de la Subcomisaría de Llolleo luego de atacar a una anciana de 69 años y a su hija de 36.
Según el parte policial, que leyó la fiscal Karina Franco en el control de detención efectuado ayer en el Juzgado de Garantía de San Antonio, los imputados sorprendieron a las víctimas en la intersección de las calles Divina Providencia y Nueva Providencia, cerca de las 22.30 horas, cuando descendieron de un vehículo de la locomoción colectiva.
Tras un intenso forcejeo, que dejó a la adulto mayor de iniciales R.M.S.C con heridas leves, los ágiles delincuentes huyeron del lugar con las carteras de ambas mujeres.
Mientras corrían de la escena, fueron botando cada uno de los elementos que había al interior de ellas, para quedarse solo con los "celulares de alto valor económico".
Personal policial recuperó los objetos tras un patrullaje y, pocos minutos después, detuvo a los autores del atraco por el delito de robo con violencia.
Tras la audiencia de ayer, la menor S.M.M.B y el sujeto E.A.V.B, de 19 años, quedaron el libertad, pero con la medida cautelar de alejamiento del domicilio de la víctima.
El imputado, además, quedará con firma mensual en la Subcomisaría de Llolleo debido a que arrastraba dos causas pendientes ante los tribunales locales.
En caso de no cumplir, según advirtió el magistrado Juan Pablo Flores, será puesto tras las rejas.
Se determinó un plazo de investigación de 60 días.
Familiares de las víctimas, quienes decidieron no ingresar al control de detención por temor a ser identificados por los atacantes, señalaron a Diario El Líder que se trató de un episodio "muy traumático, porque fue con extrema violencia. Les dijeron (a las víctimas) que les iban a pegar, que sabían de dónde eran y que les podían reventar la casa a las dos".
"Aunque no sacaron armas, basta que con que aparezca alguien en la oscuridad, diciendo un montón de groserías como para que uno piense que lo van a matar. Eso les pasó a ellas, que están en estado de shock mental. Quedaron con algunas heridas por el forcejeo, pero hoy tienen un miedo tremendo de salir a la calle. Esperemos que los culpables, que son tan jóvenes, queden en prisión", agregó uno de los familiares antes de enterarse de que el tribunal les había otorgado la libertad.
Jesús Farías Silva
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