Jesús Farías Silva - Jesús Farías Silva

"Una mujer deshecha a golpes". Así describían cerca de las dos de la tarde de ayer a una persona que ingresó horas antes al Servicio de Urgencias del hospital Claudio Vicuña con lesiones de diversa consideración.

Algunos testigos, quienes se mantenían en la sala de espera desde temprano, dijeron que no debía sobrepasar los 40 años, pero que con las heridas era difícil determinar su edad.

Hasta el cierre de esta edición no se sabía ni su edad, ni su nombre.

Fuentes policiales de Diario El Líder aseguraron que la víctima se encontraba fuera de riesgo vital y que prestaría declaración en el transcurso del día (ayer).

Descartaron el rumor de que tenía heridas propinadas con un martillo.

Sin embargo, aseguraron que "hay que esperar para determinar si se trataba de un hecho dentro de un contexto de violencia intrafamiliar o de un femicidio frustrado".

Diario El Líder también supo que la mujer llegó por sus propios medios al recinto asistencial, donde se desconocía su origen exacto.

Agregaron que tenía heridas graves y que no se descartaba su traslado al hospital Carlos van Buren de Valparaíso.

Hasta la tarde de ayer, no había detenidos por el hecho.

La PDI detuvo a delincuente conocido como "el terror" de los camioneros sanantoninos

Es sólo la punta del iceberg. Podría ser la pieza inicial para detonar un inimaginable efecto dominó y poner fin a los asaltos y robos en la Ruta 78, que une San Antonio con Santiago.

La Policía de Investigaciones (PDI) detuvo a un hombre acusado de almacenar y vender productos sustraídos a vehículos de carga que transitaban entre el puerto de San Antonio y la capital.

En la diligencia llevada a cabo en la comuna de La Pintana, en la Región Metropolitana, incautaron luces LED y ropa de mujer.

El botín - aparentemente de varios atracos- fue avaluado en más de 100 millones de pesos por la policía civil.

El comisario capitalino Víctor Toledo explicó que "se logró incautar gran cantidad de especies pertenecientes a dos empresas".

Una de ellas sería una compañía de iluminación y, otra, una firma de vestimenta femenina.

De acuerdo a los antecedentes entregados por la Policía de Investigaciones a Diario El Líder, el imputado también mantenía infracciones a la Ley de Armas.

Además, podría ser clave para desvalijar bandas que se dedican al robo y repetición de mercancías salidas del puerto de San Antonio.

Fuentes del gremio camionero indicaron a este medio que "seguirán muy de cerca el caso", porque podría ser la persona clave para "descubrir a quienes causan terror entre los conductores, que no solo son asaltados y golpeados, sino que muchas veces son secuestrados para robarles".

"Nosotros sabemos que este cabrito es el terror de los camioneros, y si no, parte de su cadena de terror", indicó un dirigente, que tras la detención pidió a Diario El Líder la reserva de su identidad por temor a represalias, sin embargo, no escatimó en el uso de la palabra "terror".

La astucia y las agallas para intentar ingresar droga a la cárcel de San Antonio nunca se detienen. Sin embargo, difícilmente logran concretar el propósito.

Personal de Gendarmería del Centro Penitenciario de San Antonio, como se denomina formalmente a la cárcel pública, descubrió a una mujer que intentó introducir narcóticos al mencionado recinto penal la tarde del viernes.

De acuerdo a lo informado por el coronel Raúl Arellano Blanco, jefe de la unidad local, la sospechosa "dejó una encomienda dirigida a un interno y se retiró rápidamente del lugar".

Este misterioso "paquetito" contenía zapatillas y pasta dental. Al interior de estas se encontraron distintos tipos de drogas, entre ellas marihuana, pasta base de cocaína y pastillas de clonazepam.

En este caso "era un pasto color café verdoso y también un polvillo de color blanco", indicó el coronel Arellano, quien notificó al OS -7 de Carabineros para que efectuaran las diligencias tendientes a identificar a la autora del hecho.

Hasta la tarde del viernes se desconocía la identidad de la mujer que se atrevió a dejar la encomienda cerca de las cinco de la tarde del mencionado día, en medio del procedimiento habitual de Gendarmería, que consiste en que tres días a la semana los familiares entreguen artículos (de aseo o ropa) a los internos.

Horas después del descubrimiento se supo que correspondía a una mujer identificada como M.C.E.H, de 56 años, quien pretendía hacer llegar el paquete a B.N.A.E, un joven de 21 años que cumple condena por robo con intimidación y robo por sorpresa.

Los análisis del OS-7 revelaron que se trataba de 23 gramos de pasta de base de cocaína y 9,5 de cannabis sativa.